El mal siempre encuentra su forma 1m293o

Oh morton como usted sean bienvenidos ustedes ya me conocen me llamo iñaki sánchez no soy ni más ni menos que el creador y el responsable de este espacio sonoro saben algo cuando escribí el relato sobrenatural que les presentaré a continuación lo hice inspirado por varias de las sagas de terror de mi época seguramente podrán reconocer algún detalle de pesadilla en elm street el rey ser la saga halloween o quizá viernes trece verán cuando un escritor otorga el control de su historia a la imaginación es sorprendente porque la propia inventiva suele tirar de los traumas emblemáticos de la niñez y la adolescencia ya sean recuerdos felices tristes terroríficos o nos da mágicos para hacer justicia a los seis capítulos que componen esta historia he elegido la voz de mi colega luis carballés confío en hacer llegar mi relato hasta sus oídos de la forma más parecida posible a como yo las sentía en mi cabeza cuando decidí sacarla de ahí a través de las tic teclas de mi ordenador por favor háganme el honor de disfrutar de esta historia es más larga que de costumbre no sé pero confíen en mí cuando les digo que merece la pena quedarse hasta el final he titulado este relato como uno de mis pensamientos más filosóficos así pues les dejo con el málaga siempre encuentra su forro el mal siempre encuentra su forma un relato de iñaki sánchez parte uno manicomio tenía dieciseis años cuando llegué al hospital de santa maría le innocents fools e irak debido a la lesión de espalda que padecía siempre me acompañaba a un celador cuya función principal era empujar mi silla de ruedas entre los gritos e incongruencias que poblaban los pasillos adquiría protagonismo la falta de estos elementos en un descomunal paciente que siempre afinado en el gran ventanal del corredor miraba a través del cristal hacia el infinito su larga melena parecía descansar tímidamente sobre sus hombros y reconozco que debido a ella y a su no menos extensa barba nunca pude vislumbrar su rostro de una sola pieza aquella bestia encadenada de pies y muñecas debió enmudecer por propia voluntad desde que lo trajeron a vivir entre estos muros alrededor de quince años después y aunque no se tienen conocimientos de agresiones desde su internamiento su mera presencia resultaba inquietante varias veces lo tuve a menos de medio metro de miller en el comedor en la sala de lectura en la consulta de la doctora e incluso hubo una ocasión en que compartí con él una habitación nunca salió de su boca media palabra tan solo su respiración fuerte y cavernosa más life estaba su dotación de vida y dudosa posesión de alma pero yo no sabía cuánto tiempo iba a permanecer en aquel sanatorio y decidí que no podía tenerle miedo es más intenté hacer mi amigo suyo y las constantes visitas al psicólogo empecé a aparcar