
02-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares Lara 17484i
Descripción de 02-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares Lara 3o3f30
Nuevo audiolibro con la suave voz de Víctor Manuel. Un relato largo o novela corta que ha definido como surrealista al estilo de David Lynch. Escrito en una etapa muy joven del escritor. Esperamos que os guste. "Descripción de una lucha" (Beschreibung eines Kampfes) es uno de los primeros relatos escritos por Franz Kafka, probablemente entre 1904 y 1905. Es una obra experimental, onírica y fragmentaria, que explora temas recurrentes en Kafka como la alienación, la dualidad del yo y la lucha interna. El relato no sigue una trama lineal tradicional, sino que se estructura como una serie de escenas y visiones desconectadas que giran en torno a una caminata nocturna entre el narrador y un conocido. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/3982 4j1p3p
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
2. Diversiones o la prueba de que es imposible vivir.
1. Cabalgada. Salté entonces con inusual destreza sobre los hombros de mi conocido, y clavándole los puños en el lomo le puse a tutar suavemente. Como aún daba pisotones, contrariado, y a veces incluso se paraba, yo le clavaba las botas en el vientre para espolearlo.
Lo logré, y a buen ritmo fuimos adentrándonos más y más, en una región grande pero aún sin terminar, en la que caía la noche. El camino rural por el que cabalgaba era pedregoso y bastante empinado, pero eso precisamente me gustaba, así que lo hice aún más pedregoso y empinado.
Si mi conocido tropezaba, yo le tiraba del pelo para levantarlo. Si suspiraba, le daba con el puño en la cabeza. Yo iba sintiendo lo saludable que me resultaba cabalgar al anochecer de tan buen humor, y, para hacerlo aún más salvaje, hice que un fuerte viento de cara soplara sobre nosotros en largas rachas. Entonces exageré el movimiento saltarín del tote sobre los hombros anchos de mi conocido y aferrándome a su cuello con ambas manos.
Incliné mucho la cabeza hacia atrás y observé las diversas nubes que, más débiles que yo, volaban con pesadez empujadas por el viento. Me reía y temblaba envalentenado. El abrigo se me abría y me daba fuerzas. Entre tanto apreté con intensidad las manos entrelazadas, no darme cuenta de que así estrangulaba a mi conocido.
Sin embargo, mirando al cielo, que poco a poco perdía de vista tras las ramas torcidas de los árboles que hacía crecer al borde del camino, grité en el acoloramiento de la cabalgada. —¡No puedo estar todo el día oyendo hablar de amoríos! ¡Tengo cosas que hacer! ¿Por qué ha venido a verme este locuaz enamorado? Todos ellos son felices y lo son sobre todo cuando otro lo sabe.
Creen estar viviendo una velada dichosa y ya por eso esperan con ilusión al futuro.
Pero entonces mi conocido se cayó y al exterminarlo comprobé que estaba herido de gravedad en la rodilla. Como ya no podía serme útil, lo dejé sobre los adoquines y únicamente sirvé a unos buites para que bajaran de alto, los cuales obedecieron y con el pico serio se posaron sobre él para custodiarlo. 2. Paseo. Despreocupado seguí caminando.
Sin embargo, dado que temía el esfuerzo al que yendo a pie me obligaría aquel camino escarpado, hice que fuera más y más llano hasta que al final, en la lejanía, descendiera hacia un valle. Las piedras desaparecieron porque así lo quise y el viento se calmó y se perdió en la noche. Caminaba yo a buen ritmo y dado que el camino era descendente, llevaba la cabeza alta, el cuerpo rígido y los brazos cruzados detrás de la cabeza.
Como adoro los pinares iba entre pinares y como me gusta mirar en silencio el cielo estrellado, las estrellas se elevaron para mí despacio y en silencio en el vasto cielo, como por otro lado suelen hacerlo. Sólo vi unas cuantas nubes alargadas que el viento, soplando sol a su altura, arrastraba por el aire. Bastante lejos de mi camino, tal vez separada de mí por un río, levanté una alta montaña cuya cima cubierta de arbustos blindaba con el cielo. Llegaba a ver bien las pequeñas ramificaciones y los movimientos.
Comentarios de 02-"Descripción de una lucha" de Franz Kafka. Leído por Víctor Manuel Palomares Lara 6nz4k