Audio del programa La Herreria Jazz Nº 890 del 3/5/2025 junto a Santiago Lacabe 2j681f

La herrería, lo mejor de la música nacional y de todo el mundo, con el recuerdo permanente de Nano Herrera, un grande de la radio argentina.

Conducción Claudio Parisi y Néstor Rodríguez.

La herrería, para que aquella vieja magia no se pierda.

Buenas noches, aquí comienza La herrería, este programa de homenaje a nuestro querido Nano Herrera, y hoy con alguien que está por primera vez en el programa, a pesar de que nos comunicamos en más de una oportunidad, el gran baterista, compositor y arreglador Santiago Lacabe.

Santi, ¿cómo estás? ¿Qué tal Claudio? Un gusto hablar con vos, muchas gracias por la presentación, aquí muy contento de estar acá en La herrería.

Bueno, te cuento, en el programa el músico hace como una especie de autobiografía, así que contame un poco dónde naciste, cómo estaba formada tu familia.

Bueno, yo nací en la capital federal, en el año 1980.

Sí, ¿qué barrio? En el barrio de, en realidad, en Balvanera, nací en una clínica en Balvanera, mis viejos vivían en Primera Junta en esa época, después pasamos un tiempito por Devoto y más o menos para preescolar ya me fui para mi barrio Ciudad Evita, donde viví hasta los 20 y pico de años ya.

Claro, sí, sí.

23 años.

Donde ahí empecé, digamos, a tener el vínculo con la música y a conocer amigos y demás.

¿Sos único hijo, tenés hermanos? Somos cuatro hermanos, mi hermano mayor, Juan, que también es músico, que es un referente para mí, y dos hermanas menores.

¿Qué toca, Juan? Mi hermano es pianista, pianista y compositor más volcado a la música clásica y después, bueno, fue compositor así de canciones también y al día de hoy sigue tocando.

Mirá que lindo.

Así que, y bueno, dos hermanas menores que no tienen vínculo con la música, de música, pero son fans de la música, les gusta la música, les gusta ir a escuchar música.

O sea que había mucha música en tu casa cuando vos eras chico.

Había, no tanto en mi casa propiamente dicha, en el núcleo familiar, pero sí con mis tíos.

O sea, mi mamá tiene cinco hermanos, de los cuales uno toca el piano, otro toca la guitarra, otro era bajista en esa época, después se pasó a la guitarra y eran muy melómanos, había muchos discos en casa de mis abuelos y se escuchaba mucha música y había muchas charlas.

Sí, sí, sí.

Y bueno, un poco lo que se hablaba era que faltaba batero, porque yo era chiquito y escuchaba las charlas, decía había bajista, había violero, había pianista y faltaba batero.

Y ahí, bueno, mi hermano primeramente, bueno, mi viejo era de pincharnos un poco, nos compró un equipo de música, después compró un tecladito.

Sí, nosotros teníamos 10, 12 años y nada, ahí mi hermano arrancó con el tecladito a sacar melodías, él solo, y nada, yo fui medio siempre detrás de él, lagando un poco.

Aparte me imagino que tu hermano te abriría la cabeza con respecto a la música, porque él al ser más grande por ahí ya empezaba a escuchar rock, empezaba a escuchar música de acá, rock sinfónico, no sé qué.

Sí, sí, mi hermano como yo digo… Te iba como empujando, él no era tu maestro.

Él iba delante mío como desmalezando el camino, como la guadaña iba.

Qué buena imagen.

Y nada, obviamente me hacía escuchar cosas que yo a veces lo sacaba cagando, no quería escuchar, decía no, esto no, pero eran Charlie, eran no sé los Beatles, nunca, a él el jazz no lo interpeló mucho, viste.

Sí, y bueno, ahí en las reuniones familiares todos opinaban y decían falta un baterista, falta un baterista.

Ahí fue que vos empezaste a mirar la batería con gusto, o cómo fue que apareció la batería en tu vida.

Sí, o sea, no recuerdo un momento, pero sí recuerdo esos comentarios, y yo decía bueno, a ver, y después hubo una vez creo que tocó mi tío con una de sus bandas en lo de mi abuela, ahí mismo en el jardín, y me acuerdo que flasheé viendo la batería ese día, yo no me acuerdo ni que edad tenía, pero era una batería roja, eso sí me acuerdo.

Y ahí me empezó como a picar el bichito, hice algún intento de armar una bata con algunos cacharros en lo de mi vieja, y mi vieja era despierta, o sea, no se escuchaba, y veía, y me dijo che, si querés, te consigo un profesor que vive al lado de lo de Norma, que Norma es la mejor amiga de mi vieja que vivía en el barrio, Norma Parisi se llama, tuvimos apellido, y ella le dijo, está Gabriel acá que da clases, no sé qué, por qué no lo traes, y fue.