Mes de Mayo, mes de María 73c4

¿Qué tal amiga? ¿Qué tal amigo? Vamos a hablar de María, la madre de Jesús, porque empezamos el mes de mayo y según la tradición católica, millones de personas y varias generaciones han estado celebrando en este mes de mayo, mes de primavera en el hemisferio norte, también conocido como mes de las flores, cuando brota la naturaleza en su máximo esplendor. Vamos a recordar como esas generaciones y generaciones que han celebrado a María, madre de Jesús, durante todo el mes de mayo, nos viene bien para incorporar en nosotros algunas ideas.

En primer lugar, María como madre de Jesús, Jesús, el gran maestro de occidente, uno de los grandes maestros de la humanidad, tiene también en sus genes, en sus caracteres, en su forma de ser, en su forma de expresarse, gran parte de lo que aprendió de la madre.

Cuando vivimos en una familia normal, en que la madre nos amamanta, nos enseña, nos educa, nos acompaña durante los 7 primeros años, sin querer incorporamos, no solo la genética, la física, sino muchos aspectos de la psicología y de su forma de pensar. Eso se manifiesta también en la vida de Jesús, cuando predica, cuando se mueve, cuando habla. También recordamos a la madre de Jesús por su aspecto femenino, la maternidad, la grandeza de la maternidad.

Es verdad que durante la cultura que nos toca vivir, ha sufrido, digámoslo así, distintos cambios, distintas formas de ver, pero sigue siendo fundamental e importantísimo la figura de la madre cumpliendo su misión, no solo en torno a los hijos que engendra, sino como parte de la unidad, de la paz, de la familia, del hogar.

Cuando una mujer toma riendas con su feminidad, de la familia, del hogar, es más fácil que haya paz, que haya concordia, que haya armonía. Mientras que si la mujer no sabe tomar las riendas del hogar, normalmente estos se dispersan. Por eso es curioso que en China, que no tiene cultura cristiana, sino otros orígenes y otras raíces, saben cómo se representa la paz.

Con una mujer a la entrada de la casa, en posición de loto, esperando, porque ella recibe al marido y a los hijos y ella despida al marido y a los hijos. Cuando la mujer sabe cumplir su misión y esperar en su lugar, es la figura de la paz, en esta cultura milenaria, mucho más antigua que la occidental, como es la China. Les invito, de una forma concreta, a tener en cuenta cada día algún rasgo de la vida de María, algún rasgo incluso relacionado con alguna flor, con la naturaleza, y si quieren pueden repetir cada día esta bella oración que es el primer himno escrito en honor de la Madre de Jesús.

Bajo tu protección, bajo tu amparo, nos acogemos, Santa Madre de Dios. No deseches las olaciones que te dirigimos en nuestras necesidades. Ante el viento, líbranos de todo peligro.

Oh Virgen gloriosa y bendita. Amén, Amén, Amén.

Feliz mes de María, feliz mes de María. Paz y alegría, paz y bien.