Amina (Edward Lucas White) 3l1t1m

Waldo enfrentado a la realidad de lo increíble como él mismo lo habría expresado estaba aturdido en silencio aguanto que el cónsul le condujera desde la tibia penumbra del interior a través de la ruinosa entrada a la torre y de ahí deslumbrante luminosa edad del paisaje desértico jassán le sirvió símbolo la vista atrás ni una sola vez sin mediar palabra había cogido la pistola que waldo sujetaba débilmente y se la llevó junto a la suya propia y la del cónsul el cónsul avanzó por la gruesa arena unos cincuenta pasos desde la esquina suroeste de la tumba hasta un trozo de muro medio en pie desde el que había una vista despejada de la entrada a la tumba y del lateral con la grieta más garantía jassán ordenó vigilia aquí pasan dijo algo en persa cuantos cachorros sabía preguntó el consulado waldo waldo lo mío mudo cuantos jóvenes vio preguntó veinte o más respondió por waldo eso es imposible replicó al cónsul parecía haber unos dieciséis o dieciocho aseguró jassán sonrió y gruñón el cónsul le quitó dos pistolas le pasó a waldo la suya y ambos rodearon la tumba hasta la misma distancia de esta pero en la esquina opuesta había otra ruinas y delante de ellas en el lado de la tumba había un bloque de piedra en su mayor parte a la sombra del muro muy práctico dijo el cónsul siéntese en esa piedra y apoyarse en el muro póngase cómodo está un poco conmocionado pero se pondrá bien enseguida debería comer algo pero no tenemos nada aquí en todo caso de un buen trago a esto permanecido a su lado mientras waldo tragaba con dificultad el brandy a secas jassán le traerá su canto imploro antes de irse continuó el cónsul me va mucho porque deberá quedarse aquí un rato y ahora présteme atención debemos acabar con esta salí mañas el macho debe de estar ausente se hubiera estado cerca usted no estaría con vida ahora los cachorros no deben de ser tantos como dice usted pero calculo que te podremos que enfrentarnos a diez de ellos una camada entera debemos sacarlos axial los consumo jassán regresará al campamento y traerá gasolina que al guarda mientras tanto usted y yo debemos asegurarnos de que no escape ninguno tomó la pistola de waldo abrió la recámara al hacerlo examinó el cargador y será devolvió ahora míreme con atención dijo se alejó mirando a su izquierda al pasar la tumba finalmente paro y apiló varias piedras ve estas piedras preguntó cuánto le respondió a gritos afirmativamente el consultor de egreso recorrió la misma línea mirando ahora su derecho a una vez pasada la tú finalmente a una distancia similar apiló otro montón de piedras volvió a preguntar gritando y de nuevos recibió una respuesta de nuevo regreso bueno está seguro ahora de que ve con claridad esas dos marcas que he puesto muy seguro respondió waldo es importante la advirtió el cónsul voy a regresar donde deje aja sean para vigilar desde allí mientras él no está usted vigilará desde aquí puede pasar tanto como quiera de una pila de piedras a otras desde ambas puede perder mi puesto no se desvíe de la línea que va de una marca la otra porque en cuanto jassán se pierda de vista dispararle a cualquier cosa que se mueva cerca siéntese aquí hasta que me vea colocar límite similares para mí vigilancia vaya entonces a la marca más aleja nada y luego dispare a cualquier cosa que se mueva y que no estén mi linea de vigilancia esté atento a su alrededor hay una posibilidad entre un millón de que el macho regrese de día por lo general son nocturnos pero esta madriguera es evidentemente excepcional este vigilante que ahora escuche media no tiene caer en ningún sentimental mismo estúpido por la semejanza que imagines de estas salir mañas con seres humanos dispare y dispare a matar no sólo es nuestro deber en general eliminarlos sino que suponen un gran peligro para nosotros si no lo hacemos hay muy poca o ninguna solidaridad en las común unidades ventanas pero en las comparativamente pocos puntos en los que existe opinión pública actúa con asombrosa rapidez y vigor una cuestión en la que no existe discusión es que es responsabilidad de todo hombre ayudar a erradicar a estas criaturas la buena y antigua costumbre bíblica de lapidar es el modo de linchar de los indígenas de los alrededor estos asiáticos modernos son muy capaces de ajusticiar de esa manera cualquiera señalado por no cumplir sus obligaciones contra estos monstruos hostiles si dejamos que escape uno solo y se extiende el rumor podríamos propiciar un estallido de