Mario Vargas Llosa. Una vida en palabras. 1ª parte. 3o397

El 28 de marzo de 1936, en Arequipa, una ciudad colonial del sur del Perú nació en un parto traumático que duró seis horas en el segundo piso alquilado del número 101 del Boulevard Parra, mi padre, Mario Vargas Llosa. O sería más exacto decir Mario Llosa, porque mi abuelo Ernesto Vargas, que se había casado con mi abuela en esa misma casa un año antes y se la había llevado a vivir a Lima, la despachó de regreso a Arequipa al quedar ella embarazada, diciéndole que pronto le daría el encuentro y no volvió a comunicarse con ella ni a responder sus telegramas. Mi abuela Dora, entonces 20 añera, vivía pues refugiada en el segundo piso de esa casa arequipeña por la vergüenza del que dirán, protegida por su familia, los Llosa, en medio de los cuales llegó al mundo Mario, mi padre.

Estamos en la casa Museo Mario Vargas Llosa en el antiguo Boulevard Parra, hoy conocida como Avenida Parra en Arequipa. ¿Por qué no nos cuentas un poco la historia de esta casa? Esta casa en la que yo nací no era de la familia Llosa, sino de una familia apellidada Vinelli y los Llosa habían alquilado este segundo piso.

Cuando mi madre es abandonada por mi padre, él la deja en Arequipa y entonces mi madre viene a vivir a esta casa y estaba esperándome más o menos de cinco meses y al cierto tiempo, al no recibir cartas de mi padre, pues descubre que había sido abandonada. Y entonces, claro, para ella debió ser terrible, sobre todo teniendo en cuenta lo religiosa que era la familia, lo religiosa que era mi madre, para ella pues una separación era algo inconcebible.

Y entonces, haber sido abandonada, además embarazada, debió ser algo terrible, tanto que mi madre me contó alguna vez, me dijo, que cuando ella se enteró de esto, prácticamente no salió más de la casa y que mi primer año de vida que yo pasé en Arequipa y del que no tengo ningún recuerdo, prácticamente ya no salió, que ya no salía de la vergüenza de haber sido abandonada y además luego de ser una mujer divorciada.

Entonces, en esta casa, pues aunque yo nací aquí, no tengo ningún recuerdo de ella, porque solo viví un año en Arequipa y al año la familia Llosa, cuya cabeza era mi abuelo, mi abuelo Pedro, se trasladó a Bolivia para iniciar el cultivo del algodón en Santa Cruz, pero en esa época Santa Cruz era una ciudad muy pequeña, muy aislada, de tal manera que la familia se instaló en Cochabamba, donde yo pasé buena parte de mi infancia, yo viví desde el año 37 hasta el año 45 y todos mis primeros recuerdos son cochabambinos, son bolivianos.

Estamos en la habitación donde naciste.

Exactamente.

Nada menos. Y es verdad que tus padres, antes de todo lo que nos contaste, ¿se habían casado en esta misma casa? Bueno, no sé si se casaron en esta casa, probablemente no en la casa sino en una iglesia y mi padre que vivía en Lima vino a casarse en Arequipa, inmediatamente partieron a Lima.

Entiendo que la relación fue muy mala, que fue muy difícil, sobre todo por el carácter posesivo y muy celoso de mi padre, de tal manera que el matrimonio no funcionó, funcionó mal y probablemente por eso mi padre tomó la decisión de abandonar a mi madre, pero la abandonó mediante una triquiñuela, ¿no es cierto? Mi abuelita Carmen iba a ir a Lima para ayudarla a acompañar a mi madre en el nacimiento mismo.