
Cronica de una muerte anunciada Gabriel García Márquez (fragmento) 38q6k
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"Crónica de una muerte anunciada" de Gabriel García Márquez es un viaje a través del suspense y la fatalidad en un pequeño pueblo latinoamericano. Con un estilo único, García Márquez teje una trama donde el destino se revela desde el principio, llevándonos a cuestionar la naturaleza humana y la inevitabilidad del destino. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1916172 6e6x1i
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El día que lo iban a matar santiago nasar se levantó a las cinco y treinta de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo había soñado que atravesaba un bosque de higuerón es donde caía una llovizna tierna y por un instante fue feliz en el sueño pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros siempre soñaba con árboles me dijo plácida linero su madre evocando veintisiete años después los pormenores de aquel lunes ingrato la semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros me dijo tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos siempre que se los contaran en ayunas pero no babia adv vertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte tampoco santiago nasar reconoció el presagio había dormido poco y mal sin quitarse la ropa y despertó con dolor de cabeza y con un sedimento de estribo de cobre en el paladar y los interpretó como estragos naturales de la parranda de bodas que se había prolongado hasta después de la medianoche más aún las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las seis cero cinco hasta que fue destacado como un cerdo una hora después lo recordaban un poco soñoliento pero de buen humor y a todos les comento de un modo casual que era un día muy hermoso nadie estaba seguro de si se refería al estado del tiempo muchos coincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante con una brisa de mar que llegaba a través de los platanales como era de pensar que lo fuera en un buen febrero de aquella época pero la mayoría ella estaba de acuerdo en que era un tiempo fúnebre con un cielo turbio y bajo y un denso olor de aguas dormidas y que en el instante de la desgracia estaba cayendo una llovizna menuda como la que había visto santiago nasar en el bosque del sueño yo estaba re poniéndome vela parranda de la boda en el regazo apostólico de maría alejandrina cervantes y apenas si desperté con el alboroto de las campanas tocando a rebato porque pensé que las habían soltado en honor del obispo santiago nasar se puso un pantalón y una camisa de lino blanco ambas piezas sin almidón iguales a las que se había puesto el día anterior para la boda era un atuendo de ocasión de no haber sido por la llegada del obispo se habría puesto el vestido de caqui y las botas de montar con que se iba los lunes a el divino rostro la hacienda de ganado que heredó de su padre y que él istraba con muy buen juicio aunque sin mucha fortuna en el monte llevaba al cinto una trescientos cincuenta y siete magnum cuyas balas blindadas según él decía podían partir un caballo por la cintura en época de perdices llevaba también sus aperos de cetrería en el armario tenía además un rifle treinta puntos cero seis mm online schiller schopenhauer un rifle trescientos holland mágnum un veintidós hornet con mira telescópica de dos poderes y una winchester de repetición siempre dormía como durmió su padre con el arma escondida dentro de la funda de la almohada pero antes de abandonar la casa aquel día le sacó los proyecto tiles y la puso en la gaveta de la mesa de noche nunca la dejaba cargada me dijo su madre yo lo sabía y sabía además que guardaba las armas en un lugar y escondía la munición en otro lugar muy apartado de modo que nadie se diera ni por casualidad a la tentación de cargarlas dentro de la casa era una costumbre sabía impuesta por su padre desde una mañana en que una sirvienta sacudió la almohada para quitarle la funda y la pistola se disparó al chocar contra el suelo y la bala desbarató el armario del cuarto atravesó la pared de la sala pasó con un estruendo de guerra por el comedor de la casa vecina y convirtió en polvo
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