Los códigos de los muertos: Sobre el amor, la ética y la libertad 5a5p3

¿Qué tal amiga? ¿Qué tal amigo? Los códigos de los muertos.

Leo la teoría del biólogo británico Richard Dawkins sobre los códigos de los muertos.

¿A qué se refiere en concreto? Pues a esas normas, a esas leyes que hace decenas o incluso centenares de años eran las adecuadas para comportarse.

Pero actualmente son trasnochadas.

No nos ayudan a movernos en el hoy.

Han quedado anquilosadas.

Claro, esto choca con los defensores de una ley universal común al ser humano que sirve para cualquier época y para cualquier situación histórica.

Desde mi punto de vista las dos teorías son adecuadas.

El tema es discernir cuáles son esas leyes universales y cuáles son los que Dawkins llama los códigos de los muertos.

Y no confundirlos ni mezclarlos.

Creo que la ley universal que mueve el mundo se puede resumir en una palabra.

Ahora bien, esa misma palabra tiene muchas interpretaciones.

Por ello también es un tema delicado al utilizarla.

Me refiero al amor.

Pero insisto, ¿qué se quiere decir cuando se dice amor? Según el gran Agustín de Hipona la clave es esta.

Ama y haz lo que quieras.

¿Y cómo sé que estoy amando de verdad? Pregunta un estudiante de medicina.

Es una respuesta compleja.

Pero si quieres te dejo un criterio para discernir.

Hugo mira y comenta, ya sé lo que va a decir.

Si uno siembra cebollas, cosecha cebollas.

Si uno siembra ajos, cosecha ajos.

Es algo que nunca olvido porque lo repite con frecuencia.

Hugo respondo, cuando la siembra del amor es auténtica, la cosecha es paz, armonía, alegría, gozo del corazón, compasión, misericordia.

Estoy totalmente de acuerdo.

Ama y haz lo que quieras.

El mejor termómetro para tomar la temperatura del ser humano es esta máxima.

El odio, la venganza, el rencor, la tristeza, la angustia.

Amigo mío, la siembra está mal hecha o la semilla no era la adecuada.

Si salen estos frutos, no eches la culpa a la cosecha o a los otros.

Vete al origen, a la causa.

Los budistas y los orientales le llaman karma o causalidad.

A lo que sembraste, a la semilla y cómo la sembraste.

Ahí está la causa.

Parece claro, ¿no, Hugo? Sí, está clarísimo, responde el interpelado.

Pero entonces, ¿qué son los códigos de los muertos? Según el criterio citado anteriormente y a mi modesto modo de ver, son los que causan parálisis, dureza del corazón y del alma, los que fosilizan la vida humana, los que entristecen, los que angustian.

Algunos dicen, es que eso se hizo siempre así.

Mis abuelos y mis padres me lo enseñaron.

No discutas, es perder tu tiempo y el de ellos con los que se apoyan en afirmaciones y en criterios semejantes.

Mira los frutos, lo que han cosechado.

Lo demás son palabras vacías, argumentos que se lleva el viento.

Un tal Jesús dijo, por sus frutos los conoceréis.

Y en otra ocasión, el que siembra viento cosecha tempestades.

Sabiduría comprimida en dos frases sencillas, concretas, los códigos de los muertos, diríamos en resumen, son los que provocan muerte, parálisis, esclerosis espiritual.

Pero también hay los códigos de la vida que provocan movimiento, fluidez, energía, paz en el alma y en el corazón.

Eres libre de elegir cualquiera de los dos.

Paz y alegría.

Nos vemos en siete días.