Auges y caídas miserables - Lágrimas en la lluvia S06E09 3q4e

Claro, tío. A ver si hay algún jurista, abogado o algo por aquí de pro, que le gusta la miseria.

Y nos queda dejar algún comentario sobre… ¿Estaría penado dejar un truñito así, con cariño, en la maneta de un coche? ¿Por aquí que no tiene ni puta idea de aparcar? Probablemente lo está. Bueno, oye, cerdas, perras, aparte del eco que tenemos… Cerdas. ¿Eh? Dale el cepillo. ¿Podemos… salir, que hace tiempo que no lo hacemos y ya se nos ha olvidado todo? Hace tiempo que no lo digo. ¡Lánzate, carnal! ¡Me lanzo! Podemos y debemos.

¡Venga! Este programa explora los comportamientos poco comunes y algún teleespectador podría encontrarlo ofensivo.

En 2020, tres de los mejores hombres de la Universidad de Cincinnati, que formaban un podcast donde solo se hablaba de miseria, vicisitudes y curiosidades, fueron baneados por parte del sistema.

No tardaron en alojarse en iVoox, donde se encuentran recluidos.

Siguen creando programas de mierda y sobreviven como podcasts de fortuna.

Si tiene problemas para hacer amigos en el ascensor o otros eventos sociales, si los escucha, quizá le puedan polinizar los oídos.

Lágrimas en la lluvia.

La miseria nos encanta.

La miseria me encanta.

Omae wa mou shindeiru.

¿Has dicho cipotra? Por el jalado gemen de Sálzaro.

Comer cosas que harían vomitar a una cabra.

Yo lo que siento es la miseria.

Joder, ¿cuántos días sin venir aquí delante de este micro? ¿Qué pedía miseria? ¿Qué pedía polinización aural? Y es que parece ser que nos habíamos tomado un pequeño descanso, pero no ha sido así.

Si estás escuchando este programa por primera vez, que el Hades te pille confesado.

Y si ya eres un miserier de pro que sabes a lo que has venido, solo decirte que no hemos cogido carrerilla, no, no.

Nos hemos proyectado al universo miserable y dentro de poco vas a tener un estreno en este canal que está a la altura de los éxitos más miserables de Netflix.

¿Pero qué digo de Netflix? No, no, no.

De Plex.

Esas películas de mierda que no conoce nadie van a encontrar un serio competidor con Nick, transportista espacial, una epopeya miserable que está creciendo más de lo que hubiéramos podido imaginar.

Pero dejando eso de lado, hoy hemos venido a hacer lo que mejor se nos da, un programa de los tradicionales, de esos en los que ya sabéis, el menú está compuesto de miseria primero, miseria después y si hay tiempo, más miseria.

Sí, porque todo esto tiene un solo propósito.

Hacerte trascender.

Sí, a ti, querido oyente, al que nos estás escuchando.

Ves a saber dónde.

Puede ser que estés en el lavabo tirando un mojón o corriendo o tal vez trabajando.

O ves a saber experimentando la miseria en tus propias carnes.

Pero sea como fuere, hoy vas a trascender.

Te vas a convertir a ser de luz, te vas a disasociar para formar parte del todo y reconfigurarte en el yo, ahora sí, más evolucionado.

Y para ello, como siempre, vamos a hacerlo a lomos de una barca que cruza Isur Calades pagándole con monedas del rey emérito a este pobre diablo que se llama Caronte.

¿A quién coño llamas tú, pobre diablo subnormal de los cojones? Que yo soy aquí una puta alma errante que lleva ya más miseria que las putas furias, joder, y encima me lo tiras por la cara.

Oye, Caronte, Caronte, que ya tenemos unos cuantos años de tí a tí, me gustaría que me siguieras un poco más el rollo.

Yo a ti no te sigo, vamos, no te sigo ni a Clumet y Saga de Panamá, ¿eh? Bueno, vamos a dar paso a los dos remeros que faltan para que podamos hacer esta cometida.

Y el primero...