
Descripción de 06 Fumata blanca 3l715m
Justo lo que necesitas saber sobre la elección del nuevo Papa y su relación con la decisión tomada sobre el Valle. Y un epílogo (aunque en realidad era un prólogo) futbolístico sobre la final de Copa. Siempre desde la más absoluta moderación. 48y1i
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Niños, ya aparecerá Belmonte por ahí, yo creo que Jacinto, dale al play que comenzamos.
Evangelización, ya se ha hecho.
Ecumenismo, también está hecho.
Tolerancia, ya no vive en esta casa.
Ha sido desahuciada.
Ha dejado su lugar al nuevo inquilino, que tiene gustos diametralmente opuestos en decoración.
Llevamos muchos años intentando convencer a otros.
Eso también se ha acabado.
No iremos a ningún lugar.
Nos quedaremos, porque ¿qué somos? Somos cimiento.
Y un cimiento no se mueve, somos cimientos sin ventanas.
Nosotros no miramos al mundo exterior.
Solo la Iglesia posee el carisma de la verdad.
Dijo San Ignacio de Antioquía.
Y tenía razón.
No tenemos motivos para mirar fuera.
En cambio, mirad ahí.
¿Qué es lo que veis? Una puerta.
La única entrada.
Estrecha y tremendamente incómoda.
Todo aquel que quiera saber quiénes somos tendrá que descubrir cómo atravesar esa puerta.
Hermanos Cardenales, tenemos que volver a ser lo prohibido.
Lo inaccesible y misterioso.
Esa es la única manera de llegar a ser otra vez deseables.
Es la manera en que nacen las historias de amor.
No quiero más creyentes a medias.
Quiero grandes historias de amor.
Quiero fanáticos de Dios.
Porque el fanatismo es amor.
Todo lo demás es estrictamente un sucedáneo.
Y queda fuera de la Iglesia.
Con las actitudes del último papado, la Iglesia se ganó grandes muestras de afecto.
De las masas se hizo popular.
¿No es fantástico? Se podría pensar.
Recibimos enorme estima.
Y muestras de amistad.
No tengo ni idea de qué puedo hacer con la amistad del mundo entero.
Lo que quiero es amor absoluto y total devoción a Dios.
Reduciría la Iglesia a sólo unos pocos.
Es una hipótesis.
Aunque hipótesis no es equivalente a realidad.
Pero esta hipótesis no es tan escandalosa.
Yo digo que mejor pocos y fiables que una multitud destructible e indiferente.
Las plazas públicas se han visto abarrotadas.
Pero los corazones se han vaciado de Dios.
No se puede medir el amor con números.
Sólo se puede medir en términos de intensidad.
En términos de lealtad ciega a lo imperativo.
Grabaos esa palabra en vuestras almas.
Imperativo.
De hoy en adelante eso es lo que el Papa quiere.
Lo que la Iglesia quiere.
Lo que Dios quiere.
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