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Lucas 21:1-4 La ofrenda de la viuda - Ruby Sáez Montoya f4a4g
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Lucas 21:1 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas. Luc 21:2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas. Luc 21:3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos. Luc 21:4 Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía. 2g6624
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La ofrenda de la viuda, Lucas capítulo veintiuno, versículos uno al cuatro.
Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.
Vio también a una viuda muy pobre que echaba allí dos blancas.
Y dijo, en verdad os digo que esta viuda pobre echó más que todos.
Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra.
Más esta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
Lo primero que nos llama la atención que esto nos habla de las ofrendas de Dios.
Fíjense usted que no habla para las ofrendas del Templo de Jerusalén.
O para las ofrendas del clérigo, de los religiosos.
Sino que habla el Señor Jesús con respecto a echar este dinero para las ofrendas de Dios.
Este es un detalle no menor.
Pues si nos fijáramos muy bien en estos pequeños detalles.
Podríamos tener tal vez una opinión mucho mejor.
De lo que ocurre regularmente con las opiniones en las redes sociales.
O nuestras propias opiniones cuando nos preguntan sobre esto.
Uno de los más discutidos temas a lo largo de la historia.
Especialmente en nuestros días en las redes sociales.
Es precisamente el tema de las ofrendas.
Los tacaños se oponen tenazmente a ofrendar.
Argumentando miles de cosas.
Para justificar su avaricia y falta de agradecimiento a la provisión ya recibida.
Cuando alguien se opone tenazmente a dar dinero a la causa de la Iglesia.
En este caso para las ofrendas de Dios.
Está aún muy lejos de parecerse siquiera a los peores dadores del siglo I.
Que el Señor Jesucristo reprobó al examinarlos.
Y aprobó con nota sobresaliente a esta viuda.
El tema es una pregunta que podríamos hacernos.
¿Qué pensará el Señor de aquellos cristianos que se oponen a contribuir económicamente a la Iglesia? El asunto no es si creemos tener textos bíblicos que justifiquen el no dar.
Porque podemos encontrar de seguro texto para lo que queramos creer.
El asunto es si entendemos el sentido más profundo de esta historia que Dios ha dejado en su palabra.
Para conocimiento y provecho de su verdadero discípulo.
Para que aprendamos el sentido más profundo del dar a la Iglesia.
Para las ofrendas de Dios como dijo el Señor Jesús.
Y lo que significa un amor sacrificial a Dios.
Un alcohólico por ejemplo puede justificarse con textos bíblicos.
Una vez tuve yo una persona ahí sentada a mi lado en la Iglesia.
Que era borracho y que acudía a la Iglesia regularmente.
Y él me citó textos bíblicos argumentando que Jesús también tomaba vino en la cena.
Un adúltero puede justificarse en su adulterio porque hasta David cometía adulterio y Dios le perdonaba.
El asesino puede justificarse de sus asesinatos porque Moisés, Sansón, David y hasta el apóstol Pablo fueron asesinos y Dios los perdonó.
Claramente los perdonó pero eso no justificó que hicieran sus fechorías.
El que no quiere dar a la Iglesia por supuesto que hallará textos que avalen sus erradas conclusiones.
Pero qué bueno que el Señor nos haya dejado esta enseñanza de aquí de Lucas capítulo 21 para nuestro bien.
Para que entendamos el sentido más fundamental de dar.
Partamos por lo básico hermano.
Aquí no se cuestiona el ofrendar.
El Señor lo da por sentado.
Habla de las ofrendas para Dios.
Lo que el Señor nos enseñará es a mirar cuáles son los dadores que son especialmente valorados por Dios.
De acuerdo con las motivaciones y esfuerzo puesto al dar.
No se trata solamente entonces de dar ni de la cantidad.
Si no es algo mucho más profundo.
El ofrendar no es más que sencillamente devolver una parte que Dios ya nos dio.
El ofrendar refleja el verdadero agradecimiento a Dios y la fe en que nos seguirá proveyendo.
Claro, porque si damos y damos incluso más de lo que debiéramos dar según nuestros cálculos matemáticos.
Es porque le estamos creyendo a Dios que Dios va a volver a proveer.
Para que no tengamos dificultad en la provisión de las necesidades básicas.
Esta historia hermano nos permitirá entender cómo piensa el Señor Jesús al respecto.
Y quién es para Él aquel dador ideal.
Si tú quieres ser alguien aprobado por Dios.
Debes poner mucha atención en esta enseñanza.
Ya en el Génesis hermanos vimos cómo Dios vio gratamente la ofrenda de Abel.
Que trajo de lo mejor de su ganado.
Pero qué ocurrió con su hermano.
Su hermano Caín solo trajo una parte cualquiera de su fruto.
Entendiendo entonces que no escogió lo mejor de su fruto.
Sin embargo Abel sí lo hizo.
Dios se agradeció.
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