
Descripción de Doble penetración. 5g1x6r
Doble penetración. Chicas ¿habéis probado la doble penetración? Yo sí. si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/228228/ 532l39
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¿Chicas habéis probado la doble penetración? Yo sí.
Doble penetración. ¿Chicas habéis probado la doble penetración? Yo sí.
Impresionante, espectacular, estupendo, maravilloso, inmenso. Os lo recomiendo.
Placer inmenso, éxtasis absoluto. Toda mujer lo debería hacer por lo menos una vez en su vida.
Os doy unos consejitos que a mí me han venido muy bien. Primero, hacerlo con dos chicos con los que ya hayáis follado antes por separado y hacer posible que no se conozcan.
Segundo, que ya lo hayáis hecho por el culillo y tercero y hacer posible que los dos chicos con los que lo hacéis ya os hayan metido por detrás. Sí, mejor conocer el percal y no tener sorpresas.
Tenéis que evitar a los brutos y a los torpes en esta vuestra primera doble penetración.
Habiéndolo hecho antes con ellos evitáis sorpresas desagradables.
¿Queréis saber cómo me fue a mí? De repente y sin saber bien por qué me entraron unas ganas terribles de probar que me rellenaran los dos agujeros a la vez.
Primero pensé en meterme dos consoladores, pero enseguida lo deseché. La primera vez quería que el relleno fuera de carne humana, no sucedáneos. Pues me puse manos a la obra y, como os he dicho en el primer párrafo, la cosa fue inenarrable. Seleccioné bien a los dos chicos, ni brutos ni torpes. Con los dos me había costado antes y los dos me habían dado por el culo, dicho crudamente, pero con los dos había disfrutado mucho en nuestros encuentros por separado y no se conocían y para completar la información de los dos maromos os diré que estaban bien buenos y bien dotados. Así que les invité una noche a cenar en casa sin decirles que también invitaba al otro. O sea, todo listo, solo faltaba convencerles.
Y les convencí. Cuando se encontraron en casa, se sorprendieron por supuesto, en principio no dijeron nada, estaban como a la expectativa, esperando que les explicara.
Les dije que cenáramos y les aclararía todo, aceptaron, les serví una buena cantidad de vino para ir ablandándoles y ya en el segundo plato les solté de repente lo que tramaba.
Quiero follar con los dos, que me empotréis por delante y por detrás a la vez. Se quedaron helados, pero noté cierta excitación en ambos. Trastabillaron, recelaron y se escozaron, esto se avisa antes, porque no nos dijiste, hay que pensárselo, pero terminaron de comer y se quedaron, aunque seguían renegando.
Les serví unas copas y les confesé mi frenético deseo de albergar dos pollas a la vez en el interior de mi cuerpo y que era una fantasía que todas y todos teníamos o a ellos no les gustaría hacerlo con dos chicas. Les propuse que si aceptaban buscaría a una amiga para hacerlo nosotras dos con cada uno de ellos o los cuatro juntos. Sus semblantes cambiaron de improviso, un halo de agitación inundó sus cuerpos.
Se miraron como para consultarse qué hacer y ya derribé todos los muros cuando les dije que nos lo haríamos entre nosotras también en esos futuros menajes a tres o a cuatro. Se estremecieron de solo pensarlo, casi babearon, sus pollas se tensaron y tácitamente aceptaron. Me senté en medio del sofá y les hice señas para que se sentaran a cada uno de mis lados. Lo hicieron, les besé, primero a uno después al otro, metiendo bien la lengua.
Mi falda corta dejaba ver mis piernas hasta casi la ingle, lo que provocó que los dos posaran una de sus manos en mis muslos, acariciándomelos y cuando yo puse las mías sobre sus braguetas, se agarraron cada uno a una de mis tetas con la mano que les quedaba libre. Seguimos con los besos y los tocamientos por un rato hasta que sus pollas pidieron ser liberadas y nos desnudamos mutuamente.
Quedé de pie entre los dos y se lanzaron como locos a comerme las tetas y chuparme los pezones. Cada uno se afanaba en uno de mis senos hasta que por el entusiasmo que desplegaban tropecé y caí en el sofá de culo, lo que aprovecharon para abrirme las piernas y mientras uno se aferró a mi coño para devorarlo, el otro metía su cabeza entre mis tetas y me juntaba lo más posible los pezones para lamerlos a la vez. Me gustó mucho este tratamiento y más cuando el que me chupaba las tetas empujó al otro y ocupó su lugar en mi cuello.
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