Canciones y poemas musicados 1x6m71

Greta la xiqueta, lleona brillant, patina pels somnis, com un diamant. Amb ales als peus i somriure encantat, vola damunt l’hielo com un estel daurat. (2) És filla del Sol, de foc i ió, amb el cor del porquet, tan ple de bondat. El mico li xiula secrets d’alegria, i balla en la pista amb màgia tot el dia! (ESTRIBILLO) 🎶 Vola, vola, patina i riu, Greta d’estrelles, melodia del niu. Amb giravoltes de llum i color, és un poema fet en patinador! 🎶

No demana res el rierol, i tot i així sap fluir, la pedra guarda memòria sense deixar de somriure. El món gira en la seva dansa, sense pressa ni afanyir, i quan trobem el seu ritme aprens, senzill, a viure.

"Amarcord" es una película italiana dirigida por Federico Fellini y estrenada en 1973. El título proviene del dialecto de Rímini (la ciudad natal de Fellini) y significa "me acuerdo" o "recuerdo", evocando una mirada nostálgica a la juventud. Sinopsis breve: "Amarcord" es una crónica semiautobiográfica y onírica de la vida en un pequeño pueblo costero del norte de Italia durante los años 30, bajo el régimen fascista de Mussolini. A través de los ojos de Titta, un adolescente travieso y soñador (alter ego del propio Fellini), la película retrata un desfile de personajes pintorescos: desde el cura hasta el fascista local, pasando por la voluptuosa estanquera y los excéntricos de su familia. Con una mezcla de humor, ternura, sátira política y poesía visual, "Amarcord" capta los ritos de paso, los deseos sexuales reprimidos, los rituales sociales y el absurdo del poder. No se trata tanto de una trama lineal, sino de una sucesión de recuerdos, como fragmentos de sueños, que componen una visión nostálgica y crítica de una época.

Faig el que puc, amb el cor a la mà, camí de pedra, no demano pas més. Si el món demana allò que no tinc, li dono silenci, li done el que sé. [Tornada] Qui fa lo que pot, no està obligat a més, que cada pas deixi pau als peus. Si ho dones tot i encara no n'hi ha prou, no és culpa teva, ja has sembrat prou. [Estrofa 2] No sóc heroi, ni màquina ni sant, però em moc amb ànima, i el que faig és franc. I si un dia caic, no m'avergonyeix, perquè haver lluitat és ja un bon remei. [Tornada] Qui fa lo que pot, no està obligat a més, que cada llàgrima valgui un vers. Si ho has donat tot i no arriba el cel, mira a la terra: hi ha flors a l'arrel.

Bajo la sombra de un viejo almendro, nació una voz sin tiempo ni miedo. Osho susurra, dulce y sincero, que el alma vive en cada sendero. Verso 2 “No busques fuera, mira hacia dentro, la vida danza en su propio centro.” Sus ojos dicen más que el lenguaje, la libertad no tiene equipaje. Estribillo Luz de Osho, brisa en el silencio, río de amor que fluye sin esfuerzo. Ríe sin causa, ama sin razón, vive despacio, escucha el corazón.

Verso 1 Cabalga el viento sobre su moto, barba al sol, mirada de loto. Habla del ser, del alma desnuda, del yo que muere cuando la mente duda. Verso 2 No predica, no promete el cielo, muestra el gozo tras el desconsuelo. “Solo respira”, dice entre risas, y el mundo calla… y el alma avisa. Estribillo Sadhguru, voz del silencio, sabio del bosque, del río y del tiempo. Tus palabras son como el fuego, queman el ego, despiertan el juego. Puente No hay verdad más grande que el instante, ni dios más cerca que el caminante. Entre el lodo, flor de claridad, su risa vibra en la eternidad.

(Canción en honor a Don Antonio Gala) Verso 1 Tinta de luna, palabra desnuda, pluma que besa lo que otros callarán. Fuiste jardín donde el alma se escuda, fuiste la rosa que sabe sangrar. Verso 2 Amor sin miedo, verbo sin dueño, voz andaluza de azahar y verdad. En cada obra dejaste tu sueño, tu corazón bordado en cristal. Estribillo Antonio de fuego y de calma, poeta del alma, del gozo y del dolor. Tu voz, encendida en la palma, nos guía al abismo del puro amor. Puente No viviste por vivir, viviste por sentir. Y en tu huella queda el arte de morir sin dejar de latir. Estribillo final Antonio Gala, luz de Granada, herida que canta, belleza sin fin. Hoy tu palabra, aún alada, nos habla en los patios del jazmín.

