N133 UN PEQUEÑO FRASCO - Cuentos de Terror 6r6e5w

Un pequeño frasco escrito por mi nivel de las damas calavera desde hace tiempo que samantha no puede dormir al borde de padecer de una locura infernal rafael su novio se sentía preocupado llegando así al punto de la desesperación y la angustia irracional los médicos fueron tajantes al decirle que por la falta de sueño su novia estaba presentando síntomas de demencia este hecho dificultaría enormemente las cosas ya que faltaba muy poco para la boda de ambos rafael no sabía qué hacer se sentó casi desplomándose en un sitio cercano y decidió mirar por la ventana como tratando de encontrar una salida mientras samantha no dejaba de pasearse por la casa como si fuera una verdadera loca con su cabello enmarañado su camisón de dormir largo y sus ojeras que le formaban bolsas en los ojos siempre entonando una canción infantil cuando las nubes cubrieron el cielo y comenzó a llover algunos recuerdos se le vinieron a la cabeza y se sintió iluminado decidió acudir a la única persona en el mundo que creía poder ayudarle y fué en busca de su abuela de quien sin explicación alguna de sus padres lo habían alejado desde pequeño y además no le había permitido invitarla a la boda rafael salió corriendo del lugar con su corazón dando brincos de esperanza y se internó en los bosques de chiloé dominios de criaturas como el trabuco y la figura y a medida que se internaba en el bosque lo que al principio era una luz de esperanza se transformó como en el más profundo de sus miedos se armó de valor y llegó una casa raída y oscura que era la que invocaban sus recuerdos de niñez en forma de pesadillas recurrentes que lo acompañaron hasta hoy tenía una puerta de madera negra que chirriaba siendo un sonido fuerte al igual que las tablas del suelo que anunciaban su presencia fue recorriendo la pequeña casa con cautela casi sus pasos fueron un susurro y llegó a un cuarto cercano que estaba completamente a oscuras solo se podía escuchar el sonido de una mecedora y sobre ella bajó un rabillo de luz que entraba por la casa se podía ver a una anciana con el rostro muy demacrado y arrugado con los ojos casi rojos con su pelo blanco enmarañado en su cara y sus uñas aquellas uñas tan largas como las de un tigre a punto de devorarle la miró de reojo y tragó saliva antes de hablar buen día no sé si se acuerda de mi señora yo soy rafael le interrumpió la anciana sin titubear con su voz rasposa claro que te recuerdo solía ser mi nieto favorito el joven se emocionó pero no sabía qué decir tenía una mezcla de sentimientos de emoción y miedo al mismo tiempo logró recordar que desde pequeño su abuela le provocaba diversas emociones muy extrañas la anciana se levantó de la silla y un olor a podredumbre se apoderó del lugar inmediatamente la mujer comenzó a caminar encorvada y con andar lento llegó a un instante y sacó una botella pequeña y se la pasó a su nieto y a pesar de la repulsión que este no logró disimular le estrechó las manos aquellas manos raídas