
Descripción de 37 - Las obligaciones 601p43
Una vez más bienvenidos a una nueva emisión de este podcast literario-filosófico ideal para que bajes un cambio, para que des un pasito al costado y por un ratito desconectes de la vida moderna y lo escuches como si fuera un programa de radio de los años 90 pero sin publicidad. Hoy te voy a hablar de las obligaciones, esa cosa un tanto molesta que se sitúa justo entre medio del ser y la libertad de acción, como lo hace un jueves en el medio de la semana, o como ese paso a nivel con la barrera baja que te corta la marcha y te sume en la incertidumbre de no saber cuándo vas a poder cruzar, y sobre todo, si vas a llegar a tiempo. Poné play y dejate llevar Seguime en instagram y en Threads @27disparos Si te gustó el episodio y querés colaborar económicamente lo podés hacer desde Argentina: https://cafecito.app/podcanciones O desde el exterior: PayPal.Me/podcast486 446e1u
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
27 disparos en una moneda de plata, episodio número 37, Las Obligaciones.
Recuerdo una noche en la que venía en el auto escuchando el disco Unchained de Johnny Cash.
Sobre todo cuando empezó a sonar la canción espiritual, la cual nunca había escuchado.
Entonces me invadió una sensación que no sé cómo explicar.
No sé si era oscura o luminosa, pero me gustaba.
Porque me estaba brindando un momento de sensibilidad, de esos que no se suelen tener muy a menudo y a los cuales muchas veces me resisto.
Lo que sentía era una conexión plena.
Era como si alguien me estuviera haciendo una transfusión.
Como si a través de los parlantes salieran cables imaginarios y me hicieran conectar con eso muy sensible que estaba escuchando.
Es extraño oír esa canción en la noche.
Y más estando solo dentro de algo que se mueve, rodando sobre una ruta en donde hay más de esas cosas que se mueven.
Cosas que, como decía Fernando Pessoa, de repente nos proporcionan libertad y al momento son algo en lo que estamos encerrados.
En la canción el tipo le dice a Jesús que no quiere morir solo.
Todo lo que tengo sos vos, le dice.
Sé que he pecado, pero, Señor, estoy sufriendo.
Recuerdo mis manos aferrándose al volante como si el auto estuviera a punto de caer por un barranco.
Y recuerdo no querer salir de esa sensación por nada del mundo.
Porque en eso me iba la vida.
Es como que la canción te envuelve y detiene tu cabeza.
Uno va manejando con todos los riesgos que eso conlleva y a su vez va escuchando a un tipo que le ruega al Señor no morir solo.
No sabemos mucho más de él porque podría ser que lo que le está pidiendo es retardar el momento crucial aunque sea para dar tiempo a que llegue la persona que tiene que llegar.
Y además Johnny Cash le da a la canción la libertad y Johnny Cash le da a la canción algo que quizá no podría darle otro cantante.
Esa cavernosidad, esa oscuridad latente, esa angustia propia que, si conectamos bien con lo que narra, nos hace preguntarnos cómo nos gustaría morir.
¿Cuántas veces te permitiste imaginar el momento de tu muerte? ¿Existe la muerte feliz o solo las situaciones ideales para eso? Es decir, en una cama, ya viejos, rodeados por la familia.
¿O sos de los que piensan que lo mejor es que seas durmiendo, sin sufrir, sin enterarte? ¿Alguien quiere morir solo, sin nadie que quiera venir a verlo, a cuidarlo o a acompañarlo en algo tan trascendente como lo son nuestros últimos momentos en este lugar tan extraño? Morir en soledad parece ser algo tremendo.
Parece querer decir que si te morís solo es porque no fuiste bueno.
Y lo que seguro te duele es estar despierto, saber que va a ocurrir y tomar conciencia de que tal vez no ocurrirá de la manera en la que alguna vez te permitiste imaginarlo.
Y la figura de Jesucristo ahí presente, a través de una estampita del sagrado corazón o de un crucifijo en la pared, o tal vez nada de eso, solo la persona mirando hacia el cielo raso y suplicando, como si el cielo raso en realidad fuera transparente ante la omnipotencia del Señor.
O tal vez la situación no es como la imagino, porque eso es lo que imagino al escuchar la canción, porque lo primero que se me viene a la cabeza es a un tipo postrado en una cama, cama que está en un dormitorio de una casa precaria, casa a la que nadie parece visitar desde hace mucho tiempo.
Tal vez ese tipo está por dentro de una casa en la que no hay nada más que ver, pero no ver a nadie.
En la noche, cuando me veo a la puerta del cuarto
Comentarios de 37 - Las obligaciones 3g25m