
El error que mata tus ventas antes de que suene el teléfono. 3s1e62
Descripción de El error que mata tus ventas antes de que suene el teléfono. 6h5160
Hay asesores inmobiliarios que pierden ventas antes siquiera de levantar el teléfono. Y si tú también sientes que tus anuncios no generan llamadas, que el cliente ni siquiera te da la oportunidad de explicarte, este episodio es para ti. Te explico cómo evitar el error que mata tus ventas antes de que el comprador te conozca: escribir anuncios mediocres, genéricos o sin alma. Te enseño cómo hacer fotos que no espanten visitas, cómo estructurar un anuncio que conecte y cómo escribir textos que filtren, emocionen y vendan. Además, te cuento la historia real del día que recibí un email con el asunto: “NO TIENES NI P*** IDEA DE VENDER”. Lo que aprendí gracias a eso cambió por completo mi manera de anunciar casas… y también mi carrera inmobiliaria. Escucha este episodio y empieza a vender desde el primer segundo. Suscríbete gratis en alfonsorivero.com Día que no estás, lección que te pierdes. La sintonía de Vendido es de Mr. Sóriver. 1k2265
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
El 17 de enero de 2014 recibí un email con un asunto que me lo decía todo.
No tienes ni puta idea de vender.
Estaba en mitad de una valoración en un chalet de Majadahonda en la calle Cierzo, vi la notificación en el móvil y me dejó seco.
El remitente era Ramón.
Había valorado su casa tres días antes y no esperaba que me escribiera y menos con ese tono.
Esto me dejó de piedra, pero luego te cuento cómo acaba la historia, porque tú has venido aquí a aprender cómo hacer buenos anuncios, y sobre todo, cómo no ser igual de mediocre que los demás.
Hoy vamos con el octavo error más común del asesor inmobiliario, descuidar los anuncios.
Si lo piensas, tiene todo el sentido.
El comprador ve el anuncio antes de conocerte, y a partir de eso decide si te llama o pasa de largo.
Es como un casting silencioso donde no te puedes justificar, donde lo único que habla por ti es lo que has publicado.
Y si tu anuncio da pereza, si no dice nada, si parece uno más entre cien de estos que solo hablan de características, te ignoran.
Sin explicaciones o solo a través a buscachollos.
Hoy quiero ayudarte a evitar eso.
Y lo voy a hacer en tres partes.
Primero la imagen, cómo hacer que tus fotos no espanten visitas.
Luego el texto, cómo escribir para filtrar, atraer y provocar acción.
Y por último, te cuento la historia completa de Ramón, lo que me enseñó, lo que cambió en mí y por qué desde entonces ya no hago anuncios como antes.
Empiezo por lo evidente, la fotografía.
No voy a enrollarme mucho aquí porque es fácil de entender.
Nada de selfies en el espejo, nada de flash rebotando, nada de fotos oscuras con las cortinas echadas, nada de colchas mal puestas ni estanterías con botellas vacías.
No vendas una casa como si vendieras una mochila usada, hazlo bien o no lo hagas.
Lo ideal es que contrates a un fotógrafo profesional.
Una alternativa puede ser invertir en aprender, cómprate un trípode, un móvil decente, algo de formación básica y sentido común.
No mientas con el gran angular, no hagas que 70 metros parezcan un campo de fútbol, porque cuando el comprador llegue y vea la realidad sentirá que le has engañado y un cliente que se siente engañado no compra, ni recomienda ni vuelve.
Una más, despersonaliza.
No digo que hagas con staging nivel reality de Netflix, digo que quites el estropajo, que ordenes las mantas, que escondas la colección de imanes de la nevera, haz que la casa respire y si está vacía usa fotos que den sensación de amplitud sin caer en el engaño.
Acuérdate, el anuncio no está para presumir, está para provocar visitas de calidad.
Y si con las fotos lo haces medio bien, ahora viene lo que marca la diferencia, el texto.
Pero eso te lo cuento ahora.
Si todo esto te está resonando fuerte y quieres aprender a vender mejor, suscríbete a Venta Inmobiliaria para Gente Despierta.
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Cada día una lección práctica para vender casas sin postureo ni portales inmobiliarios que te cuenten historias.
Día que no estás, lección que te pierdes.
Vale, has hecho las fotos, has ordenado la casa, has quitado la fregona del plano, bien.
Pero ahora viene la parte donde muchos se caen con todo el equipo, el texto del anuncio.
Y aquí la cosa cambia.
Porque el texto no es para rellenar, atiende que esto es importante.
El texto no es para presumir de lo que tiene la casa, el texto es para filtrar a los que no van a comprar, conectar con quien de verdad quiere vivir ahí y provocar acción.
Un anuncio bien escrito no tiene que sonar bonito, tiene que sonar real, directo y emocional.
Porque la gente no compra casas, compra una idea de vida.
Compra la historia que se imagina cuando ve las fotos y lee lo que tú escribes.
Por eso si tu anuncio empieza con Piso luminoso en zona tranquila, oportunidad única en el centro, vivienda ideal para familias.
O peor aún, oportunidad para inversores.
Eso es lo que la mayoría lleva haciendo desde el jurásico del sector inmobiliario.
Lo han leído miles de veces.
Tienes que empezar fuerte, tienes que escribir algo que diga, aquí pasa algo diferente porque lo más difícil hoy en día es llamar la atención de alguien.
Te pongo un ejemplo.
Cuando los dueños compraron esta casa, algo les desconcertó.
Al principio les inquietaba, pero ahora no lo cambiarían por nada.
Eso vende, eso crea una imagen en la mente, eso hace que el comprador sienta curiosidad y quiera seguir leyendo.
Porque eso que te han dicho de que la gente no lee es una chorrada.
Y luego no describas, cuéntalo.
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