Lágrimas de Mercromina: La Curandera que Engañó a España 5b2n50

Archivo DEX. Incógnita. El archivo de días extraños.

Expediente. Las apariciones de Edenia.

Ahora que ha terminado la Semana Santa, es el momento de recordar en el archivo DEX algunos de los expedientes relacionados con sucesos milagrosos, estigmas y apariciones marianas que se han producido durante los meses de marzo y abril, en los días que se celebra la Semana Santa, y que son hito de la historia del periodismo del misterio en España. Y te digo Santi que es un buen momento porque creo que así no herimos sensibilidades religiosas, y es que gran parte de ellos están envueltos por una oscura sombra, la del fraude y el engaño.

Mira, escucha.

Es uno de los numerosos trances que vivió Antonia Álvarez, conocida como la curandera de Edenia, cada Semana Santa, entre 1986 y 1998. El audio lo he extraído de una de las diferentes cintas de vídeos VHS que conservo en el archivo, y que me entregaron uno de los seguidores de La Vidente y el abogado Arturo Alonso cuando investigué hace 30 años el caso que hoy te traigo al archivo de días extraños e incógnita, al archivo DEX. Pero vayamos por partes.

Un busto del Cristo de Limpias lloró durante 15 horas, con este titular publicado en el periódico Las Provincias el 30 de marzo de 1985, se dio a conocer el caso, hace ahora 40 años, de las apariciones de Edenia. Un extraño fenómeno de aparentes causas milagrosas aconteció el pasado miércoles en la vivienda de Antonia Álvarez, situado en el segundo piso del número 7 del Paseo Saladar. Todo empezó sobre las 12 del mediodía cuando, según declaraciones de una de las hijas, ella y su madre se encontraban limpiando en una sala de estar en cuya estantería se encuentra la reproducción de un busto del Santísimo Cristo de Limpias.

Al quitar el polvo del busto se percataron de que se encontraba totalmente humedecido. La primera sensación de extrañeza se tradujo en profunda emoción al comprobar que el busto estaba derramando abundantes lágrimas por sus ojos, escribió el periodista Julio Monfort, el primero que acudió al lugar y en dar la información, publicada aquel 30 de marzo de 1985. El suceso, que había comenzado el día anterior sobre las 12 de la mañana, al mediodía, se prolongó hasta las 2 y cuarto de la madrugada y continuó sorprendentemente al día siguiente, siendo testigo de ello el propio periodista.

Este corresponsal, escribió Monfort en el rotativo Las Provincias el 31 de marzo, pudo comprobar sobre las 6 de la tarde de ayer que, efectivamente, los ojos de Cristo derramaban un líquido con un sabor muy similar al de las lágrimas humanas. Los hechos, de los que se hizo eco también el rotativo información de Alicante y de los que dio cumplida cuenta el periodista Francisco Serradell, tanto en el periódico local Canfali como en la cadena SER, despertaron la curiosidad de los dianenses que comenzaron a acudir en romería, para ver en directo el milagro, hasta el domicilio de Antonia Álvarez, llamada la curandera de Edenia en la localidad, por su supuesto don para tratar dolencias y enfermedades, imponiendo las manos.

Una gracia, un don que había adquirido en el pueblo alicantino de Villena, conocido como la Villa de los Curanderos, y al que algún día le dedicaremos un archivo de días extraños. El milagro, entre comillas, no tenía hora fija, ocurría de día y de noche, por la mañana y por la tarde. En cualquier momento, lo imposible se hacía realidad. Eso sí, siempre con Antonia presente, de los ojos de la talla religiosa.