18 - El negocio de la fotografía cómo empezar a monetizar tus fotos 2w10z

Bienvenidos al episodio número 18 de la sexta temporada de El Objetivo está en la Cámara.

Muy buenas a todos, por fin estamos los dos.

Por fin un programa ya normal.

Y buenas, Sergi.

Hello.

Bueno, ¿de qué vamos a hablar hoy? De pipas y de kikos.

Bueno, hoy vamos a tratar un poquito...

Vamos a hablar del negocio en la fotografía.

Es decir, cómo empezar a monetizar tus fotos, ¿vale? En cuanto a tu trabajo.

Es un tema que muchos siempre preguntan y no...

Todos en algún momento nos hemos preguntado cómo vivir de la fotografía.

Pues bueno, esto es un comienzo.

Vamos a dar unos consejos.

Sergi quizá lo haga mejor que yo, porque él vive de la fotografía y yo tengo solo ahí alguna vez una estrella.

Pero bueno, haré lo que pueda.

Ha sonado estrella, pero has dicho ex-trilla.

O sea, un extra.

Sí, una estrella, sí.

Pero yo he escuchado estrella.

Ah, no sé.

Bueno, yo cómo empecé...

Yo lo primero que hice fue así, cobrando...

¿Qué fue lo primero que hice? Formación.

O sea, lo primero que yo cobré fue un taller de formación de fotografía macro.

Pero eso no son fotos, en lo sumo.

Por foto a lo sumo, la primera vez que yo cobré poquito, fue muy poquito, fueron 25 euros, por agencia de microstock.

¿Vale? Fue lo primero que yo cobré de Shutterstack y luego...

Shutterstock. Adobe Stock, también cobré.

Fue lo primero.

Y luego de ahí, alguna sesión de precomunión y de embarazo, fue lo primero que yo...

Concretamente, la de embarazo fue la primera que yo cobré, cuestión de sesión ya más a modo serio.

Y de ahí ya pasé a bautizo, comuniones y tal.

Es poquito lo que voy haciendo, pero oye, menos da una piedra, ¿no?, como se suele decir.

Así que así empecé yo, así aboté pronto, eso fue lo primero que yo cobré.

Y yo empecé siendo un pirata, literal.

Porque yo hacía sesiones y entregaba las fotos recortadas para Instagram con mi firma.

Y yo las regalaba, me decían, no, es que la quiero a un tamaño normal y sin firma, págamelas. Exacto.

¿Claro? Eso es así, o sea, está bien, alguna vez, yo sé de profesionales que han dicho que hay que empezar desde abajo, que muchas veces para darte a conocer hay que hacer algún tipo de mini-regalo, algún trueque...

Pero ya no solo eso, sino...

Tampoco se puede hacer eso de mucho, porque luego...

Si no tienes experiencia, tampoco puedes cobrar por un trabajo que lo mismo va a salir algo catastrófico.

Claro, por eso hay que empezar...

O puedes cobrar, pero muy poquito, muy poquito.

Si se te quejan de, oye, pues hombre, por eso casi te he regalado la sesión de fotos, ¿no? Exactamente, pero también es verdad que hay que ver un poco...

Tampoco se puede hacer mucho tiempo eso, es decir, alargado en el tiempo, porque al final luego la gente se acerca a ti, no por tu trabajo, sino por lo que tú cobras.

Y eso es muy jodido, porque yo lo he visto en otro tipo de negocios, más de informática y tal, y eso es lo peor que se puede hacer, porque luego te va toda la morraya, como yo digo, y que me perdonen por la palabra, pero es así, o sea, te va toda la clientela a arreglarse...

Y que sepáis que ese tipo de clientes, encima, son muy tóxicos, porque quieren pagar poco, pero te van a exigir mucho.

Exacto, y no te van a querer por tu trabajo, porque cobras.

Entonces, para mí, creo que hay que pensar humilde, pero hay que valorar lo que uno hace, es decir, yo tengo un porfolio de equis, considero que tengo ya un badaje, entre comillas, y hay que empezar a cobrar lo que vale el trabajo.

Así que luego, claro, evidentemente, me van a decir ya, pero es que tú, a lo mejor, no eres autónomo o tal...

Claro, hay que legalizar las cosas, cuando ya hay un mínimo de tal, hay que legalizar las cosas, tampoco se puede ser...

Hay que decir, yo lo digo, no me corto en decirlo, yo no voy a ser autónoma haciendo una sesión, o dos, o tres, al año.

Evidentemente, no da.

Es decir, hay que ser autónomo a partir de un equis al mes.

Si tú no ganas 400, creo que, al mes, olvídate de ser autónomo, porque te van a...

Bueno, y 400...

Y estamos hablando...

Yo os voy a poner el típico ejemplo de una boda barata.

Una boda barata, estamos hablando de 1.000 euros.

Y es muy barato.

Si haces una al año, no hace nada.

Y estamos hablando de 1.000 euros.

De esos 1.000 euros, descuentas los 210 de IVA, los 190 de IRPF, los 330 de autónomos, y te quedas con 270 euros.

Efectivamente.

Entonces, hay que tener mucho cuidado, también hay que saber cuándo hacerse autónomo, cuándo facturar y cuándo no facturar, porque muchas veces tú facturas y te vale más el IRPF y todo lo demás que lo que ganas.

Entonces, hay que tener cuidado.