
Mundo Sutil Capitulo 11 El árbol herido 28132o
Descripción de Mundo Sutil Capitulo 11 El árbol herido e33l
En este audio te hablo sobre las curiosidades de la herida que heredamos de nuestros ancestros, un tema fascinante que nos ayuda a comprender cómo las experiencias y traumas de generaciones pasadas pueden influir en nuestra vida actual. A lo largo del episodio, trato de simplificar el proceso de la "herida del árbol", explorando cómo nuestras raíces familiares dejan huellas en nuestra identidad, nuestras emociones y hasta en nuestras decisiones. Descubrir estas heridas heredadas nos permite comprender ciertos patrones repetitivos en nuestra vida, desbloquear conflictos internos y, sobre todo, sanar para vivir con mayor libertad y autenticidad. Si alguna vez te has preguntado por qué enfrentas ciertos desafíos de manera recurrente o sientes cargas emocionales que no parecen tener una explicación clara, este audio te dará algunas respuestas y herramientas para empezar a trabajarlo. ¡Te invito a escucharlo y reflexionar sobre tu propia historia! Enlaces: [email protected] (si quieres que te conteste algo desde el podcast). https://tisanasdemiabuela.com/habla-con-tus-guias-y-encuentra-tu-respuesta (si quieres una sesión privada) 402a1r
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Mundo sutil. Capítulo 11. El árbol herido.
Hola, soy Anaisabel López y tienes mi permiso para llamarme Majareta.
Sí, soy de esas personas que hablan con seres del otro mundo y lo hago para ayudar a las personas.
Busco en su árbol, en sus vidas pasadas, o en sus chacras a veces, las heridas que no les dejan descubrir quiénes son realmente. Y además soy la fundadora de tizanas de mi abuela, mi página sobre plantas medicinales y otras cuestiones. Y hoy ya, por fin, vamos a hablar del árbol herido. Porque las heridas del árbol inevitablemente pasan a las heridas de nuestras vidas. Hay un cuento que lo ilustra de una manera magistral. No es mío, pero es precioso. Una historieta de una mujer que cuando cocinaba un pescado le cortaba la cola en la cabeza.
Y entonces un día alguien le preguntó, ¿por qué le cortas la cola en la cabeza? Y dijo, pues no lo sé, porque mi madre siempre lo ha hecho así. Y le preguntaron a la madre y la madre decía, pues no lo sé tampoco, mi madre siempre lo ha hecho así. Entonces le preguntaron a la abuela y la abuela dijo que es que tenía una sartén muy pequeña y no le cabía el pescado y por eso le cortaba la cola en la cabeza.
Y así es como funcionamos, ¿no? Nosotros asumimos sin cuestionar, porque siempre las cosas se han hecho así. Y entonces no solamente heredamos costumbres, heredamos creencias, heredamos formas de hacer las cosas, formas de interpretar las cosas y también heredamos heridas porque precisamente hacemos las cosas siempre de la misma manera.
Entonces es relativamente sencillo que lo que le pasó a un abuelito pues también nos pase a nosotros. No es magia realmente, es que el mundo en realidad es aquello que tú ves y que tú interpretas. Y por lo tanto, si lo que tú ves y lo que tú interpretas te lo han enseñado, pues obviamente es lógico que tu maestro también lo vea y lo interprete de la misma manera.
Y por lo tanto, pues los errores se repiten. Es de lo más normal del mundo. Y a veces las heridas ocurre una cosa muy graciosa. El yo no voy a permitir que mis hijos, ¿no? Eso que decimos muchas veces. Mis hijos nunca van a pasar lo que yo pasé. Entonces lo que hacemos es imprimir a los hijos la herida contraria. Por ejemplo, vamos a la mera cuestión material. Resulta que yo he pasado mucha hambre.
Mi hijo nunca va a pasar hambre. Y entonces lo atiburro de caprichos y de bienes materiales.
¿Qué le pasa al hijo? Pues que tiene muchos bienes materiales, tiene muchos caprichos y puede que se vuelva un tirano. Y está revertiendo la herida. Pero en el fondo la herida es la misma. El hambre que pasó el padre. Entonces es muy interesante descubrir la herida del árbol. Hasta aquí todo es teoría. Hasta aquí no creo que sea nada extraño que tú no hayas leído si eres un interesado del transpersonal y del transgeneracional. Si has leído libros similares a, por ejemplo, Hay mis ancestros.
O si has escuchado ponentes que hablan de las heridas del árbol genealógico, pues yo me acuerdo uno de los más conocidos es Corberá, por ejemplo. Yo me acuerdo que Corberá hace diez años ya hablaba de esto. Y entonces, ¿qué sabemos del árbol? O mejor dicho, ¿qué sabía yo del árbol antes de descubrir que canalizaba? Pues lo mismo que todos. Eso de que si te llamas igual que tu tatarabuela, pues seguramente repitas herida. O que si naciste cuando alguien se murió, es muy probable que seas su heredero universal. No sé qué más cosas. No sé.
La verdad es que me encanta haber podido ver los árboles genealógicos desde la ignorancia. Porque esto me ha permitido descubrir cosas muy, muy interesantes. Bueno, la primera que quiero que sepas es que somos dependientes del árbol y no necesariamente. Necesitamos saber la verdad y no necesariamente. En realidad, si nosotros tenemos una herida, venga de donde venga y nos centramos en sanar la herida, pues dará igual que venga de un tatarabuelo.
Si nosotros la trabajamos, no necesitamos mirar. ¿Pero qué ocurre? Que como yo he tenido el privilegio, la suerte, el regalo de poder mirar, pues es tremendamente hermoso descubrir el origen de la herida. El otro día tenía yo una discusión con una amiga, porque ella me decía, nada, con que sepas, lo que le pasó a tu abuelo es suficiente. Tres generaciones.
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