El legado de un cazador internacional | Eduardo F. De Araoz 42j46

En mi casa, la caza, pues… La caza, bien practicada.

La tecnología ha llegado para que… Aquí estoy yo, y no tengo miedo a mostrarme al mundo cómo soy.

Bienvenidos a un nuevo episodio de Junto al Fuego.

Buenos días a todos. Es impresionante.

Ha sido un placer, muchísimas gracias.

Y como bien diría él, que viva la caza.

Viva la caza.

Buenos días, chicos. Estamos aquí en un podcast Junto al Fuego.

Edición… Pues yo creo que pasamos ya a las 30 ediciones.

Y, bueno, seguimos en la línea de traer invitados que nos informen, nos enseñen, nos cuenten y nos guíen un poco también en el futuro, que al final hay que tener en cuenta y analizar qué empresas lo han hecho bien, lo han hecho mal, cómo se hacen las cosas.

Y que esto también nos pueda abrir los ojos a aquellos que buscan dedicarse o estar dentro del sector cinegético o de la industria de la caza.

Y, bueno, para eso hemos traído a Eduardo Fernández-Araoz, aquí presente con nosotros, que ha dedicado su vida por y para la caza, pero sobre todo para hacer que la gente cace.

Como consultor cinegético lleva, creo que, 47 años, si no me equivoco, Eduardo.

Sí. Dedicado, más o menos, a hacer que la gente cumpla sus sueños y que viaje por el mundo y que vive experiencias y que al final pueda llevar a cabo ese sueño, esa cacería que desde pequeño quería hacer realidad.

Y, bueno, Eduardo se ha encargado toda la vida de hacer eso.

Sin más dilación, presentarte. Eduardo, ¿cómo estás? Muy bien, muchas gracias. Encantado de estar aquí contigo y poder informar a tus seguidores de lo que he hecho yo a lo largo de mi vida profesional.

Que no es poco, que ahora hablaremos sobre eso.

Pero antes de nada, como siempre, nos gusta conocer a las personas que vienen al podcast.

Entonces, una pequeña presentación de quién es Eduardo.

Yo, bueno, yo soy una persona que con 17 años empecé a trabajar dentro de la estructura de Cazatur como guía de caza.

Al cabo de los años, dejé esa actividad, me uní con otros para crear una consultoría cinegética internacional que se llama Mundicaza, que fue capaz, por la gran presencia en el mercado y la aceptación de nuestros clientes, y por la necesidad que tenía el fundador de Cazatur, Ricardo Omedem, de deshacerse de su parte profesional de la caza para poder obtener el premio Weatherby, me ofreció la opción de comprar Cazatur.

Y, entonces, Mundicaza, como consultoría internacional cinegética, compra Cazatur, gestora de servicios de caza para extranjeros en España.

Cazatur es la pionera en presentar los servicios de caza en España al mercado americano y europeo.

Y, entonces, de esa manera, uníamos la importación y exportación de cazadores por el mundo.

Oye, cuando llegaste a conectar con Ricardo, ¿cómo fueron sus primeros comienzos? Bueno, yo, Ricardo, en aquellos años de juventud, habíamos oído hablar mucho, porque él publicaba, cuando cazaba sus marcopolos, y había cazado un león tremendo de grande en África, había cazado el récord del mundo de bongo, había presentado sus libros de la cruz del anteojo, en fin.

Entonces, era un pequeño ídolo para nosotros, los jóvenes, que estábamos empezando a salir al campo y veíamos la opción de poder hacer un safari, algún día, en algún momento dado.

Entonces, era como el líder, la imagen, el sumum de la caza en ese momento, siguiendo la estela de Valentín Madriaga, que le precedía en todo esto, claro.

¿Y cómo decides tú, personalmente, dedicarte a la caza como guía? O sea, tú empezaste a estudiar y dijiste, a mí esta es mi pasión, me quiero dedicar.

Bueno, eso sucede poco a poco.

Lo que sucedió es que Ricardo Medem tenía, de repente abrió una ventana en el mercado alemán, y empezó a traer cazadores alemanes, y necesitaba a alguien que supiese hablar alemán y que tuviese conocimientos de caza.

Entonces, un tío mío, el doctor Bravo Zabalgoitia, era el propietario de una finca de caza en Gredos, en la cara sur de Gredos, que le vendía los permisos de caza a Ricardo Medem.

Entonces, mi tío Gonzalo, que era un neurocirujano muy conocido, me presentó a Ricardo Medem por mis conocimientos de alemán.

Empecé a llevar a cazadores alemanes a esa finca.