31 - El olvido, el recuerdo y el futuro 3b442m

27 disparos en una moneda de plata. Episodio número 31. El olvido, el recuerdo y el futuro.

Lo que recuerdo no rebasa todo lo que no he olvidado. Me encantó. Me gustó mucho esta cita que encontré en el libro de Carlos Fuentes llamado En esto creo. La leí en el capítulo que habla sobre la amistad, pero ¿cómo la explicaría yo? ¿Qué es lo que entendí de esta frase? Para empezar, me gusta esa relación que existe entre lo que se recuerda y lo que no se olvida.

Son la misma cosa. En esta comparación simétrica, el recuerdo aparece como algo con más vida.

Si es bueno, nos brilla. Si es malo, nos amarga el día, o la tarde, o la noche.

En cambio, lo que no se olvida es un poco más gélido. No me olvido. Está ahí, perdido, en algún lugar de la cabeza, esperando que lo necesite. Pero, ¿son lo mismo realmente? Es como que sí y que no. Porque recordar, a simple vista, aparece como algo que uno hace, en la mayoría de los casos, por voluntad propia. Recordar implica una acción que requiere de una mínima movilidad.

No olvidar también es una acción, pero que se lleva a cabo más bien en una especie de reposo. Si tuviera que graficar el recordar y el no olvidar, ¿cómo lo haría? Para el hecho de recordar, dibujaría a un tipo con la cara perdida, de pie, frente al mostrador de una tienda. Y para el hecho de no olvidar, dibujaría a un tipo recostado en un sillón, mirando la tele.

Parados frente al mostrador del almacén, tenemos que recordar lo que teníamos que comprar. Es como si uno activara una especie de succión que aspira un montón de cosas de esa montaña de caramelos con distinto envoltorio que uno tiene en la cabeza y toma lo que necesita. En cambio, el que está recostado, mientras mira la tele, piensa, che, no te olvides que mañana tenés que ir al dentista, por ejemplo. Para concluir, creo que la diferencia entre las dos es muy sutil, pero existe.

Ahora me pregunto, ¿y si lo que no he olvidado rebasa todo lo que recuerdo? ¿Qué clase de persona sería? Para ilustrar este pensamiento, pensé en algunas frases que escuché o vi escritas en algún lado.

Seguramente vos también. Ni olvido ni perdón.

El novio del olvido. El olvido está lleno de memoria.

Por si te olvidás, yo te lo recuerdo. No te olvides de recordar.

Recordame que no te olvide. Jamás te recuerdo, porque nunca te olvido.

Jamás te recuerdo, porque nunca te olvido. Tu cuerpo fue la guarida.

Hay una estela de ausencia, de coincidencia literaria.

De locas armonías te caen las arterias del feto.