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Descripción de El Obscuro Velo del Templo 3 3r71s
En este impactante episodio de El Narrador de Historias, una investigación personal lleva a un hombre a descubrir los secretos detrás de una criatura que emergió al momento de la muerte de Jesús en la cruz. Lo que encuentra lo conecta con una antigua y poderosa orden secreta conocida como Los Guardianes del Umbral. Este relato ficticio marca el inicio de un nuevo universo de historias conectadas por un mismo velo de oscuridad, fe distorsionada y conocimiento prohibido. Escúchalo ya en tu plataforma favorita: Spotify, Amazon Music, Apple Podcast, iVoox, Castbox, iHeart Radio y YouTube Podcast. Envía tus relatos o comentarios a: [email protected] [email protected] Suscríbete, comparte y prepárate para descubrir lo que se oculta tras los secretos más antiguos de la humanidad. zk1w
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenido a El Navador de Historias A veces, cuando una historia es contada, despierta más que el interés.
A veces, despierta algo que no querías ser recordado.
Lo que estás por oír es un testimonio enviado por un oyente, uno que decidió investigar y no volvió a ser el mismo.
Escuchemos.
Me llamo Adrián Méndez. Vivo en Valladolid.
Cuando oí el episodio sobre el templo y aquella criatura, algo dentro de mí se encendió.
No podía dejarlo pasar.
Comencé a investigar.
Mapas antiguos, archivos en línea, documentos de la diócesis.
Todo me llevó a un sitio, la iglesia abandonada de Santa Eulalia, en Valenzuela.
La iglesia es del siglo XIII, cerrada desde hace más de 40 años.
Había algo denso en el aire.
No era solo polvo ni humedad.
Era como si las piedras recordaran.
Debajo del púlpito encontré una losa suelta.
La moví y descubrí unas escaleras.
Bajé, con el corazón golpeando mi pecho.
Allí, comenzó todo.
Escuché un murmullo, como un pensamiento que no era mío.
Y una voz, profunda, antigua, como si saliera de la piedra misma.
Has llegado muy lejos, más de lo que me dias.
¿Quién está ahí? No es importante quién soy, sino qué soy.
¿Qué eres? Fui criatura.
Fui hambre.
Furia.
Fuerza.
Ahora soy idea.
Soy lo que conocían como inmediatam.
Antes criatura.
Ahora conciencia.
Piensas que me estudias.
Pero soy yo quien te observa.
Cuando dijo su nombre, el aire se volvió espeso.
El eco no moría.
El leviatán.
Una palabra que aún me retumba en los huesos.
Me diste forma.
Me diste eco.
Y ahora me das boca.
Escúchame bien.
Yo también tengo voz.
Corrí.
Subí esas escaleras como si el suelo fuera a tragarme.
Afuera, el mundo seguía igual.
Pero yo ya no.
Pasaron días sin dormir.
La voz seguía hablándome.
No con palabras, con ideas, con presencias.
Me volví a escuchar el episodio.
Y entonces lo entendí.
Al hablar de él, le dimos conciencia.
Lo trajimos de vuelta.
En los registros diocesanos encontré un símbolo.
Lo vi también tallado en la losa que cubría la entrada.
Era el sello de los custodios del umbral.
Una orden secreta que existió durante siglos.
Dedicada a contener entidades antiguas.
Como el leviatán.
Creí que todo había terminado.
Pero solo era el comienzo.
Este audio nos llegó hace tres noches.
Desde entonces, Adrián no ha respondido.
Solo queda su testimonio.
Y el eco de algo que ahora nos conoce.
Yo soy el narrador de historias.
Y les deseo buenas noches.
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