Nacer en una patera 1m555t

Las caras del mar, nombres que salvan la vida y salvan la mar. Un podcast de salvamento marítimo.

Bueno, pues iba a comenzar el podcast saludando a los navegantes, pero creo que voy a tener que cambiar el guión. Brumetemaite, ¿me explicas estos llantos? ¿Qué es esto? Te gustan, son bonitos. La verdad que los llantos de un bebé que cuando nace, cuando ve la luz por primera vez, no sé, es vida, es bonito, ¿eh? Ay, cómo se ve que hablas desde la teoría.

Pues yo sí, la verdad que hablo desde la teoría, pero nuestro invitado de hoy no, y no, no es una matrona o una enfermera que me he traído aquí al programa, porque sí, es un capitán de salvamento marítimo curtido en mil batallas y una de ellas ha sido el rescate de pateras, de cayucos, de embarcaciones precarias, donde también, por desgracia, porque aunque el nacimiento es una suerte, pero por desgracia ha nacido en una patera y eso lo sabe quien lo vive.

Es más, Domingo Trujillo, que es la persona que vamos a tener invitada, fue homenajeada en un acto del gobierno, porque tuvo que cortar en una de estas intervenciones el cordón umbilical al bebé. ¿Tú deberías hacerlo, Carmen? Me temo que no, la verdad, pero bueno, es algo tan impactante que hemos traído aquí hoy a su protagonista para que nos lo cuente él en primera persona.

Domingo Trujillo, buenos días, bienvenido a Las Caras del Mar, ¿cómo estás? Bien, bien, gracias, bastante bien. Agradecerles la invitación a la ventana abierta, que es Las Caras del Mar. Y nada, 23 años dan para mucho. Una corrección, no sé si serán mil batallas en esos 23 años, pero sí han sido muchas, tanto en la mar como en tierra.

Tanto en la mar como en tierra, Domingo, lo mismo que te ha dicho la capitán. Lorente, bienvenido a nuestro podcast, porque es un lujo tenerte. Nos encanta tenerte, porque además, bueno, tengo la suerte de conocerte personalmente y tuvimos la suerte los dos de ir a este acto de reconocimiento que antes comentábamos, que luego hablaremos mejor. Ese reconocimiento que hizo el gobierno a personas que trabajaron durante la pandemia en emergencia y ahí estabas tú. Pero Carmen, yo creo que es mejor que, claro, yo a Domingo le conozco y tengo tanto que contar, pero creo que es mejor que vayamos pasito a pasito y que le vayamos conociendo, ¿te parece? Sí, me parece muy bien.

Hemos investigado y, Domingo, llevas nada menos que 23 años en salvamento marítimo, ¿verdad? ¿Cómo llegaste aquí? Pues llegué en el año 2002, cuando éramos remolque marítimo. Ese año se crió la base de Gran Tarajal. Pues en aquel entonces yo contaba 35 años y mucha ilusión. Mis inicios en remolque, permíteme que la denomine remolque, pero para mí empecé con ellos y sigo haciendo así, coincidieron con la arribada de la inmigración al archipiélago, concretamente a la puerta más próxima, que era Fuerteventura.

Para mí fue cumplir un sueño en el año 83, cuando con 14 añitos llegué a Recife de Lanzarote a estudiar en la Escuela de Pesca de la Escuela de Nautilus. Y ese año yo conocí a la salvamar Lanzarote. Era una embarcación de las antiguas, de 15 metros, y estaba ahí atracada junto a la verde de la punta del Muelle Pestero de Portonado y junto a sardinales y atuneros, algún que otro neverito. Y nada, con la ilusión de un niño que soñaba mucho, ahora es la posibilidad de llegar a navegar en esos barcos.

Mi primer o con Salomento, casi 20 años después, mi primer enrole como polivalente en la salvamar Ventayga. Si llegué en el 2002, ya lo conocía y ya me había ilusionado desde el 83. Toda una vida, después de 23 años, detrás con la ilusión de... ahora vamos a ver un poquito tu trayectoria, Domingo, ¿qué embarcaciones más has pasado? Me gusta cuando decías esa emoción de chaval que estás viendo la embarcación y que sueñas con estudiar. O sea, esa emoción del principio y que conste esa emoción del final o del medio, porque la emoción la sigues teniendo, Domingo.

Sí, la ilusión. Evidentemente, lo único que me ha corroborado el tiempo transcurrido es que acerté que cuando en el 83 vi esa embarcación y todavía todos los estudios por delante, hablo de la Escuela Pesca de la Náutica, no sé, fue la primera vez que vi un barco naranja. Y de entre sardinales, atuneros, neberitos y demás barcos que habían en la zona, pues me destacaba el colorcito de naranja.

Y bueno, pues una ilusión, un sueño fue algún día podría estar trabajando aquí y se cumplió. Y Domingo, has pasado por bastantes unidades en salvamento marítimo, ¿verdad? La Izar, la Guardamar Atlántico, Guardamar Talía. ¿Nos puedes hacer un repaso de todo? Pues sí, claro. En el 2002 llegué, en febrero del 2002, llegué a la Izar.