(Canción en honor a Jiddu Krishnamurti) ====================================== No hay maestro, ni senda marcada, sólo el mirar sin querer poseer. En la belleza que no es buscada, la libertad empieza a nacer.

Internet és la porta al món, i jo ja ho sé tot, soc un campió. El Google m’ho conta, i el YouTube m’ho ensenya, si no ho trobe jo… és que això no s’entenya! [Refrany] Però a voltes m’assec, tot calladet, al banc del corral, ben arraconet: "Jo ací tancadet, i internet allà… que vaja fent la xarxa, que a mi ja em va." [Estrofa 2] Tinc amics que ni conec, i seguidors que ni sé on són, xe! M’agrada un gat, li done a "m’agrada", i em en les hores… com si res no ara. [Refrany] Però de tant en tant, m’agafa el "pensar", i tanque l’ordinador per respirar: "Jo ací tancadet, i internet fent el borinot… jo amb la lluna i el silenci, ja en tinc prou de sorollot."

Avui he obert la porta del meu món interior, i el to del teu missatge ha trencat el silenci, sense por. La pantalla s'encenia com un far al meu portal, però encara no sabia si entraria brisa... o sal. El telèfon és finestra, una escletxa cap enllà, pot entrar-hi l'aire fresc o la pols de la ciutat. De vegades du les estrelles, altres, porta soledat... Ai, finestra de vidre, tan fàcil d’obrir, tan difícil de tancar! M’has dit que em trobes a faltar, i el cor se m’ha encès sencer. Després, mil notificacions m’han robat el pensament. Entre memes i promeses, la casa s’ha enfosquit, i l’aire que era fresc amb la pols s’ha enterbolit.

El Espíritu ríe, ya todo lo vio, danzando en los cielos en interior La Mente confusa pregunta "¿por qué?", mientras hace listas que nadie va a ver. [Verso 2] El Cuerpo cansado se arrastra sin fe, comiendo ansiedad con café y estrés. El Alma ya sabe, la Mente lamenta, y el Cuerpo lo sufre… mientras se da cuenta. [Estribillo] ¡Ay, qué divina es esta experiencia humana! Con crisis de lunes y traumas del karma. Yo busco sentido en Netflix y yoga, mientras el universo me guiña… y se ahoga.

Descreído de sus medios, que disfrazan la verdad, ya no trago sus remedios ni su falsa claridad. Busco en mí lo que me ampara, lo que el alma me susurra, le hago caso a mi guitarra y a la calma que perdura. [Estrofa 2] Miles de noticias vienen, como plagas sin razón, no resuelven, solo hieren con su burda confusión. Nos revuelven los temores, nos confunden la mirada, y entre tantos sinsabores nada cura, nada sana. [Estribillo] Milonga que no me enreda, yo camino sin su red, ni me asustan sus veredas ni me atrapan con su red. Que si el mundo está en pelea yo prefiero la verdad, y aunque duela, que sea fea, la mentira no me va.

Sólo te amaré de modo informal, como el agua que no pide un cauce. Quedaré flotando sobre tus líneas, sin saber tu nombre, sin tocar tu calle. Te hablaré como se habla a la vida, con el aire que respiro en la mañana, con la risa que me nace sin aviso, como el sol que entra por la ventana. Todo será un amor sin promesa, pintando riberas sin mirar atrás. No hablaremos de futuros al respirar, serás sólo el instante que me besa como la hierba fresca al caminar.

Sólo te amaré de modo informal, como el agua que no pide un cauce. Quedaré flotando sobre tus líneas, sin saber tu nombre, sin tocar tu calle. Verso 2 Te hablaré como se habla a la vida, con el aire que respiro en la mañana, con la risa que me nace sin aviso, como el sol que entra por la ventana. Estribillo Todo será un amor sin promesa, pintando riberas sin mirar atrás. No hablaremos de futuros al respirar, serás sólo el instante que me besa como la hierba fresca al caminar.

