Las cenizas de nuestra cultura (Parte 2/2) - Sabiduría, Ciencia y Fe 6f3r8

Estamos en María Visión, en el programa del Padre Santiago, que llamamos a violía, ciencia y fe. Estamos hablando en estos días de los problemas que tenemos planteados a nivel universal en la cultura occidental.

Hemos hablado en alguna otra ocasión de los grandes pilares, de las murallas, de la civilización occidental que están siendo destruidas, tumbadas, acabadas con ellas. Hoy vamos a hablar un poquito de por dónde va lo que podemos llamar las cenizas de nuestra cultura. Se ha puesto de moda, como ustedes saben, el que como cuesta mucho enterrar a un cadáver, es mucho más fácil quemarlo, lo convertimos en ceniza, lo ponemos en una urna, lo llevamos al altar, decimos la misa de cuerpo presente, más bien de cenizas presente, y luego ya saben que conviene enterrarlo en tierra sagrada. Nada de llevárselo al propio jardín o llevárselo un poquito, como hacen algunas personas, pues a su casa, para recordar a la persona fallecida. En principio hay que recordar que el tiempo cristiano nos señala la relación que tiene el cuerpo con el espíritu y que por lo tanto el cuerpo pertenece a la persona, aunque sea el cuerpo de un hombre muerto, sigue teniendo una relación con la resurrección futura en Jesucristo.

Esto no lo podemos olvidar y por lo tanto, así como hay que guardar en vida la dignidad de la persona, hay que respetar en la muerte la dignidad del muerto, vamos a llamarlo así. Pero desgraciadamente este problema de hacer cenizas, me parece que también hay algunos que están empeñados en tirar por tierra y por completo las cenizas, así la llamo yo, de lo que nos queda de la cultura occidental. Claro, yo no me pongo triste porque sé que es inútil. Yo recordaría a todos estos ateos, ateotes, ateones, marxistas, democristianos, que no son cristianos nada, ni demócratas tampoco, demócratas sociales, todos estos partidos que andan por ahí, les recordaría algo que es muy cierto y que es un poquito difícil decir, porque yo sé que hay políticos muy sensatos, no son todos, pero la mayoría, por lo que veo y por las votaciones que hacen o que permiten, los políticos son unos idiotas, por decir, invertebrados, que creen que tienen razón y no saben lo que es la razón y mucho menos razonar. Esta es la realidad. Entonces, vamos a hablar en qué niveles de envilecimiento moral está una buena parte de nuestra sociedad. Nuestra sociedad se está desmoronando poco a poco.

No hay nacimientos. Se ataca la iglesia, se ataca las iglesias, se ataca el honor, se ataca la virtud. Estamos sometidos a corrupción. Ahora lo que priva son las drogas. Los grandes millones se hacen con las drogas, con el tráfico infantil, como hemos comentado ya, de niños y de niñas. Es decir, hemos perdido la vergüenza, hemos perdido la dignidad. ¿En qué niveles de envilecimiento especulativo y moral está una buena parte de nuestra sociedad? ¿A parte o apenas podemos ver en televisión? Bueno, hay programas que están viendo, digo que sea todo así, pero una buena parte es unas tonterías tremendas y ante el desánimo social, el pan y circo que nos ofrecen a diario la televisión, los radios, los medios de comunicación, los periódicos, incentivando lo chacabacano, los enredos, las comidillas, los engaños. Abran ustedes un periódico de España, un periódico de Alajara, de México, y dirá que fulanita ya rompió con menganito, que fulanita está tristísima porque su novio la mandó a volar, porque el teniste no puede hacer nombre, fulano ya le pidió su divorcio, porque ya anda con otra.

Ahora lo normal es andar con otra, ya no es tener... Habla mucho de parejas, pareja, en pareja, pareja, pareja, pareja. En mi tierra las parejas eran de bueyes y de mulas y también de burros, eran parejas. Ahora se habla de el hombre y la mujer, el novio y la novia, el esposo y la esposa, como si fueran parejas. Probablemente se llama pareja de idiotas, en ocasiones, muchas ocasiones, pero aún así tiene la dignidad de ser humanos y por tanto hay que tratarlos con la dignidad que tiene todo lo humano. ¿En qué niveles de envilecimiento espiritual y moral está una buena parte de nuestra sociedad? Me reía porque un amigo me decía algo que se ha dado muchas veces, no solamente me ha pasado a mí, a otras muchas personas, con intentos de intelectual, muy apesadumbrado por las circunstancias de lo que estábamos viviendo, decía mira muchacho, olvídate de todo, olvídate de todo, no vayas a ningún cine, no prendas la televisión, no leas ningún periódico, vuelve a recordar lo que era la familia hace 50 años, hace cientos de años.