Entrevista a Natalia Gómez Navajas autora de 'El testamento de los pasos perdidos' 5m6a50

Muy buenas, hoy tenemos una amiga de la casa, Natalia Gómez Navajas. Saca un nuevo libro, el Testamento de los Pasos Perdidos. Lo primero es saludarla. ¿Qué tal, Natalia? Buenas tardes, Javi. ¿Quién va a encontrar a la gente en este libro, en esta nueva novela que sacas? Además, con una nueva editorial.

¿Qué va a encontrar? Bueno, pues lo primero, ¿qué no va a encontrar? Salgo de novela negra, salgo de policiaca, salgo de thriller. Y bueno, aunque la editorial la cataloga como un thriller histórico, sí que tiene parte histórica, pero yo creo que es una novela, en un principio, una primera parte más intimista, quizás más costumbrista, y en una segunda parte, una historia más de aventuras.

Nos encontramos con, bueno, pues con Manuela, una abogada que recibe una llamada de una mujer que dice que es su abuela, cuando ella cree que su abuela murió hace casi 30 años. Y esto ocurrió un viernes, se cita para el lunes, y ese lunes esta mujer no aparece. Y esta mujer es la que ha muerto durante el fin de semana.

Y ahí empieza la aventura de Manuela, que va a tener que descubrir la historia de Palmira, de su abuela, a través de unos diarios que están escondidos en la casa del pueblo.

Sale mucha cosa de Puerto Rico, de la parte después de la guerra. ¿Cómo era? No lo conocemos, no hay mucho escrito, ¿no? No, hay muy poco. De hecho, la documentación me ha supuesto un trabajo importante. La novela lleva... Llevo escribiendo, o he estado escribiendo una novela, cinco años.

La empecé en 2019, en parte porque no he encontrado mucha documentación, no encontraba, y me costaba, me suponía un esfuerzo grande. Y luego tú ves porque me toca un poquito la historia a nivel personal. Porque Palmira Hidalgo, la abuela de Manuela, nace de la unión de mis dos abuelas. Entonces, bueno, pues me tocó un poquito la fibra sensible, sin ser nada que sea algo muy biográfico de ellas.

Pero sí que los primeros de esta mujer salen, de este personaje salen a partir de mis dos abuelas. ¿En qué nos encontramos? Pues bien, nos encontramos en Puerto Rico, un país, un estado casi asociado a Estados Unidos, a punto de asociarse, con una sociedad muy marcada, una sociedad de mucho dinero, capitalista. Los puertorriqueños, en su gran mayoría, en una pobreza económica y social, bastante inmigrante de Europa, de España, republicanos, gente, pintores, cantantes, escritores, que se reunieron allí.

Y un entorno que me venía muy bien para lo que yo quería sacar de la novela. ¿Y cómo ha sido ponerte en la vida de Palmira, de una mujer que tuvo que vivir lo que tuvo que vivir? Pues complicado, porque no hace tantos años, de aquellos años 40, 50, 60, inclusive me atrevería a decir principio de los 2000, no hace tantos años de entonces ahora, pero sí que ha habido un salto social muy grande, porque todo lo que estaba normalizado en aquella época, ahora nos aterra.

Esa sumisión al padre, al marido, ese no tener libertad para poder hacer un trabajo sin el permiso de tu marido, tener una cuenta bancaria, o de alguna forma eso está supeditada. Una mujer constantemente, pues muchas veces ahora lo miras desde la visión actual y nos hirve la sangre. Y es un poco lo que le pasa a Manuela mientras va descubriendo la historia de su abuela.

¿Y Manuela, cómo fue crear este personaje y por qué decidiste hacerla abogada precisamente para investigar? No sé, me venía bien. Realmente el papel, la profesión del personaje no decentraía mucho en la novela.

Simplemente he tenido una fiscal, he tenido una periodista como protagonista, he tenido una comisaria y me parecía un buen giro, porque me parecía que el carácter que