Las aventuras del intrépido Hermes (Diálogo con las diosas #23) 225y5k

También tenemos que recordar, y esto sí que es un marrón, Gemma, el momento en el que Hermes va a deshacerse.

La Gemma, ¿qué tal, Val? ¿De quién hablamos hoy? Pues, ¿tú te acuerdas de ese chicuelo que hemos mencionado en algún programa anterior que era así como muy travieso? Muy travieso.

¿No será Hermes? El mismísimo Hermes.

Mercurio para los romanos.

Así es.

Vamos primero a presentar su nacimiento, porque creo que es bien divertido.

Es hijo de Zeus, como no puede ser de otra manera, y de Maya, bueno, Maya es hija de una oceánide que se llama Pleione, y de un titán que es Atlas.

Así que por uno y otro lado tiene una ascendencia muy divina.

Divinísima.

Y vamos a contar que siendo, bueno, iba a decir bien niño, siendo recién nacido… Cuatro días, cuatro días.

Ya se va a caracterizar porque es un poco ladrón, se le da muy bien, un poco cleptómano este Hermes.

El caso es que nada más nacer, su madre, como era tradición en la antigüedad, lo envuelve en unas bandas, como en unos pañales, para que el bebé no se mueva, pero Hermes, que ya hemos dicho, ya hemos adelantado que es muy travieso, fácilmente se deshace de todas esas bandas y se escapa, se escapa y se va en busca de aventuras.

La primera aventura que se encuentra es en Tesalia y es con el rebaño de su hermano Apolo, que este estaba cuidando de este rebaño porque ya vimos en el programa que le dedicamos que se había rebelado en varias ocasiones contra Zeus, en una el castigo fue el construir la muralla de Troya y en otra fue servir a un mortal, y este mortal pues tenía este rebaño que Apolo estaba cuidando.

Así que en un momento en el que Apolo está distraído con su amor y meneo, así con estas cosas de enamorados que se te va a la vista, que si no sé qué, pues aparece Hermes así pequeñito, no se bebé, y se lleva a todas las vacas, 50, algunas dicen que 100 terneras, 12 cabras, un toro, bueno, en fin, muchos animales.

Y para que no lo descubra, ata a todos esos animales, para que no se vayan cada uno por su lado, y anda con ellos hacia atrás, mientras además va borrando todas las huellas, todo el rastro posible que puedan dejar, para evidentemente hacerle difícil a Apolo en encontrar de nuevo su rebaño.

Así que atraviesa toda Grecia, hasta que llega a Pilos, y allí sacrifica a dos de los animales, para ganarse un poco del favor de los dioses, y para otras cuestiones que ahora veremos, y al resto los oculta.

Así que Hermes vuelve a su casa, tranquilamente, con su madre, y Apolo, mientras tanto, desquiciado, porque no encuentra a su rebaño.

Gemma, pero me has dejado en ascuas con esto de, ya lo utilizará, ¿qué pasa aquí antes de avanzar? Pues ocurre que cuando llega a la gruta de la cueva en la que vive con Maya, se encuentra una tortuga, y dice, ala, y en vez de cuidar a la tortuga, pues la vacía, es decir, separa al animal del caparazón, y se le ocurre que con el cuero de los animales que ha sacrificado, de las vacas o los toros, hacer unas cuerdas, entonces tensa las cuerdas en el caparazón, y cuando las toca, emiten un sonido, así que Hermes acaba de crear la lira.

Recién nacido, decimos.

Pues un día, cuatro días, ya hemos dicho que, recién nacido.

Lo que pasa es que ya hemos dicho en nuestro programa anterior que Apolo es el dios de la lira.

Aquí hay algo que no me cuadra, pero quizás tenga que ver con todo el asunto del robo.

Hombre, por supuesto, si quieres continuamos.

Sí, pero antes voy a leer un texto muy divertido, porque Zeus, el padre de Hermes, ante la insistencia de Apolo, que va a dar las quejas sobre el robo, le va a reclamar a la criatura, que es lo que es.