Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
El Pájaro Cantor
Obsolescencia programada

Obsolescencia programada 1rj5d

12/3/2025 · 04:54
0
4
El Pájaro Cantor

Descripción de Obsolescencia programada z1c6

Dice el diccionario de la vida si hay una palabra que puede definir nuestra existencia actual es la obsolescencia. Ese axioma filosófico de que nada es eterno, pero llevado a sus últimas consecuencias. No hay nada más triste que la nostalgia irremediable que nos producen los viejos aparatos electrónicos que compramos hace apenas uno o dos años, la dulce melancolía con la que nos deshacemos de un ordenador tostador o la última versión de nuestros deseos porque han dejado de ser pros o no son todo lo dos cero que queremos para ser nuestra mejor versión de nosotros mismos. Estas pequeñas prácticas de modernizarnos y actualizarnos a la velocidad de gigabyte o a ritmo de promociones que no podemos dejar pasar, seguro que están dejando un poso en nuestra vida cotidiana y emocional. No hace falta ser demasiado observador para ver cómo disminuye nuestra capacidad de esperar a que se cumpla nuestro deseo. Quiero comprar rápido y al instante, comer rápido y sin esperar, emocionarme automáticamente y cada vez subiendo el listón para saborear la plenitud y la excelencia. Todo también para poder contarlo, compararnos y crear en otros expectativas de emulación y competición más o menos disimuladas. Así, nos apuntamos a experiencias que superan las tres dimensiones, visitamos parques temáticos que nos catapultan a lo extrasensorial o nos compramos eso que la publicidad dice que es lo más y que no podemos dejar pasar la oportunidad de conseguirlo. 4z2f1d

Lee el podcast de Obsolescencia programada

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Dice el diccionario de la vida que, si hay una palabra que puede definir nuestra existencia actual es la obsolescencia, ese axioma filosófico de que nada es eterno pero llevado a sus últimas consecuencias.

No hay nada más triste que la nostalgia irremediable que nos producen los viejos aparatos electrónicos que compramos hace apenas uno o dos años, la dulce melancolía con la que nos deshacemos de un ordenador, tostador o la última versión de nuestros deseos porque han dejado de ser pros o no son todo lo 2.0 que queremos para ser nuestra mejor versión de nosotros mismos.

Estas pequeñas prácticas de modernizarnos y actualizarnos a la velocidad de gigabyte o a ritmo de promociones que no podemos dejar pasar seguro que están dejando un pozo en nuestra vida cotidiana y emocional.

No hace falta ser demasiado observador para ver cómo disminuye nuestra capacidad de esperar a que se cumpla nuestro deseo.

Quiero comprar rápido y al instante, comer rápido y sin esperar, emocionarme automáticamente y cada vez subiendo el listón para saborear la plenitud y la excelencia, todo también para poder contarlo, compararnos y crear en otros expectativas de emulación y competición más o menos disimuladas.

Así nos apuntamos a experiencias que superan las tres dimensiones, visitamos parques temáticos que nos catapultan a lo extrasensorial o nos compramos eso que la publicidad dice que es lo más y que no podemos dejar pasar la oportunidad de conseguirlo.

Hemos de alguna manera dejado de adorar con misticismo enigmático todo lo que tenemos, para banalizarlo en un breve periodo de tiempo.

Ese espíritu de lo perecedero es aplicable a las tecnologías caseras que sufren transformaciones vertiginosas en cero coma.

Pero me preocupa mucho más que este afán por lo novísimo esté contagiando también nuestro plano más íntimo y emocional.

Las relaciones personales empiezan a ser pasto de esta epidemia de obsolescencia programada, para que duren poco y nada en el tiempo.

Ahora todo es susceptible de ser, pero también de no ser y postularse a ser candidato a desaparecer y ser sustituido.

Me cuenta una amiga que su hija mayor se casó este pasado mes de octubre.

Ella y su novio decidieron formalizar su amor mediante una ceremonia que lo tuvo todo, desde fotografías y reportajes especializados, trajes estudiados al detalle y hasta una fiesta especial por catálogo, tan tan especial, que había tres versiones diferentes a distintos precios según el nivel de distinción y novedad para poder hacerla exclusiva.

Me cuenta mi amiga que al volver de la luna de miel la pareja de recién casados ha decidido separarse.

Al parecer las palabras de hasta que la muerte os separe, que juraron sacralizar en la ceremonia religiosa, venía con una garantía de devolución de 15 días, haciendo uso de la correspondiente reclamación.

El mecanismo para hacerla efectiva, la recuperación y el reembolso a su anterior situación de soltería era respondiendo a una locución telefónica, con una voz asexuada que te decía que apretaras la tecla 1 de tu teléfono móvil si querías deshacerte de tu marido o mujer mediante envío postal, recogida a domicilio por un agente o simplemente la defenestración o el asesinato a cargo de personal especializado en obsolescencia.

El mundo feliz que poco a poco estamos construyendo entre todos.

Comentarios de Obsolescencia programada 1a5m25

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!
Te recomendamos
Ir a Humor y entretenimiento