Boston sangriento T1: Un pacto con el diablo · A la fuga n6p5e

Este programa contiene escenas explícitas de crímenes que pueden herir la sensibilidad del espectador.

Cuando uno piensa en el crimen organizado de Boston, la primera cara que viene a la mente es la de James Whitey Bulger.

Sí, Whitey dejó huella y una colección de cadáveres por el camino.

Pero no estaba solo en ello.

Los bajos fondos de Boston estaban plagados de criminales.

Tener miedo de alguien no estaba en mi naturaleza.

Y despiadados jefes de la mafia.

Mataba gente sin parar.

Muchos de esos tíos se convirtieron en asesinos en serie.

Mataban a gente sin ninguna razón.

Eran profesionales que podían asaltar un furgón blindado.

Le colocaba en el suelo y le esposaba al asiento.

Entonces era cuando se asustaba de verdad.

Robar una obra de arte a plena luz del día.

Los bancos tienen seguro.

Los museos tienen seguro.

O traficar internacionalmente con armas.

La gente se preguntaba cómo pudieron escapar con un barco de 60 pies.

Si se quiere se puede y en esa época se quería.

Y dar caza al fugitivo más infame del mundo.

Whitey Bulger era un fugitivo muy hábil, era muy inteligente y cauteloso.

Ahora todas las historias salen a la luz.

Nos han pillado, lárgate de aquí. Es demasiado tarde.

Supervivientes que cumplieron sus penas.

Me han disparado cinco veces.

Y sobrevivieron para contar su historia.

Llegué a la puerta principal y dijeron, FBI, mierda.

Boston sangriento.

Tratando con el diablo.

En 1980 los famosos gánsteres James Whitey Bulger y su socio Steve Flemmi estaban al mando del crimen organizado de Boston.

Se conocieron en los años 70 cuando ambos eran soldados en la banda de Winter Hill.

Liderada por Howie Winter desde Somerville, Massachusetts.

En los años 70 la banda de Winter Hill tenía grandes ganancias.

Al menos hasta que se metieron en los amaños de carreras de caballos en la costa este.

Sobornaban a jinetes, los amenazaban, hacían de todo.

Apostaban por un caballo que no era favorito y ese caballo acababa ganando.

Hubo 21 detenidos, incluyendo a los jefes de Winter Hill.

Howie Winter, Johnny Martorano y Joe McDonald.

Por algún motivo, Bulger y Flemmi se fueron de rositas gracias a una extraña figura legal.

Whitey y Stevie fueron declarados cómplices no imputados.

No lo había oído en la vida.

Era un teleras de espejo Winter Hill.

Todo el mundo estaba huyendo o en la cárcel.

Así que la banda de Winter Hill quedó reducida a Whitey y a Stevie.

Para entonces, Bulger y Flemmi ya eran inseparables.

Las personalidades de ambos eran similares.

Explosivas, malvadas, sin problemas para pegar y matar a alguien.

Sus crímenes cada vez eran más violentos y despiadados.

Se alimentaba del miedo.

Era como Aníbal Lecter.

Era muy raro.

En los años 80, sus asesinatos eran más personales que por negocios.

Incluso empezaron a incluir a mujeres.

Debbie Davis era la novia de Stevie Flemmi y empezó a salir con otro hombre, por lo que él se puso muy celoso.

Whitey la odiaba.

En general, no le gustaban las mujeres.

Así que decidieron matarla.

Y luego mataron a Deb Hassie, que era la hija de Whitey.

Se había descontrolado, convirtiéndose en una drogadicta.

Parecía que Whitey nunca iba a ir a la cárcel.

Todo el mundo creía que era intocable.

Y eso era porque era intocable, gracias al agente corrupto del FBI, John Connolly.

A esas alturas, Whitey y Stevie trabajaban como informantes.

Y así, con el paso del tiempo, Whitey se volvió una persona más.

Y John Connolly era su responsable.