Episodio 452. La Adicción y la Rehabilitación. Proceso Personal. Responsabilidad Propia 2 5m6y3g

Hola hola hola muy buenas bien seguimos con el tema de la inteligencia la inteligencia entendida como la capacidad para proporcionar mediante un uso adecuado de los medios pues la máxima capacidad de felicidad pero yo diría que la máxima intensidad de responsabilidad de hacerse cargo de uno mismo y de no echar balones fuera ser responsable ser responsable de lo que uno hace de lo que uno dice de lo que uno piensa de lo que uno siente parece que lo que uno piensa y lo que uno siente están al estar recluido en el interior de uno mismo si no lo sacamos fuera si no lo estabilizamos pues parece como que es una responsabilidad en cierto modo sencilla pero no no no es tan sencillo porque la tendencia a echar balones fuera y a sacar, no habéis echado nunca la culpa de cómo os sentís a alguien externo, a cualquiera, sea familiar o compañero de trabajo, amigo, conocido.

Cuántas veces mostramos nuestro malestar interno mediante intervenciones con otra gente o mediante reproches o mediante crítica o mediante silencio o mediante maneras diferentes. Me siento mal y te voy a hacer que te sientas mal tú también porque así compartimos ese mal sentimiento, cuántas veces y de cuántas maneras.

Entonces, quizá la capacidad para resolver este tipo de problemas o para escapar de ellos, en lo cual somos unos auténticos expertos, pues se podría decir que esa inteligencia habitual de la que tanta gente presume y por su capacidad para resolver determinados asuntos o problemas o estudios o determinadas cosas, pues es solo un elemento más porque nos tendríamos que meter en ser conscientes de que aunque no podamos resolver determinados problemas, pues podamos elegir a pesar de ello, de no ser capaces de resolver determinadas cosas, pues sentirnos bien. Tener un conflicto, yo tengo conflictos aquí día sí, día no y algunos días varios y dentro de mi capacidad, pues elegir sentirme bien sin machacarme como egoísta.

Fíjate, es que me siento bien después de la trifulga que he tenido y encima me siento bien, como si eso banalizara la trifulga o el conflicto. Si es que la capacidad de inteligencia la vamos a tener que medir por la capacidad para sentirme bien o para sentirme mal, no en función de los conflictos que tenga o de las discusiones o de todo lo que le pase, sentirme bien a pesar de todos los pesares. Porque si el hecho de sentirme mal o culpable resuelve el conflicto, el hecho de sentirme bien y pasar de largo del conflicto, no porque no lo vaya a afrontar sino porque no lo pueda afrontar en este momento, eso me hace ser una persona pasota e irresponsable.

Esto es lo que yo intento dilucidar con toda esta matraca. Porque entiendo que la gente inteligente, y yo no estoy entre ellos, pues es aquella que se esfuerza en conseguir elegir el bienestar en lugar del malestar, afrontando los vaivenes del día a día. Y aquí es donde yo me quiero detener, sobre todo porque quizá la palabra clave de toda esta historia sea afrontar, no resolver, porque hay cosas que se pueden resolver y cosas que no se pueden resolver, pero el hecho de afrontar las situaciones de cada día sin caer en la depresión y mucho menos en el consumo, claro, sin que esto no te tumbe, pues creo que es el camino.

Así que en lugar de pedir mi inteligencia por mi capacidad para resolver problemas, que puedo ser un artista, hago inconvenientes, pues la intento determinar por mi capacidad para seguir estando bien, se solucionen los problemas o no se solucionen. Parece un contrasentido, ¿verdad? ¿Cómo se puede sentir bien si tiene un problema ahí caliente que no es capaz de solucionar? ¿El hecho de sentirme mal lo soluciona? ¿O es un motivo de conmiseración para los demás de mostrar cómo se preocupa uno, qué malito está y cuánto le duelen las cosas?