Aguajes y aguaceros 14e44

Soy Toe, Toe Morán. Llega el otoño con su melodía de lluvia y todo lo transforma en melancolía. Nos vienen a la mente los recuerdos como caídos del cielo, y ahí nos quedamos, inmóviles, viendo tras el cristal cómo la lluvia detiene el tiempo y nos transporta al pasado, a aquellos tiempos felices que un día se fueron para no volver. Pero la lluvia te embauca y te persuade para que salgas al jardín y te mojes con su baile, y así pisen tus pies las hojas muertas que al día siguiente barres. Pon a otoñar al alma, así llamé a este poema. Pon a otoñar al alma, niña, y hazlo como tú sabes. Me acompaña Ives Montand con "Les feuilles mortes" (Las hojas muertas).

Hoy voy a contaros un cuento, el cuento de los amores que te matan pero no mueres, quedas atrapado en un limbo absurdo, en un espacio de cielo seco sobre un mar hecho de lágrimas. Y navegas por él en la misma barca que siempre naufraga, sin valor para repararla ni arrestos para quemarla. Y así, cada nueva noche recorre tu alma el camino prohibido, que aunque se cerciora del cambio de las rosas por espinas, deja que se magulle tu cuerpo sin que las cicatrices afloren; y nadie te comprende porque el alma sufre por dentro, y sólo ahí dentro duele. Intentas en vano arrancar el dolor que te mata, pero no mueres. Vives sin vivir, muriendo; vives sin morir, muriendo. Si no quieres que te pase no hagas como hago yo, no vistas de oro a los detalles, olvídate de ese amor, da a la razón la llave. Y quiere mucho a tu alma, no la dejes sola, dale paz y calma, y no cuentes las horas que a veces el tiempo engaña, que los lutos de amor no siempre visten de negro y malva, que no se cuenta el dolor por colores ni se pintan los adioses, que los momentos se apagan rápidos como las balas. "El amor no muere mientras en ti esté prendido, pero aunque no muera te mata si no es correspondido." ¡Ay! la poesía, bella fugitiva mía. Tú eres mi consuelo. Y es que el arte se inventó para sacar a las emociones de paseo por el cuerpo. El siguiente poema lo titulé: "Vivo sin vivir, muriendo."

En este poema hablo del amor, de un tipo de amor: el amor que llega para quedarse. El amor verdadero, el completo, el amor de la carne y también de los adentros. ¿Por qué?, porque el amor es la causa de que sigamos existiendo, el único que consigue que esta enorme pelota azul donde pululamos, no reviente y nos vomite en aterradores universos paralelos. Pero el amor verdadero peca de ingenuo, y pinta ilusorio en este absurdo mundo donde teorizamos unas cosas y practicamos las contrarias. Avivemos pues, entre todos, la llama de la esperanza, y hagámosla adalid del amor, su única y poderosa reina. Como yo aún creo en él, le escribí este poema con la férrea esperanza de que llegará un día. Doy por cierto que vendrá: quizá y sin quizá.

En este poema hablo del tiempo, ése que sale corriendo en cuanto giro la esquina...

En este poema hablo de la ilusión, de éso que parece tan pequeño cuando lo escribes y es tan inmenso cuando lo sientes. Lo que todos buscamos, al fin y al cabo, estemos donde estemos y sintamos como sintamos. Un instante cazado al vuelo.

En este poema hablo del desengaño en el amor, que no es otra cosa que aquello que nos hace recordar que un corazón es el único dueño de sí mismo, y que si ama, ama aunque no quiera la razón. Y si le añadimos traición...

Lo que viene ahora es un cuento poesía. Todos llevamos un niño dentro, incluso aquellos que ya lo olvidaron porque ya no lo recuerdan. Surge la nube y surgen las nuevas formas de encontrarte con las personas. Lo descubro y pienso: quiero encontrar a esas almas que a mí me entiendan... Ya no es la calle la que une puentes, ahora es más que nunca la imagen y la palabra que resuma; tantas cosas que pasan rápido y que cuesta entenderlas. En la nube viajan los sueños de todos nosotros, los sueños rotos y los amables.

En este poema reflejo la necesidad del alma de encontrar su espejo, su mitad, su calma, su consuelo...

Soy Toe, Toe Morán, y vivo dentro de Noelia. Ella es el cuerpo y la sangre; yo, su corazón y alma serena. Este poema se lo voy a brindar hoy a ella para que os explique, si quiere, de dónde me vienen todas las guerras, sus batallas y argumentos, las heridas que no cierran, y todas las vidas que cuento y le acontecen a ella. Poned atención, Noelia es mucha cenicienta para tan poco tacón.

Soy Toe, Toe Morán. Un día escribí este poema. Habla de los corazones rotos que viajan solos, del luto del amor cuando se acaba, cuando una de las dos mitades se va y deja a la otra vacía de esperanza; de cómo entonces la noria de las emociones te maltrata, cuando te cercioras de que quieres al otro, aún quieres a esa rata que te dejó a cambio de nada, llevándose tu espejo y tu mirada, y al saberlo, contigo te enfadas, y puedes sentir el miedo de la escarcha... Y viene la lucha, la de la nostalgia: la nostalgia de sus besos y la fuerza de tu alma que de ti se apiada, cuando te recuerda que ella, al fin y al cabo, sola viaja, sola se queja, y se resquebraja. Su título: Que, sin sentir amor, siento miedo. Me acompaña Freddie Mercury cantando Living on my own.