
Descripción de Canadá Terrorífico 44a4b
En esta ocasión el Guardián del Cementerio nos lleva de viaje a Canadá. Un país conocido por su bella e imponente naturaleza. Sin embargo, bajo sus largos, en el interior de oscuras forestas y tras los muros de cárceles y hospitales hallarán el terror en estado puro. ¿Se atreven? Si todavía no eres Fan del programa, puedes hacerlo dándole un click en el botón azul de apoyar en la portada de nuestro canal y así podrás disfrutar de todos nuestros programas en exclusiva. Todos aquellos interesados en ponerse en o con el programa, pueden hacerlo a [email protected] ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1539797 3v294p
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Saludos desde la cripta. Les habla como siempre el guardián del cementerio en la oscuridad del campo santo. Sin duda cuando pensamos en Canadá solemos imaginar extensiones infinitas de bosques, lagos cristalinos y ciudades que incluso en invierno laten con una extraña calidez. Sin embargo bajo esa apariencia de civilización cortés existen rincones oscuros donde lo inexplicable no sólo habita sino que reclama su propio territorio tenebroso.
A continuación les presento cuatro casos donde el horror dejó una huella imborrable en la tierra de la hoja del arce. En el corazón de Montreal el Allan Memorial Institute se alza como un imponente recordatorio de una historia digna de las peores pesadillas. Durante los años 50 y 60 bajo el liderazgo del psiquiatra doctor Ewen Cameron este hospital se convirtió en el escenario de experimentos secretos financiados por la CIA en el marco del proyecto MK Ultra.
Pacientes que ingresaban por dolencias leves eran sometidos a técnicas brutales de desprogramación, electrochoques extremos, terapia del sueño donde los pacientes por cierto eran inducidos a un coma durante semanas y grabaciones repetitivas que buscaban borrar sus mentes, sus recuerdos. Algunos nunca volvieron a ser los mismos. Las paredes del Allan Memorial no sólo vieron sufrimiento porque muchos aseguran que todavía hoy los pasillos resuenan con gritos en la noche.
Testigos hablan de figuras de médicos sombríos, ecos de lamentos y habitaciones donde el tiempo parece congelarse por completo. Quizá la ciencia y el horror no estén tan lejos como creemos. Por ello hay un caso que yo titule en su momento los susurros del Allan Memorial. Ocurrió en el frío de diciembre de 2019 cuando éste se filtraba a través de las ventanas del viejo pabellón grey donde está allí ese imponente lugar.
Aquel vetusto edificio que alguna vez fue la joya psiquiátrica de la universidad McGill para Elodile Duke, una joven técnica de archivo recién contratada por el hospital, era sólo otro trabajo temporal. Una nueva manera de ganarse la vida. O al menos eso creyó por unos instantes inocentes. Ya que desde el primer día sintió que los pasillos respiraban. No como lo hace un edificio vivo en metáfora sino con un ritmo casi humano.
Las paredes parecían exhalar el pasar junto a ellas y el eco de pasos ajenos se deslizaba también detrás de su sombra cuando creía estar sola. La sección donde trabajaba, el archivo subterráneo, conservaba documentos clínicos sellados desde los años 50 y 60. Ya saben, la peor tragedia, la peor época para ese hospital. Le habían invertido algo antes de comenzar a trabajar allí. No intentes leer nada de lo clasificado. Limítate a digitalizar.
Pero obviamente la curiosidad pudo más. Lo que encontró entre aquellas carpetas amarillentas era muy perturbador. Había una paciente que le llamaban la 432 A.
La llamaban obviamente por decir algo.
Comentarios de Canadá Terrorífico 3i4c65