LA GUERRA DE LA IA (Tú eres el Arma) 1x6v5g

Habéis pensado alguna vez qué posición ocupamos entre la batalla que mantienen las inteligencias artificiales? Bienvenido a Sayonara Tecno, el podcast casi diario de reflexión sobre tecnología y ocio. Actualidad retro y futuro unidos en un mismo programa de 10 minutitos aproximadamente.

Muy buenas gente qué tal soy Tony de la familia de podcast de Sayonara y hoy me estaba planteando cuál es la posición que tenemos dentro de todo el entorno de las distintas inteligencias artificiales que hay. Recientemente ha llegado a España Apple Intelligence no sin tener mucho revuelo porque no llega de la forma que se esperaba ni está haciendo lo que se suponía que tenía que hacer. Apple siempre se ha caracterizado no por llegar al primero sino por hacerlo mejor que nadie y dar lo que la gente quería y a veces incluso sin saber qué era es lo que querían de lo bien que lo hacía y el caso es que aquí están saliendo tantas opciones de inteligencia artificial donde cada gran empresa tecnológica está pujando y peleando por la suya y al final somos nosotros los que estamos en medio. El caso es que la inteligencia artificial es un campo de batalla fascinante ¿verdad? ¿lo habéis pensado? me vais a permitir como una persona que soy que le encanta la tecnología apasionado y que llevo años danzando con todos estos mundos de las palabras y ya unos añitos aquí con el podcast y observando las mareas de todas estas historias deje que os ofrezca una perspectiva sobre esta contienda que se libra hoy en día.

Una guerra en principio silenciosa pero no por ello menos crucial y es por la supremacía en el reino de los algoritmos. Imaginad por un momento que estáis en medio de una tormenta perfecta, los vientos aúllan con la promesa de innovación sin precedentes, los relámpagos de los avances tecnológicos iluminan un futuro incierto y en el centro titanes corporativos luchan por el control del rayo mismo. La inteligencia artificial esta no es una guerra con trincheras y balas sino que es una contienda de datos, de bytes, de potencias de cálculo y sobre todo, espero no estar equivocado, de talento humano capaz de domesticar estas mentes digitales nacientes. Pero ¿dónde nos quedamos nosotros? los ciudadanos de a pie, las personas que estamos aquí en medio de esta épica batalla. Aquí es donde la trama se torna, si me permitís la licencia literaria, un tanto más siniestra.

Somos meros espectadores de este espectáculo tecnológico, en el fondo me temo que no, en realidad somos parte del armamento, los peones involuntarios de este juego de poder. Cada búsqueda que realizamos, cada me gusta que otorgamos, cada compra online que estamos haciendo, alimenta las voraces empresas, esos algoritmos y nuestros datos, nuestro comportamiento, nuestras preferencias se convierten en la munición que impulsa sus modelos de aprendizaje automático. De esta forma están afinando su puntería para conquistarnos, para fidelizarnos, también se podría decir así, y para en última instancia dirigir nuestras decisiones.

Pensadlo, empresas como Netflix con sus sugerencias de películas, de series, ahora que ya has visto adolescente puedes escribir cosas que te gustan, Amazon hace una búsqueda de un producto, otros compradores también añadieron al carro, otros compradores están viendo, empresas de búsqueda de viajes, de hoteles, quedan sólo tantas habitaciones, 200 personas están mirando el mismo destino que tú, te van condicionando, dirigiendo, direccionando. ¿Somos conscientes de esta realidad? A veces hasta yo mismo lo dudo, vivimos inmersos en una comodidad digital que nos hace olvidar la transacción implícita, estamos entregando información a cambio de servicios gratuitos, entre comillas, y es como aquella vieja historia del flautista de Hamelin, sólo que en lugar de niños estamos entregando nuestra privacidad y quizás algo más valioso y es nuestra capacidad de poder decidir libremente. Voy a volver al tema que me voy, no me di cuenta. En esta guerra por el liderazgo de la inteligencia artificial no es un asunto que quede confinado a los laboratorios y a las salas de juntas de los grandes CEOs y de las grandes tecnológicas, su impacto resuena en cada rincón de nuestra sociedad, la forma en la que trabajamos está cambiando radicalmente con la automatización amenazando empleos tradicionales y creando nuevas oportunidades que aún no alcanzamos a comprender del todo, la manera en que nos informamos también se ve alterada con algoritmos decidiendo qué noticias vemos y cuáles no.