"Comer bien". Episodio 5. Temporada 3. Onda Cero Radio. 1l421e

Pues escuchan la sintonía bien animada de nuestro espacio dedicado a la nutrición, la correcta nutrición, siempre bajo los parámetros de José María Catalina, que le pueden hacer caso. No, yo sí le haría caso, la verdad es que si le haría caso, que te hable bienvenido, buenos días. Hola, buenos días. Porque dice cosas muy razonables y muy lógicas después, nadie tiene la razón verdadera por supuesto, pero ahí está.

Esta temporada, como saben, estamos dedicándonos sobre todo a dar consejos respecto a lo que ya sabemos las tesis de José María Catalina, de sus recomendaciones y como siempre va a tener una lista de peticiones, de ruegos y de objeciones que le ponen por todos los sitios. Sí, así es, esta semana abrí también preguntas, porque ya llevábamos varios programas de esta nueva temporada y ya habíamos agotado más o menos las preguntas interesantes y me hicieron varias personas. Sabemos que ahora está disparada la disbiosis. ¿Qué es eso? Te sonará, ¿no? El dismicrobialismo. Pues no me suena de nada.

Pues mira, te voy a explicar. Cuando nosotros tenemos la microbiota, que eso suena un poco más, la microbiota intestinal, que son un conjunto de microbios que habitan en nuestro tubo digestivo, ¿no? Estos microbios... Que son buenos, eh.

Son muy buenos. Eso es. Como le dice microbio, no estoy contaminado, son buenos. A ver, la mayoría son bacterias beneficiosas, que lo que hacen pues es... tienen múltiples funciones, ¿no? Y nos interesa que estén correctamente instalados, como digo, en nuestro tubo digestivo porque descomponen y eliminan toxinas, ayudan a obtener nutrientes de la comida, ayudan a la síntesis de vitaminas, de aminoácidos y sobre todo nos defienden ante antepatógenos, cuando nosotros tenemos algún tipo de inflamación, de infección o entra algún microbio nocivo.

O sea, se para en el trigo de la paja y encima es un escudo protector. Eso es.

Entonces es interesantísimo que tengamos una microbiota fuerte, ¿no? Cuando tengamos una microbiota fuerte tenemos un sistema inmune fuerte también, ¿no? Ahí reside la clave porque al final sabemos la conexión intestino-cerebro, ¿no? Y con un intestino potente y sano tenemos el resto del cuerpo sano, ¿no? Hay buenas paredes, buenas paredes sólidas ahí. Eso es, es súper importante.

Entonces, ¿qué pasa? Que nuestra microbiota es capaz de sostener agresiones del exterior, como inflamación, por nuestros malos hábitos, ya sabemos, ¿no? Lo decimos aquí a diario o mejor dicho cada mes, ¿no? Nuestras agresiones con la comida moderna, con nuestros hábitos de mal dormir, el estrés, el tabaquismo, el alcohol, etcétera, etcétera, ¿no? Pero ¿qué pasa? Que al final esta microbiota va resistiendo y resistiendo hasta que llega un tiempo.

Cuando ya lleva mucho tiempo resistiendo, pues al final todo como todo, ¿no? Pues se desvanece, ¿no? Se harta. Eso es. Entonces, como digo, es capaz de soportar ciertos maltratos, digamos, entre comillas, agudos, pero cuando se vuelve crónico los hábitos, al final, con los años, acaba… Eso te iba a decir, que la edad influye no por la edad, sino a la hora de castigarlo.

Por eso mucha gente joven dice, a mí no me pasa nada, claro, porque es joven. En esto y en otras cosas, cuando vas cumpliendo años, pues todo se va acumulando, ¿no? Así es. Totalmente lo que acabas de decir es que funciona así, ¿no? Porque al final todo se va acumulando y nuestro… Se juntan además dos cosas. Que nuestro sistema o nuestro organismo se va… Con la edad va perdiendo eficiencia y además se junta lo que decías, ¿no? La carga.

Llegamos desde muy pequeñitos haciendo las cosas muy muy mal y todo esto se va acumulando, se va acumulando, hasta que al final, pues entre unas cosas y otras, pues todo estalla. Entonces, ¿qué pasa? Si tienes una casa en la que es nueva, cuando es nueva aguanta de todo, pero cuando se va deteriorando, si no la vas arreglando, si no la vas cuidando, pues al final entra agua por todos los sitios. Es lo mismo. Claro, esto al final es similar, ¿no? Es un símil muy bueno.

Entonces, ¿qué pasa? Cuando ya todo se ha debilitado, digamos que ganan la batalla las bacterias malas, porque también las hay y estas bacterias buenas combaten a estas malas, ¿no? Pero ¿qué pasa? Que cuando, como digo ya, se acumula todo esto, nos volvemos… Se vuelve un caos, ¿no? Digamos, la microbiota nuestra empieza una batalla acampal y pierden la batalla, generalmente, cuando llevamos haciendo las cosas tan mal tanto tiempo, ¿no? Entonces se produce la disbiosis, ¿no? Esta disbiosis que hablo es cuando se produce este fallo en la microbiota y hay varios tipos, ¿no? Tenemos el tipo de disbiosis o dismicrobialismo de putrefacción, el de fermentación, el de sobrecrecimiento o el de deficiencia, ¿no? Estos cuatro son… y además muchas veces suelen dar a la vez. Cuando ya tenemos la microbiota desvanecida, pues si se da el de putrefacción, ¿qué significa? Pues que estamos comiendo alimentos que no estamos diseñados para comer, ¿no? Mucha comida procesada, mucho alcohol… Entonces, ¿qué pasa? Que