Muertos en delitos y pecados - Efesios 2:1-3 - Luis Cano 3d4p5r

Efesios, capítulo 2. Vamos a leer los primeros diez versículos del capítulo.

Dice así el apóstol Pablo en su carta, Y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos, por naturaleza, hijos de ira lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por gracia sois salvos.

Y juntamente con Él nos resucitó y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe. Y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe, porque somos hechuras suyas creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

El primer capítulo de la carta del apóstol Pablo aquí a los Efesios es un poco de presentación de asuntos celestiales, de la obra divina, eternos, en cómo Dios obra. Ahora en el capítulo 2 que tenemos delante pasa a situaciones concretas en medio de nosotros, o cómo nosotros, este capítulo 2 nos muestra cómo llegamos a experimentar y a disfrutar lo que ya nos había dicho en el capítulo primero.

La mayoría de nosotros conoce muy bien los versículos últimos que hemos leído, versículos 8, 9 y 10, la salvación por gracia, por medio de la fe, etcétera.

Pero no podemos llegar a esos versículos sin que antes tengamos el tiempo suficiente, tengáis el tiempo suficiente para definir algunas de las cosas que se nos está diciendo antes. En esta mañana yo me voy a centrar en una sola palabra, o quizá en una definición muy concreta, que a mí particularmente me resulta muy seria y en la cual tenemos que tener mucho cuidado por la gravedad de la expresión que está presentándonos. No podemos tomarlo de manera ligera y creo que principalmente se está dirigiendo a vosotros que sois creyentes para que lo tengáis en cuenta.

Nos vamos a centrar en esta frase o en esa palabra, los tres primeros versículos que tenemos, y yo quisiera ser muy fiel al texto y al lenguaje que se está diciendo, que se está trayendo, y en verdad tengo que decir que a lo largo de estos días, de mirarlo, yo mismo tengo que tener mis propias reservas a la hora de hablar lo que tenemos que decir y me gustaría que vosotros también tuvierais la misma reserva. Y me dirijo a todos, pero en particular a los que a los que sois creyentes.

Nos dice en el primer versículo, quizá las primeras palabras en el texto original no se encontrarían. Podríamos leerlo de esta manera y vosotros aún cuando estabais, y entonces nos dice, muertos en vuestros delitos y pecados. Pablo está definiendo al ser humano sin conocer a cristo como un muerto. Muertos en vuestros delitos y pecados.