Episodio 6x26 del podcast estado civil MOTERO 323s6u

Bienvenido al podcast Estado Civil Motero. Tu podcast donde la pasión por las motos nos descubre experiencias, anécdotas y aventuras sobre las dos ruedas. Arrancamos este programa y nos embarcamos en un emocionante viaje, trayendo nuestros micrófonos a moteros de todos los rincones del planeta. Así que ajusta tu casco y acompáñanos en este viaje. Prepárate para inspirarte y descubrir que, en el mundo de las motos, cada kilómetro es una experiencia única.

Comienza Estado Civil Motero.

Grandes incluidos y, aun así, sigo diciendo que es maravilloso. Entonces, con la cosa de que estaba solo en casa, digo, voy a llamar a Feo del Bampi a ver si me relajo. Porque eso relaja muchísimo.

Veo a un tío feo, te da una paz espiritual exagerada.

Espérate, voy a ver si está por ahí también Josep y así lo metemos en la llamada.

También mala leche, ¿no? También mala leche, ¿no? Hay necesidad.

No, hombre, no. Lo que pasa es que hoy, nosotros hemos grabado hoy como antiguamente grabábamos en tiempos de pandemia. ¿Que yo qué hace? Pues ya me has convencido.

Pero había una época que nos ha ido complicando mucho la cosa, ¿no? Y yo grabamos, y no, no puedo porque...

Bueno, tú porque tienes un espectro grabador que graba con gente de otros continentes, o que están en otros continentes.

Entonces, ahí cualquiera te pilla. Y yo porque hay veces que descanso.

Por cierto, le estoy haciendo kilometrillos a mi pedazo de honda, ¿eh? De ser agorfo, ahora le estás haciendo kilometrillos a tu moto desde que la tienes.

Eso significa, lo único que significa es que, uno, tu trabajo ha bajado y, dos, tu mujer no está en casa.

Estás de Rodríguez.

Has cumplido las dos cosas, pero el trabajo, gracias a Dios, sigue bien.

Lo único que pasa es que he tenido que sacrificar unos días de trabajo para sobrevivir porque, si no, el cuerpo, dice yo...

De casa al trabajo, de trabajo a casa es un poquito jodido, ¿vale? Y lo malo es que los autónomos estamos de casa al trabajo, de trabajo a casa, siempre para siempre.

Tiene que ser que se venga la cosa atrás para tú tener tiempo.

No, a ver, lo que pasa, querido amigo, y dándote la razón, es que llega un momento en que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.

Y a lo mejor tú no necesitas tener los siete días de la semana cubiertos ganando dinero, sino lo que necesitas, precisamente, es un espacio vacacional, una píldora vacacional, una desconexión total.

Coger oxígeno, eso que te pasa cuando vas por aquellas carreteritas cántabras que ibas cansado, tío.

Bueno, yo te iba a decir que montar en moto, pero también sirve.

Sí, sí, también sirve andar por las carreteritas cántabras en moto.

La historia es que íbamos...

Espera, espera, espera, espera, espera, espera.

Vamos a hacer un pequeño lapsus, porque tú has venido aquí a hablar de tu libro.

Porque yo he venido aquí a hablar de mi libro.

Y tú lo que vienes aquí a contarme es lo bien que te lo has pasado en la moto.

Pero esto, ¿cómo empieza? O sea, ¿cómo se te ocurre a ti la felicidad de decir, me voy a Cantabria? Porque me entero de que ahí está la tercera Challenger, que es de las que organizan los AVI, los de Plasencia, y van a organizar una tercera Challenger en Cantabria.

Y como ya había hecho dos, y a cual me resultó más impresionante, pues era cuestión de irse a la tercera.

Cuando se habla de hacer una ruta de estas, pues lo que pasa es que tienes que pagar la ruta.

Con ese dinero que tú pagas de la ruta, pues te pagas una comida y hasta dos depósitos de combustible.

Vale, puede ser, es posible, pero a la hora de la verdad, nunca se hace esa ruta menos que tenga un sitio organizado, o un, como decía mi amigo, o un tonto que la organice.

O uno del grupo que organice todo, vamos a estar fechas, ahora yo estar fecha no puedo, lo normal, ¿no? Una ruta de la Challenger me la he perdido con dolor de mi corazón.

Pero intento ir a todas, porque el ambiente de la Challenger me encanta, tío.