Analizamos al equipo Mercedes F1 2025 1w1f4u

¡Hola, hola, hola, hola! ¿Qué tal, qué tal, qué tal? Sean bienvenidos a la Ventana del Motor.
Llamémosle leyenda del deporte también, ¿por qué no? Porque ha marcado época,
ha marcado una época. Hoy tenemos que hablar de Mercedes. Ese temido Mercedes en la era híbrida,
que aunque ahora aparece en horas bajas, seguro que sale a flote. Miramos sus pretensiones,
para esta temporada analizamos sus pilotos y lo que pueden darnos. ¡Vamos para allá!
Imaginarse esto, un equipo que llega, domina, desaparece, regresa en silencio y se convierte
en una bestia imparable. Y luego cae en batalla épica contra nuevos titanes. Pues sí,
esta es la historia de Mercedes en la Fórmula 1. Un relato con más drama que en Telecinco por la
tarde y con más velocidad que la vida de Pocholo. Antes de empezar, agradecer, ¿no?
Agradecer el apoyo, que episodio tras episodio estáis los que estáis ahí detrás de los cascos,
¿no? En el coche, escuchándome, escuchando estas cositas de Fórmula 1, comentando.
Muchas gracias de corazón. Dale a me gusta, sigue el podcast, mamón, que no te cuesta nada y que es
gratis y a mí me ayuda un montón, ¿vale? Para hacérselo llegar a más y más gente. Gracias
a todos también lo que habéis preguntado por mi resfriado. Estoy mejor, estoy mucho mejor,
¿vale? Y nada, hoy vamos a lo que vamos, ¿no? En el día de hoy. Nuestra historia comienza mucho
antes de que la Fórmula 1 ni siquiera existiera. Allá por los años 30 ya Mercedes-Benz era un
hombre temido en las carreras. Sus famosos flechas de plata eran máquinas de otro planeta,
diseñadas con precisión alemana y con una velocidad que dejaba a todos boquiabiertos.
Pero la gran guerra detuvo todo y cuando la Fórmula 1 nació, en 1950, Mercedes tardó en
subirse al tren, hasta que en 1954 dijeron, bueno, si vamos a hacer esto, lo vamos a hacer a lo grande
y bien que lo hicieron. Y así lanzaron el W196, ¿no? Una máquina tan avanzada que hacía que los
demás coches fueran carritos de golf. Al volante puncieron a un tal Juan Manuel Fangio, el dios
del automovilismo, uno de los dioses del automovilismo, un tipo que podía conducir
sobre hielo sin despeinarse y sin rebalar. Resultado, Mercedes destruyó la competencia
en 1954 y en 1955. Pero entonces, una tragedia. En Le Mans de 1955, en las 24 horas de Le Mans,
un Mercedes choca, sale volando, explota y mata a más de 80 personas, siendo considerado
uno de los accidentes más catastróficos de la historia del automovilismo. Un Mercedes impactando
en las vallas y matando a más de 80 personas. Mercedes, pues, decide retirarse de todas sus
competiciones, ¿vale? De todas las competiciones del motor. Así, de la noche a la mañana, el equipo
más dominante de esa época, hasta la fecha, desaparece. Y durante 30 años, Mercedes estuvo
fuera del automovilismo realmente. Mercedes nunca perdió el gusto por la velocidad. En los 90s
regresaron de manera sigilosa y suministrando motores a Sauber y luego a McLaren. Ahí aquí
entra en escena un finlandés con cara de póker, llamado Mika Hakkinen, que con un McLaren Mercedes
logró romper la hegemonía de Ferrari y Schumacher en 1998 y 1999. McLaren Mercedes era fuerte,
era muy fuerte, pero no lo suficiente. En los 2000, Schumacher y Ferrari se convierten en una
dinastía. Todo el mundo lo tenemos en mente, ¿no? Y Mercedes se dio cuenta de algo crucial. Si
queremos ganar, no podemos ser solo motoristas. Necesitamos ser nuestro propio equipo. Y entonces
Mercedes comenzó a tramar algo grande. Un equipo llamado Brown GP, con un presupuesto de un
sándwich y un Coca-Cola, gana el Mundial con Jenson Button. Seguro que todo el mundo también lo
recordamos. Mercedes ve la oportunidad y dice, este equipo tiene potencial, lo compramos. Todos nos
acordamos, ¿no? De Brown GP. Seguro que sí, porque fue bastante especial cómo ganó y tal. Así, en
2010, Mercedes regresa oficialmente a la Fórmula 1 como equipo de fábrica. Y para darle un