#202. Preparate para lo inesperado. La crisis que está a punto de llegar ya está en marcha. 1h5g4h

Antes de empezar el programa, esta semana tuve una reflexión porque ya sabéis que siempre empiezo el programa de una manera en la que no hablo de acciones, no hablo de múltiplos ni de inflación, ni siquiera de carteras. Habrá gente que no entienda lo que está escuchando, que se han salvado por la bolsa y escucho una reflexión. Muchas veces cuento por qué hay que invertir, muchas veces cuento cómo hay que invertir, otras veces hablo de para qué.

Y es que hace unos días escuché a Steve Brotherson. Él contaba su camino hacia la independencia financiera, es una persona libre financieramente y yo pensaba que iba a encontrar la típica historia de éxito, el golpe maestro, la inversión perfecta, el momento estelar, el producto que iba a vender, que le hiciera rico, pero había que escuchaba la entrevista, no contaba eso, no hablaba sobre eso. Su historia fue de lo más normal del mundo, de una persona normal, completamente normal, de unos hábitos difíciles constantes pero que podría haberlo aplicado cualquier persona. Fue una historia lenta, llena de trabajo, de errores, de muchos años sin ingresos, de persistencia. Cuánto puede aguantar una persona sobre un proyecto el cual no le dé ningún ingreso o le cueste el dinero. Sobre todo es una historia de sentido.

Y ahí es donde me quedé pensando, porque Steve no hablaba de hacerse rico, hablaba de comprar tiempo, de vivir con intención, de saber que es negociable en tu vida y que ya no lo es, porque quizás en algún momento lo fue. Hay veces que hemos tenido que aguantar, que tragar, y hay un momento en el que ya no es negociable ciertas cosas. Decía algo que me dio un cierto chispazo, decía que la mayoría de la gente dice que quiere libertad financiera, pero en el fondo no están dispuestos a vivir como si la quisieran. Y es verdad, porque queremos el beneficio, queremos el final, pero no el proceso. Queremos el control de nuestro tiempo, pero seguimos atados al calendario de otros.

Queremos invertir, pero sin renunciar a caprichos que nos vacían, que no nos permiten ahorrar. Y ojo, no lo digo desde la superioridad. Yo también me dejé llevar, yo también estaba improvisando, yo también he confundido abundancia con gasto, yo también he querido correr cuando lo que tocaba era a lo mejor ir más lento. Pero hay un momento, y todos los tenemos, donde haces click, donde te pega un chispazo, un momento en el que ya no quieres más, sino que quieres mejor. No quieres más ingresos para llenar vacíos, sino para crear espacios. Espacios para elegir, para pasar más tiempo con quien amas, para pensar, para leer, o simplemente para parar.

Y es que de todo esto hablaba el otro día, de cómo la verdadera riqueza no es tener millones, sino poder decir, no, aquí no entro, no voy a renunciar a mis mañanas, no, no cambio mi paz por tu urgencia. Anotaba frases que me encantaban cuando las escuchaba. Decía, cuando tienes dinero, no tienes cero problemas, tienes nueve, decía, pero son un poco más pequeños. Y sí, el dinero no lo es todo, pero tampoco es nada.

Es una herramienta, hay que salvar esa relación que tenemos con el dinero, porque usada con propósito puede ser una llave que abra muchas puertas. Por eso, si estás en este podcast, probablemente no sea sólo para invertir, o para invertir bien, sino para conseguir dinero, porque el dinero puede salvarte la vida, puede salvar la vida de un hijo tuyo, sí que cambia tu relación con el dinero.

Si estás en este podcast, es probable que no sólo quieras aprender a invertir bien, sino a vivir mejor, a construir algo que tenga sentido para ti.