07 - Los médicos deberían invertir parte de su tiempo en investigación 2n4v47

Muy buenas a todos y bienvenidos a un nuevo episodio de Entre Micros y Batas, un nuevo episodio en el que vamos a seguir desentrañando cuáles son los secretos y los entresijos de la profesión médica.

En esta ocasión me acompaña el doctor José Antonio Valero, él es médico del Servicio de Urgencias del Hospital San Rafael y tesorero de la Junta Directiva en Funciones del Ilustre Corregio de Médicos de Madrid.

Además recibió el primer premio de investigación básica en el 37º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica e Ignidades Coronarias.

Casi nada, José Antonio, bienvenido al podcast.

Pues encantado, encantado de estar con vosotros y muchas gracias por la invitación.

Nada, muchísimas gracias a ti por estar aquí con nosotros.

Para abrir un poco de boca solemos preguntar a nuestros invitados que nos cuenten alguna anécdota sobre algún paciente que les haya tocado mucho.

Hay muchos invitados que nos dicen que son incapaces de elegir porque tienen mil historias, pero hay algunos que se mojan y que sí que nos cuentan alguna que les haya tocado más la fibra o que sea especialmente divertida.

¿Hay alguna que te gustaría compartir? Bueno, tengo de todos las temáticas.

Probablemente la que más me impresionó fue que el primer paciente que atendí cuando vine a España en mi primera guardia ya trabajando como médico fue la nieta de mi última paciente que atendí en México en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Español.

Lo cual fue algo súper emocionante porque el primer paciente que veo fue la nieta de la última persona que yo había visto en México.

Algo realmente para mí muy motivador.

¡Qué fuerte! ¿Era porque la familia había venido también aquí a España? Era porque la familia había venido.

La paciente estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos, tenía una enfermedad ya en fase terminal y ya no tenía opciones.

Y eran de origen español.

Yo estudié en el Hospital Español, que van todos los inmigrantes españoles, todos se atienden en ese hospital.

Entonces, después del desenlace de este familiar, de la abuela, decidieron venir a España de paseo.

Y coincidió de manera accidental que tuvieron una pequeña cuestión de salud y tuvieron que ir a urgencias y me tocó atenderles.

Bueno, es que el mundo es un pañuelo.

El mundo es un pañuelo, sí. Es más pequeño de lo que pensamos.

Desde luego, desde luego.

¿Qué diferencia o qué es lo que más te chocó al venir como médico de México a España? Al principio, la dureza en el uso del idioma.

Me parecía fuerte.

¿Más tajante? Sí, el uso del idioma es más asertivo, más tajante.

Entonces, me costó un poquito atenderme porque en México te involucras mucho en el aspecto emocional con los pacientes.

O sea, hablas mucho, terminas con amistades, no hay límite de tiempo.

Entonces, es como una cosa muy próxima, muy cercana.

Y eso me costó un poquito.

¿Crees que es algo que deberíamos trabajar en la sanidad española? Yo creo que la sanidad española lo tiene.

Lo que pasa es que también sería un tema social.

Yo creo que vivimos en un día a día donde la gente está más a la defensiva y donde la intimidad la protege.

Y a un médico no lo interpretas como alguien próximo con quien tengas que tener motivos de cercanía.

Y a esa cercanía te la consigues si el paciente lo tratas dos o tres veces.

Pero en el primer encuentro no lo tienes.

Es muy complicado. Estoy de acuerdo.

Bueno, José Antonio, lo primero que te tengo que preguntar es ¿por qué medicina de urgencias? ¿Por qué me dediqué a medicina de urgencias? Yo en México estudié la especialidad de medicina crítica y cuidados intensivos.

Cuando yo llegué aquí en España no tenía homologada la especialidad.

Entonces el lugar donde podía ejercer como médico general es en el servicio de urgencias.

Y es lo que hice.

Empecé a trabajar ahí y luego durante el...