Charlando sobre: El poder compartido, guía para explorar en BDSM en pareja 6f5c19

Hola, hoy vamos a meternos un poco a fondo en El Poder Compartido, que se presenta como una guía para explorar el mundo del BDSM. Nuestra misión aquí es desgranar un poco las claves que dan en estos textos para entender los principios básicos que proponen. Pues sí, porque desde el principio recalcan algo.

El conocimiento va antes que la acción. Se centran mucho en pilares esenciales para vivir esto de forma, digamos, plena y segura, basándose en toda esa práctica que tienen. Vale, pues vamos al lío. Hay un concepto que repiten bastante. La Trinidad. Consenso, comunicación y confianza. Y no son cosas separadas. Dicen que se refuerzan unas a otras. Y el consenso, me parece importante, no es algo estático. No, para nada. Es dinámico. Puede cambiar. Lo subrayan mucho. Ponen el ejemplo del bondage. No vale un sí general.

Hay que hablar de qué material, cuánto tiempo, si va a haber vendas, vamos, los detalles. Claro, son detalles cruciales. No son menores. Incluso citan a alguien anónimo que dice cómo el BDSM les ayudó a comunicarse mejor en pareja, a fortalecer la confianza. Y eso conecta directamente con el tema de los límites. Fundamental. El texto los presenta como la base para que la práctica sea segura y satisfactoria, para diferenciarlo del abuso, vamos. Describen tres tipos, ¿no? Los rígidos, que serían los no absolutos.

Eso es, innegociables. Luego, los flexibles, que son como los quizás. Se puedan hablar, negociar. Y los temporales, que dependen del momento. Ponen ejemplos prácticos, como, bueno, acordar un spanking suave al principio si no se ha hecho nunca. O evitar, por ejemplo, la humillación verbal si a alguien le recuerda cosas chungas del pasado. Tiene sentido. Sí, sí, muy lógico. También mencionan los contratos escritos. Ah, pero especifican que no tienen validez legal, ¿eh? Claro, es más un valor simbólico, práctico, para dejar las cosas claras.

Aunque dicen que si la comunicación es muy buena, pues igual no hacen falta. Es una herramienta más, digamos. Si ayuda, bien. Si no, pues tampoco es obligatorio.

Otro punto clave. Los roles. Dominante, sumisa o sumisa. Y el rol switch, que a veces se olvida. Donde se intercambian los papeles. Me gusta cómo lo enfocan. No como ponerse un disfraz, sino como dinámicas que pueden, bueno, transformar la conexión de pareja. Exacto. Como una forma de explorar el poder, la entrega, de una manera pactada y segura. Puede intensificar la intimidad, dicen. Y para entrar en esa dinámica hablan de los preliminares. Sí, los describen como, como un puente entre la realidad normal y la dinámica BDSM. Son clave para crear el ambiente, la tensión, con palabras, rituales, gestos. Y la seguridad, claro, es otro eje.

Mencionan los enfoques SSC. Sano, seguro y consensuado. El más conocido. Y también el RAC. Riesgo asumido y consensuado. Que reconoce que hay prácticas con riesgos inherentes, pero se asumen conscientemente, con información. Pero sea cual sea el enfoque, la base siempre es la misma. Educación sobre los riesgos y respeto mutuo. Siempre. De hecho, al hablar de roles como el de amo o ama, enfatizan la responsabilidad que implica.

Liderar con empatía, cuidar a la persona que entrega su poder voluntariamente. No es sólo mandar, no. Es cuidar. Exacto. Y por eso también es tan importante el AFTER CARE, el cuidado posterior. Fundamental para volver a la normalidad, reconectar fuera de los roles, hablar de lo que se ha sentido. Y para prevenir el SUBDROP, ese bajón emocional que puede dar después aunque todo haya ido bien. Es cerrar el círculo cuidando. El número parece muy práctico, por lo que se lee.

Dan ejercicios concretos. Sí, por ejemplo, para desarrollar el lado dominante o para mejorar la comunicación no verbal, que es súper importante. El o visual, usar las manos. Y cubre un montón de fetiches y prácticas. Bondage, spanking, tacones, látigos, collares, pinzas, cera, castidad masculina, feminización, privación sensorial. Un abanico amplio, sí. Hay una cita que has mencionado antes sobre un flogger que me parece muy buena.

El flogger era sólo una herramienta, pero su poder venía de ella. Sí, ilustra bien que el significado lo da la dinámica, la intención, no el objeto en sí. Totalmente. Y también abordan cómo integrar esto en el día a día, no sólo en sesiones puntuales, con pequeños rituales, gestos. O cómo gestionar ser mami y pareja romántica a la vez, que puede ser complejo. O las dinámicas switch. Y la sección de preguntas frecuentes parece muy útil. Responden dudas sobre el tema.