Cero ejemplar o3ig

Hola amiga, ¿qué tal estás? Espero que muy bien. Yo estoy un poquito triste, como medio Madrid.

Bueno, medio Madrid y todo lo que es Madrid para abajo, porque llevamos, de verdad, dos semanas con lluvias, dos semanas con cielos luices. Dos semanas que el tiempo no acompaña, no se ha enterado este tiempo que ya estamos en marzo, que estamos a una semana de que llegue la primavera, que es el mes más bonito, pero parece que hemos entrado en invierno. Madre mía, qué tiempo más feucho y, queréis o no, como estamos conectados con todo, afecta un montón en el estado de ánimo.

O sea, no tiene nada que ver un día de sol con un día nublado, gris, de verdad, ¿eh? O sea, nada, nada que ver. Esto es lo que hay y lo que tenemos que hacer estas semanitas es autocuidarnos mucho, trabajar mucho el hábito del diálogo interior y no caer en estas conversaciones con nosotros mismos de autodestrucción, de tristeza. Intentar ver el lado bueno de las cosas, que es muy difícil porque lo fácil es caer en esta rueda, como empezamos en este podcast y ver lo negativo y entonces las noticias y todo es negativo.

Y, madre mía, madre mía, yo también caigo, ¿eh? O sea, yo sé que al final el ser positivo, el ver el lado positivo de las cosas y demás, sé que se puede, pero es que es un trabajo y es un hábito diario porque a la mínima que te descuidas, efectivamente, la mente va a lo negativo, la mente va a enfocarse en todo lo malo y encima el entorno, que si no lo cuidas muy bien puedes caer en el automatismo continuamente, como nos están metiendo miedo con todas las noticias y, claro, es que es muy, muy fácil caer en eso.

Entonces hay un hábito que tenemos que implementarlo, de verdad, que es trabajar la parte consciente de decir, bueno, a ver, ¿cómo me estoy hablando? Porque yo de verdad que no me siento con la energía y luego la energía, ¿no? Es decir, o sea, si estoy bajita, aunque me cueste un montón, aunque no me apetezca nada, aunque me cueste horrores, ¿qué es lo que a mí me hace sentir bien? Y de verdad que cuesta un montón, de verdad que lo más fácil es no hacer nada, que lo más fácil es quedarse en la queja, en la culpa y quedarte como una seta, mirando a la nada o haciendo scroll en redes sociales.

O viendo una serie de Netflix, sin más, y encima hoy en día tenemos tanta oferta que ni siquiera sabemos qué ver y no nos enganchamos ya a nada porque estamos viendo la serie y estamos con el móvil. Entonces eso es lo fácil, pero no, hay que ser fuertes, hay que salir de ese bucle, cortar y pasar la acción, contar o hacer un descuento de 3, 2, 1 y venga, voy a implementar aquello que me hace sentir bien, aquello que me da muchísima energía y vamos, a mí esta semana desde luego me está costando, ¿eh? Me está costando y esperad, igual escuchéis un poquito la tele porque me estoy acercando al salón que voy a quitar la calefacción que hace un calor en esta casa, sí, sí, sí. Nada, es que estoy grabando el podcast acá, nada, es que estoy grabando el podcast y está mi padre en casa y me empieza a hablar como si nada, porque como grabo el podcast hablando al móvil se cree que estoy enviando un audio de voz.

Y claro, hemos puesto la calefacción a tope y me dice, hace ya un calor y yo, sí, sí, pues eso es lo que os decía. En esta temporada o temporadas que tengáis, que es normal, porque la vida son etapas, son temporadas y hay veces que, bueno, pues que estás muy arriba y que tenéis la energía súper arriba y el día y el tiempo acompaña, ¿no? Como puede ser pues primavera, puede ser principios de verano que tampoco cuando hace mucho calor, sino que si está muy bien y tal, es muy fácil tener la energía arriba. Pero de verdad, ¿eh? Qué palizón las dos semanas de lluvia, de cielos grises, de temperaturas frías porque, uf, no baja la energía. Porque claro, eso te hace salir menos de casa, estar con menos o con la luz solar.

A mí el ejercicio al aire libre me cuesta muchísimo más y, de hecho, en vez de ser gozoso, pues es bastante incómodo. Bueno, en fin. Y ya en mi caso particular me está pasando que, bueno, que yo ya sé que predigo mucho, o sea que digo mucho y a veces me da rabia, pero a veces me da rabia no predicar cuál es el ejemplo y de verdad que llevo semanas que creo que soy cero ejemplar en todo.

O sea, cero ejemplar de súper pasada de trabajo, súper pasada de los nervios, súper pasada de no poder descansar, súper pasada de no elegir mi vida, sino verme en piloto automático. Pero bueno, como siempre digo y repito, soy consciente. No me importa también itirlo, o sea, no soy una máquina. Sé muchísimo, pero de verdad es que de la teoría a la práctica hay un mundo y luego la vida es