Legado de Francisco y futuro del papado 6g581a

Hola amigos, les saluda Pedro Tarki y le damos la bienvenida y muy especialmente a César Vidal que nos acompaña al otro lado de la línea. Muy bienvenido, César.

Muy bien hallado, Pedro. Encantado, encantadísimo de estar aquí.

Bueno, no sé si en este planeta queda alguien por saber que ha fallecido el Papa Francisco Bergoglio, pero bueno, ocupa no solamente la noticia sino un montón de aspectos secundarios a raíz de ella y uno de esos aspectos que llama la atención es los comentarios que anteriormente eran en gran parte críticos con su figura y algunos aspectos de su actuación tanto dentro como fuera de la iglesia católica y se ha convertido en una aloha, una alabanza y casi una santificación de su figura. Hasta ciertos puntos suele pasar con los personajes pero en este caso es muy exagerado. ¿O soy yo el que tiene esta perspectiva? No, es muy exagerado y además la prueba está en que una multitud inmensa de católicos muy indignados.

Yo creo que la gente que ha estado más indignada este año han sido católicos y generalmente católicos, conservadores y tradicionalistas. Pues bueno, de pronto parece que salvo alguna voz que en fin ha vuelto a recordar lo disgustada que había estado durante este año con el Papa, pues bueno, todo se ha convertido en un coro de alabanzas del Papa. Tengo que decir en honor a la verdad que esto no es extraño porque pasa con todas las monarquías, es decir, el monarca puede ser mejor o peor pero cuando coronan al nuevo monarca siempre hay un entusiasmo tremendo, sobre todo en aquellos que son monárquicos, claro está, y cuando se muere sólo se recuerdan alabanzas de ese monarca.

Eso es habitual y el Estado Vaticano, guste o no verlo, es una monarquía electiva, es decir, no es una monarquía sucesiva, no es una monarquía dinástica pero es una monarquía electiva en la cual un conjunto de notables, alguno diría una oligarquía teocrática, el colegio cardenalicio, elige al nuevo monarca y ese es un fenómeno que tiene paralelos en la historia. Por ejemplo la monarquía de los visigodos en España no era una monarquía dinástica, era una monarquía electiva. Polonia fue una monarquía electiva durante muchísimo tiempo y también pasaba lo que pasaba. Entonces es lo mismo que sucede en el caso del Vaticano. Por supuesto el Vaticano eso lo tiene que vestir de alguna manera y dice que es el Espíritu Santo el que elige al pontífice, etcétera, etcétera.

Pero la realidad es que el propio Benedicto XVI en un momento de lucidez dijo aquello de que el Espíritu Santo seguro que no habría estado muy contento con bastantes de los papas que se habían elegido a lo largo de la historia. Seguramente tenía razón. Pero el punto al que voy es que primero cuando se produce la elección hay un entusiasmo tremendo por parte de gente que de manera aplastantemente mayoritaria no tienen idea de quién han elegido pero de todas formas se produce un entusiasmo desbordante y luego cuando llega el momento de la muerte pues hombre hay que presentar una imagen lo más positiva del personaje y rozando con la santidad aunque haya sido un personaje tan controvertido y que desde luego yo diría que sufría una visión bastante negativa por parte de muchísimos católicos.

Sí, en ese aspecto una de las contradicciones que llaman la atención es que a alguno le presenta como un gran reformador de la edad católica, más humilde, más sencilla, más cercana a los pobres, etcétera, y otros dicen que solamente tuvo gestos de cara a la galería pero que, bueno, un buen talante vamos a decir, pero que realmente no cambió en absoluto nada. No sé cómo ves todo esto.

Es que no cambió en absoluto nada. Vamos a ver, el Papa Francisco comenzó señalando que iba a llevar a cabo una serie de reformas pues por ejemplo se encontraba el hecho de que iba a acabar con los abusos sexuales del clero, de alguna manera se iba a hacer algún tipo de reparación en relación con ello y el tema de la banca vaticana en el sentido de higienizarla porque eso es una alcantarilla que ha seguido apestando desde antes de Juan Pablo II que se ocupó de que no se tocara absolutamente nada porque había mucho dinero pendiente y luego pues así ha seguido. Bueno, pues las dos cosas las dejó como estaban, es decir, la banca vaticana no se ha higienizado en absoluto, por el contrario lo que apareció durante su pontificado es como dictadores a los que él vendía