La dualidad para entender la unidad 3r2r6h

Buenos días, Josep. De nuevo a nuestro podcast y bienvenido a los oyentes.

Buenos días a todos, buscadores.

Bueno, Josep, hoy quiero plantearte un tema que, en principio, como comentamos antes fuera de micro, es un tema abstracto, pero es un tema que creo que es vital entenderlo bien y, sobre todo, su función. Y, resuelto así, sin más preámbulos, es la dualidad para entender la unidad. Partiendo de que todos salimos de una fuente primordial, llámamele Big Bang, Dios, el estado universal, conciencia divina, lo que quieras. Y de ahí, cuando llegamos ya a planos más bajos, vivimos lo que llaman la dualidad. Entonces, empecemos por la pregunta típica, ¿qué es la dualidad? Y eso me lo preguntas a mí, claro, ¿eh? Para que yo me coma el marrón.

Vamos a ver, la dualidad. Bueno, definirla simplemente es bastante fácil. Simplemente somos dos o tenemos la idea de que hay dos cosas opuestas. Normalmente suele entenderse como cosas opuestas. No solamente como dos cosas diferentes, sino dos cosas opuestas. Entonces, nosotros nos sentimos duales. Sólo tienes que pensar en ti mismo, en el mío, en cualquiera. Que está claro que tengo mi cuerpo físico, pero hay algo más, de momento dejémoslo así, algo más en mi interior que no es físico. Y entonces, ya soy dos. Como mínimo soy dos, luego resulta que somos más. Pero, bueno, de entrada somos dos. Y eso, bueno, fíjate que incluso esto se puede llevar muy a lo práctico, en el sentido de, cuando tú tienes claro un camino de acción, voy a hacer esto, no hay problemas.

Casi siempre consigues lo que has decidido hacer. Te puede costar más o menos, pero casi siempre lo consigues. Pero, cuando tienes dos opciones, ahí la hemos pifiado. Porque, entre decidir, entre ponerte aquí, ponerte allí, etcétera, cuando hay una dualidad de opciones, es mucho más difícil que si hay muchas opciones. Porque si hay muchas, bueno, empiezas a escoger y tarde o temprano habrá una que destacará sobre las demás, o al revés, las demás se irán retirando. Pero cuando hay dos, puede ser perfectamente que las dos sean casi iguales, de todo, de cualidades, de atracción, etcétera. Y eso es muy, muy difícil de decidir. Y si no que se lo pregunten a los Libra, que saben muy bien lo que es esa dualidad. Correcto.

Sobre todo es importante matizar, siempre lo entendemos como opuestos, que realmente son como una contraparte, pero no porque sea una contraparte en sí, porque de hecho son complementarios y forman, los dos forman la unidad. Es decir, una moneda, dices cara o cruz, uno está en un lado y otro en el otro, pero juntos hacen la moneda, que es lo que hemos de entender, ¿no? Quizá nuestra función para entender la unidad es vivirla a través de la dualidad. Es decir, yo soy una mitad y necesito encontrar otra mitad para sentirme completo. Esto está, bueno, muy marcado en el símbolo del Yin-Yang oriental, que al final, dentro de que los dos, son dos, como diríamos, son dos energías que se complementan y la alternancia de las dos es lo que crea todo lo que es la vida, la experiencia y todo.

Por ejemplo, no podríamos conocer una parte sin tener la otra. Yo no sabría qué es el día si no tuviera la noche, porque no tendría nada con qué comparar. Yo no podría saber que esto está mal si no supiera que está bien. Por ejemplo, podríamos saber que esto es masculino si no conociera al femenino, pero precisamente la unión de estas dos energías es lo que crea la vida, la nueva vida. Exacto. Es que, digamos que, bueno, aquí también en el esoterismo ya se te dice que la dualidad no existe en los mundos superiores, pero en los mundos inferiores, lo que llamaríamos el mundo del esfuerzo humano, donde estamos nosotros, la dualidad es precisamente el motor del cambio, del aprendizaje. Gracias a que hay dualidad.