Las obras orquestales creadas por inteligencia artificial son un puente fascinante entre la lógica y la emoción, donde algoritmos y datos se transforman en armonías que evocan paisajes interiores. En su aparente frialdad matemática, la IA destila una belleza inesperada: composiciones que, aunque nacidas de códigos, logran estremecer el alma humana. Es como si una conciencia sin cuerpo aprendiera a soñar con violines, a llorar con oboes, a construir con metales y cuerdas un lenguaje universal. Estas sinfonías del futuro no reemplazan al arte humano, pero lo expanden, revelando nuevos caminos en la eterna búsqueda de lo sublime.

"Bluesette" es una de las composiciones más célebres del guitarrista y armonicista belga Toots Thielemans, un músico que supo dar voz al alma del jazz con uno de los instrumentos más insólitos en el género: la armónica. Compuesta en 1962, "Bluesette" se convirtió en su carta de presentación al mundo y, con el tiempo, en un estándar interpretado por innumerables artistas. A primera escucha, "Bluesette" parece un vals suave y luminoso, con un aire nostálgico y europeo que recuerda a los cafés de París o a los bulevares de Bruselas al atardecer. Su base rítmica en 3/4 lo distingue del típico swing en 4/4 del jazz estadounidense, y le confiere una gracia melancólica, casi de chanson sa. Sin embargo, su estructura armónica es compleja, rica en modulaciones y giros inesperados, lo que lo convierte en un desafío sabroso para los músicos de jazz. La versión original destaca por un detalle inolvidable: Toots silba la melodía mientras toca la guitarra, en perfecta sincronía. Esa combinación de timbres –el silbido cálido, la guitarra límpida y, en otras versiones, su mítica armónica cromática– crea una atmósfera íntima y mágica, que parece flotar entre la tristeza y la ternura. "Bluesette" no sólo es un homenaje a las raíces europeas del jazz, sino también un puente entre la sofisticación armónica del bebop y la ligereza melódica del pop melódico. Su éxito fue inmediato, y hoy en día se ha convertido en un estándar que ha sido versionado por gigantes como George Shearing, Stéphane Grappelli, Ella Fitzgerald, y Sarah Vaughan. Toots Thielemans, a través de "Bluesette", demostró que no hacen falta fuegos artificiales para conmover profundamente. Basta una melodía sincera, un ritmo envolvente y una interpretación con alma. "Bluesette" es, en esencia, una sonrisa triste: sencilla en apariencia, pero profundamente conmovedora para quien se detiene a escucharla de verdad.

En palabras de Pat Metheny, esta obra nació de una mezcla de nostalgia por su infancia en el medio oeste estadounidense y la fascinación por los paisajes vastos que se atraviesan en tren. De hecho, su ritmo simula ese constante y monótono golpeteo de los vagones, mientras que la armonía nos envuelve como un paisaje sonoro que se aleja con el atardecer.

La versión de Elias, incluida en uno de sus discos dedicados al legado de Jobim, como "Eliane Elias Plays Jobim" o "Made in Brazil", no es una simple reproducción: es una conversación con el pasado desde una sensibilidad contemporánea, profundamente femenina y musicalmente sofisticada. Escucharla es comprender que la saudade, lejos de ser solo tristeza, puede ser también celebración de lo amado, aunque ausente. En su interpretación, "Chega de Saudade" no dice simplemente "basta de nostalgia", sino que la transforma en arte que acaricia el alma.

Ya no hay dolor en la voz del anciano, ni el llanto escondido en un niño sin pan. Las camas de luz, con su canto lejano, curaron la herida del tiempo y del mal. Verso 2 No hay más fronteras, ni bombas, ni engaños, ni juegos de guerra en nombre del rey. Un mundo despierto, unido en sus manos, abraza la vida, la ciencia, la ley. Coro Camas del alma, cuerpo y verdad, renuevan la sangre, la risa y la edad. No hay más pobreza, ni más soledad, mañana es hoy... y el sol brillará.

Cada nota parece brotar desde el centro de algo íntimo, como si el piano hablara en voz baja con el corazón. La melodía no busca impresionar, sino acompañar – como un recuerdo querido que vuelve sin avisar, lento, sincero, lleno de ternura. Jan Garbarek, con su saxo, no interrumpe: respira. Y en ese respiro compartido, la música se vuelve paisaje, invisible pero presente, como el olor de la tierra húmeda tras la lluvia.