El Caso Tingle: Literatura Erótica, Conspiraciones y Culos Espaciales 622z2z

Días extraños con Santiago Camacho Hoy en nuestra sección vidas extrañas vamos a superarnos, vamos a dar un triple salto mortal con Tirabuzón y a superar todos los límites de la extrañeza conocida.

Y si no, juzgad por vosotros mismos.

Imaginaos a una pareja gay, Alex y Keith.

Alex está nervioso porque tiene miedo a volar y el vuelo en el que está ahora mismo pues está experimentando una serie de turbulencias bastante fuertes y Keith, pues es que Keith es el avión, no el piloto del avión, no, el avión.

Y Keith, pues bueno, intenta tranquilizar a Alex y se hacen amigos y ligan y van a la mansión de Keith y tienen un sexo fantástico juntos.

Estoy convencido de que esto va a ser lo más extraño que vais a escuchar esta semana.

Y es que esto es el argumento de una novela de Chuck Tingle.

Chuck Tingle es un autor muy célebre en determinados círculos, círculos también bastante extraños, que se autopublica a través de Amazon y que hace novela erótica gay.

Pero novela erótica gay con dinosaurios, con unicornios, con objetos como aviones de pasajeros o incluso con conceptos abstractos.

Su universo está poblado de unicornios motoristas, el presidente de los Estados Unidos es un Bigfoot o hasta el concepto del tiempo lineal puede llegar y darte lo tuyo.

Pero si la obra ya de por sí es notable y extraña, el personaje no lo es menos.

Chuck Tingle tiene decenas de miles de seguidores en Twitter y él solo sigue a una persona, a Taylor Swift.

Afirma ser maestro de taekwondo, tener una titulación en masaje holístico, sea esto lo que sea, y todos los días desayuna un enorme plato de espagueti.

Cada una de sus apariciones públicas no hace más que aumentar la intriga en torno a su persona.

En 2016, dos años después de la publicación de su primer libro, Tingle concedió una entrevista al Ian Bolsworth Show, uno de los podcasts más importantes de Gran Bretaña, y allí mantuvieron una larga conversación sobre los aspectos prácticos de tener sexo con un árbol.

Así comenzó una curiosa gira por los podcasts más importantes en habla inglesa, y casi todos los que le entrevistaron se mostraron impotentes a la hora de discernir si Chuck Tingle era un personaje ficticio creado pues vaya usted a saber con qué propósito, o una persona real muy, pero que muy rara.

Chuck Tingle también tiene un canal de YouTube, como no, y en ese canal, un hombre que dice ser Chuck Tingle ataviado con un traje blanco de taiwondo, dirige meditaciones con una bolsa de papel sobre la cabeza.

Pero para colmo, la voz que sale de debajo de esa bolsa de papel no es la misma que la voz de las entrevistas en los podcasts, lo cual no hace sino aumentar la confusión.

¿Uno de ellos es un impostor? ¿Lo son los dos? ¿Es Chuck Tingle una creación colectiva, una especie de máscara que se van poniendo diferentes personas? Presuntamente Chuck Tingle tiene un hijo, y este hijo ha dicho que en realidad su padre es una especie de autista superdotado que tiene tendencias esquizofrénicas.

En este punto, la broma, si se trata de una broma, pierde toda la gracia, pues, oye, ¿por qué no está bonito reírse a la gente?