5 Técnicas para mejorar la toma de decisiones 2c4sh

¿Si alguien te dijera que puedes darte cuenta de tus errores antes de cometerlos? ¿Y eso se pudiera? ¿Te gustaría saber cómo poder hacerlo? Bueno, pues en este vídeo vamos a ver 5 técnicas que te van a ayudar justamente a esto, porque vamos a hablar de técnicas de racionamiento. Quédate y lo vemos.

Fijaros, cuando tomamos una decisión, sería ridículo poder juzgar esa decisión que acabo de tomar simplemente viendo que es coherente. Bueno, pues eso es una estupidez, porque las decisiones no las podemos medir en base a la coherencia, y más sobre todo en base a la coherencia que nosotros mismos le damos de ella, porque son decisiones que nosotros hemos tomado, las vamos a ver en la gran gran mayoría de las veces, las vamos a entender que son decisiones coherentes y por lo tanto no vamos a cambiar de opinión.

Esto no vale. No vale para ver si he cometido un error a la hora de tomar una decisión simplemente porque la coherencia era sólida. No, tenemos que ir a lo que vamos a llamar al mundo de las hipótesis. Tenemos que construirnos hipótesis alrededor de una decisión para ver si esa decisión la estoy tomando de forma realmente razonable y constructiva o al revés estoy cometiendo errores. En ese mundo de las hipótesis vamos a trabajar con 5 técnicas, 5 técnicas de Julia Galef en su obra de la mente del explorador que ahora os comparto y que vamos a pasar a detallar.

La primera de las técnicas se llama el test de doble rasero. Imaginaros esta situación. Yo estudié ingeniería informática año 97, en esos momentos de 100 personas que habíamos en clase, pues 90 éramos chicos y 10 eran solamente chicas. Claro, imaginaros la situación en las escenas de la UNESIDAD. Oye, pues las 10 chicas de la clase, de los 90 chicos que hay, pues las 10 chicas se van a fijar en aquellos 10 más atractivos. Y claro, tú dices, oye, macho, ¿esto por qué ocurre así? No, con todos los chicos que habíamos solamente se tienen que fijar en los más atractivos.

No me parece justo, tal, lo que sea. Bueno, ya has emitido un juicio. No me parece justo y adecuado. No comparto la opinión. ¿Por qué lo hacen así? Ahora imagínate la situación contraria. Imagínate que en vez de estudiar informática estás estudiando enfermería y que solamente hay 10 chicos en clase de 100 y que te vas a esa escena de una obesidad.

Tú como chico, pues dices, me voy a fijar en las chicas más guapas de las 90 que hay y de las 90 elijo la más guapa y voy a ver qué tal, cómo se me da. Fijaros, hemos cambiado de criterio. No hemos aplicado el mismo rasero a la clase de ingeniería que a la clase de enfermería. Estoy comportándome de otra forma y es que estoy cambiando mi forma de juzgar simplemente porque he cambiado la situación. Cuidado con el doble rasero. Bien, tenemos que tener el mismo criterio.

O bien, o mejor dicho, tenemos que buscar situaciones contrarias para ver si el criterio que estoy decidiendo es el mismo o no es el mismo. Imagínate la siguiente situación. Estás en una reunión de empresa, hay 10 compañeros en esa reunión y haces un comentario. Y haces un comentario rápido y tal, pero que luego te das cuenta que es un comentario estúpido. ¿Por qué he dicho esto? Si no tenía sentido, no había lugar y no era el momento tampoco de decirlo. Es un comentario de 8 o 10 segundos, pero pasa un día, dos días, tres días… y te machacas.

No tenía que haber dicho esto, van a pensar de mí que soy un imbécil, van a pensar de mí que tal… Y te machacas, y eres muy duro contigo. Y además, estableces una dureza contigo que te amarga. Ahora piensa si la situación hubiese sido distinta y volvemos al mundo de las hipótesis. Imagínate, hipotéticamente, una situación en la que no eres tú el que dice ese comentario estúpido, sino que es otro compañero distinto el que hace ese comentario. A lo mejor esta tarde te acuerdas del comentario estúpido de tu compañero, al día siguiente poco te acuerdas o nada, al segundo día no te acuerdas nada y al tercer día no te acuerdas nada.

Entonces, fíjate cómo cambia el rasero aquí. No estás siendo igualmente duro cuando eres tú el que ha hecho el comentario estúpido o cuando lo ha hecho tu compañero. ¿Por qué cambiamos de rasero? Bien, entonces a la hora de tomar una decisión, a la hora de tomar juicio, a la hora de tomar una opinión, ¿juzgas a todos con el mismo rasero? Vamos a la siguiente de las técnicas, esta me gusta mucho porque la aplico en mi día a día y se llama el test del apenedizo, el test del nuevo, ¿no?