EP 65 | De 0 a 19 Inmuebles Invirtiendo con Dinero de Otros - MARÍA ISABEL BERROA 3w2p2n

Lo chulo que descubrí en el mundo inmobiliario es que se puede comprar una propiedad y hacer dinero de formas inexplicables.

Es simplemente que te posiciones en tu punto de partida y veas qué puedes hacer con lo que tienes.

Y puedes hacer un mundo.

Cuando sales de ese punto de yo no puedo, yo no puedo, yo no puedo, y te preguntas qué puedo hacer para así poder empezar a preguntar, a preguntar, preguntar, preguntar, las cosas cambian.

Todas las propiedades pueden ser perfectas o no.

O sea, no se trata de la propiedad en sí, sino de lo que tú estés dispuesto a hacer para que esa propiedad se vuelva una inversión perfecta.

Al final la inversión perfecta la creas tú, desde tus decisiones, desde lo que estés dispuesto a hacer y desde lo mucho que estés dispuesto a esforzarte.

Muy buena María Xaver, ¿qué tal estás? Bienvenida al podcast.

Hola, muchísimas gracias por invitarme, Juan.

Nada, tenemos la suerte de tener una persona en o común, Ferran, que ya ha pasado también por el podcast y me habló de ti.

Fue la persona que comentó a quien podíamos entrevistar en esta entrevista, así que aquí estamos.

Y bueno, para que la gente te conozca un poquito, ¿quién es María Xaver?, ¿a qué te dedicas actualmente? Y bueno, un poco, modo resumen, ¿cómo ha sido tu pasado antes de empezar en el sector inmobiliario? Pues bueno, como ya dices, mi nombre es María Xaver, verro a mi apellido.

Yo soy dominicana, nací en esa preciosa isla, pero no vivo allá desde los 12 años.

Cuando tenía 12, mi mamá me llevó a vivir con ella a Argentina y pasé, bueno, la mayor parte de mi vida en Argentina, hasta que decidí venirme a España.

Empecé, como muchos creo, con ese espectacular libro de Padre Pobre, Padre Rico.

Yo siempre decía viajar por el mundo, entonces cuando leí ese libro, lo vi como mi solución.

Pensaba que si me compraba una propiedad, la ponía en alquiler, ya con ese dinero voy a viajar relajada y olvidarme de todo.

Entonces, con este sueño de viajar y viendo los inmuebles como una posibilidad de poder hacerlo, empecé a buscar la forma de ello.

Yo había hecho una carrera de turismo y hotelería en Argentina y transcurriendo la carrera me di cuenta que, claro, el que estudie esto no me hace viajar, porque al final los puestos de trabajo no están orientados a viajar en sí, sino a recibir a quien viaja.

Entonces empecé como que, no, no es esto lo que me gustaría, o sea, si quiero viajar necesito tiempo y dinero, o creatividad, porque también se puede, con el tiempo aprendí que se puede viajar siendo muy creativo y con un capital pequeño.

Entonces, cuando hice mi primer viaje con el objetivo de ahorrar lo máximo posible para invertir en Argentina, que esa era la idea, pues descubrí un mundo espectacular fuera y toda mi idea fue cambiando con el proceso.

¿Y por qué destacarte e invertir en Argentina? ¿Qué pasó allí? Pues en ese momento la economía empezó a desmejorar en Argentina muchísimo.

Lo que había descubierto cuando yo, en mi primer viaje, yo tenía siempre una lista de países que más quería viajar.

Entonces tenía conocidas acá, llegué a Eslovenia, yo siempre quise ir a Venecia, entonces me quedaba muy cerca.

Al final en ese viaje nunca fui a Venecia porque en el transcurso cuando fui a visitar a mi amiga de Eslovenia no me gustó mucho y tenía una prima que vivía acá en Bilbao y me dice, ¿y por qué no te vienes a Bilbao? Y yo, ¿qué haces en Portugal? ¿No vivías en España? Nunca había escuchado Bilbao.

De hecho, cuando estás fuera, lo que vas a escuchar de España es Barcelona, Madrid, pero Bilbao nunca.

Entonces vine acá y me gustó mucho. Entonces, dejarte Argentina porque, claro, la economía estaba desmejorando.

Lo que yo podía comprar allá y el retorno que iba a recibir en pesos argentinos se desvaluaba constantemente.

No me iba a servir para viajar como yo quería.

Y, sin embargo, podía comprar lo mismo acá, que era más posible, era más seguro, era más rentable, no se desvaluaba.

Yo me acuerdo que cuando vine la primera vez, me fui y regresé y compraba un café a un euro veinte.

O sea, y regresé un año después y el café seguía valiendo un euro veinte.

O sea, para la gente acá no significa nada, pero en Centroamérica, la gente que vive en Argentina me va a entender a la perfección.

Porque tú te acuestas a dormir una siesta con un café de un euro veinte y te levantas con el café a dos euros, y luego a la noche antes de irte a acostar ya cuesta tres.

Entonces, a mí eso me maravilló. Digo, pues aquí es muy posible todo.

Podría comprar acá por el mismo valor que invertiría allá, pero me valdría muchísimo más y tendría más posibilidades.