El Árbol ( H P Lovecraft) 67f2y

En una verde ladera del monte mena lo en arcadia se halla un olivar en torno las ruinas de una villa al lado se encuentra una tumba antaño embellecida con las más sublimes esculturas pero sumida ahora en la misma decadencia que la casa a un extremo de la tumba con sus peculiares raíces desplazando los bloques de mármol del pentélico mancillados por el tiempo crece un olivo anti naturalmente grande y de figura curiosamente repulsiva tanto se asemeja a la figura de un hombre deforme o a un cadáver contorsiona do por la muerte que los lugareños temen pasar cerca en las noches en que la luna brilla débilmente a través de su ramas retorcidas el monte mena lo es uno de los parajes predilectos del temible elephant el de la multitud de extraños compañeros y los sencillos pastores creen que el árbol debe tener alguna espantosa relación con esos salvajes chilenos pero un anciano abejero que vive en una cabaña de las cercanías me contó una historia diferente hace muchos años cuando la villa de la cuesta era nueva y resplandeciente vivían en ella los escultores kalos y mullidas la belleza de su obra era alabada de lidia á neápolis y nadie osaba considerar que uno sobrepasaba al otro en la habilidad el hermes de carlos se alzaba en un marmóreo santa de corinto y la palas de mullidas remataba una columna en atenas cerca del partenón todos los hombres rendían homenaje a carlos y mullidas y se asombraban de que ninguna sombra de envidia artística enfriara el calor de su amistad fraterna pero aunque kalos y musicales estaban en perfecta armonía su forma de ser no eran iguales mientras que musi des gozaba las noches entre los placeres urbanos de teja carlos prefería quedarse en casa permaneciendo fuera de la vista de sus esclavos al fresco amparo del olivar allí meditaba sobre las visión es que colmaban su mente y allí concebía las formas de belleza que posteriormente inmortalizaría en mármol casi vivo los ociosos por supuesto comentaban que carlos se comunicaba con los espíritus de la arboleda y que sus estatuas no eran sino imágenes de los faunos y las dríadas con lo que con los que se codeaba ya que jamás llevaba a cabo sus trabajos partiendo de modelos vivos tan famosos eran kalos y mullidas que a nadie le extrañó que el tirano de siracusa despachara enviados para hablarles acerca de la costosa estatua de taiko que planeaba erigir en su ciudad de gran tamaño y factura sin par había de ser la estatua ya que habría de servir de maravilla las naciones y convertirse en una meta para los viajeros honrado más allá de cualquier pensamiento resultaría aquel cuyo trabajo fuese elegido y carlos inútiles estaban invitados a competir por tal distinción su amor fraterno era de sobra conocido y el astuto tirano conjetura que en vez de ocultarse sus obras se prestarían mutua ayuda y consejo así que tal apoyo produciría dos imágenes de belleza sin par cuya hermosura eclipsará incluso los sueños de los poetas los escultores aceptaron complacidos el encargo del tirano así que en los días siguientes sus esclavos pudieron oír el incesante picoteo de los cinceles kalos inútiles no se ocultaron sus trabajos aun cuando se reservaron su visión para ellos dos solos a excepción de los suyos ningún ojo pudo contemplar las dos figuras divinas liberadas mediante golpes expertos de los bloques en bruto que los aprisionaban desde los comienzos del mundo de noche al igual que antes musicales frecuentaba los salones de banquetes de tejeda mientras que carlos rondaba a solas por el olivar pero según pasaba el tiempo la gente advirtió cierta falta de alegría en el antes radio antes fusiles era extraña comentaban entre sí qué esa depresión hubiera hecho presa en quien tenía tantas posibilidades de alcanzar los más altos honores artísticos muchos meses pasaron pero en el semblante apagado de música es no se leía sino una fuerte tensión que debía estar provocada por la situación entonces moisés habló un día sobre la enfermedad de kalos tras lo cual nadie volvió a asombrarse ante su tristeza ya que el apego entre ambos escultores era de sobra conocido como profundo y sagrado por tanto muchos acudieron a visitar a los advirtiendo en efecto la palidez de su rostro aunque había en él una felicidad serena nah que hacía su mirada más mágica que la de misiles quien se hallaba claramente absorto en la ansiedad y que apartaba los esclavos en su interés por alimentar y cuidar al amigo con sus propias manos ocultas tras pesados cortinajes se encontraban las dos