202. Antonio Herrero y lo que quieres ser 2b49v

¡Nuevo podcast! Y si te dijera que hoy el título podría ser... ¿Qué quieres ser? Y vas a decir, Rosana, empiezas tan profunda, tía. ¿Qué quieres ser? Esa va a ser la pregunta que vamos a darnos para comenzar. Pues sí, esa va a ser la pregunta y además en una línea porque... ¿Qué quieres ser tú? ¿Qué quiere la sociedad de ti? ¿Qué quieren tus padres de ti? ¿Qué quiere tu pareja de ti? Fíjate que te traigo muchas preguntas.

Incluso creo que el invitado de hoy va a saber qué es lo que quiere de ti o qué es lo que quieres tú de él. No sé, tenemos muchas opciones porque además tiene todo un manual para poder conseguir hablarnos de estos de los densos. Vamos a empezar a ver cosas de formas distintas. A él le gusta lo denso y a mí justamente lo escueto. Así que vais a tener un podcast diferente, espero que disruptivo y sobre todo, sobre todo muy transparente.

Os presento a Antonio Herrero, de Ricos y Libres. Muy buenas, Antonio. Buenos días, muchas, muchas gracias. ¿Quién es Antonio Herrero? Un tío que busca. ¿Que busca qué? Crecer en todos los aspectos, mejorar, ser feliz. ¿Qué es ser feliz? La verdad, busco la verdad también. ¿Qué es ser feliz para ti? Es ser feliz para mí. Es la sensación de estar en el momento presente sin juzgarlo y con una alta capacidad de amar, amarme a mí mismo y en consecuencia ser capaz de amar a los demás.

Así que partimos que si enamora a uno, al otro no puedes amarle. Yo creo que es imposible. El amor es una cosa unidireccional que parte de aquí y a medida que te vas amando a ti mismo, vas comprendiendo a los demás y en la medida en la que los comprendes y que los aceptas y que no los intentas cambiar, puedes amarlos. ¿Y si no les aceptas? Porque creo que a las personas podemos conseguir tener dos opciones, ¿no? Podemos conseguir aceptarlas o no, pero siempre respetarlas. Así que a lo mejor no hace falta aceptarlas para poder amarlas.

Puedes aceptarla, pero creo que lo que nos referimos aquí es, puedes no comprarla, no tienes la necesidad de meterla en tu vida, de hacer lo que... Sí, comprarla está explicado.

Yo te acepto, te acepto como eres, pero no quiero nada de ti, no quiero invertir mi tiempo contigo o comprar un producto que tienes o comprar tu vida o tus ideas, pero te acepto como eres. Esto es lo que los budistas llaman ecuanimidad. Tener una mente en calma que está sin juicio. Esa es la aceptación. Estoy hablando de la última aceptación, de la que hablan los meditadores.

A la que no llega el resto de la gente. ¿El qué? A la que no llega el resto de la gente. ¿Van a llegar todo el mundo? ¿Van a llegar unos poquitos a esa parte? Porque tengo la sensación a veces que cuando hablan de la parte de meditación yo los veo levitando. ¿Va a llegar todo el mundo? Lo que pasa es que no necesariamente va a llegar todo el mundo ahora. Hay una frase en la biblia que dice todo hombre, es decir, todo ser humano, se dirige hacia la casa de mi padre. Eso significa que algún día, en algún momento, en alguna vida, todo ser humano va a experimentar los grados más elevados de consciencia.

Entonces es para todo el mundo. ¿Y no puede ser de otra manera? No lo sé. Yo siempre digo que yo vengo a hablar de mi libro pero me encanta escuchar otros libros. Es decir, no sé si puede ser de otra manera. Yo estoy descubriendo una manera y es la que estoy caminando y es la que me funciona por ahora. También es la que creo.

Porque, fíjate, como estabas diciendo antes, que ibas buscando la verdad, que ibas en busca de esa verdad. Yo cada vez soy, quizás tengo cada vez las cosas menos claras. Debe ser cosa de la edad. Estoy que voy a cumplir 47 años ya casi, pues me hace tener bastante más dudas sobre absolutamente todo lo que sucede en la medicina.

Decimos que a veces tenemos, bueno, la fe o la realidad de poder conseguir enaltecer en algunas cosas que tenemos el 99,99% de que las cosas van a salir. O sea, en muchas cosas. No en todas, pero en muchas cosas. Entonces, cuando dicen eso, yo cada vez tengo un porcentaje bastante menos de credibilidad. Porque cuanto más sé, más idiota me siento y menos sé las cosas. Entonces, cuando alguien me dice que algo tiene de verdad, lo primero que me provoca