La Voz Colchonera Cap. 125 - En la salud y en la enfermedad 23i22

La Voz Colchonera con Borja Corchado Hola colchoneros, el Atlético de Madrid rubricó el pasado miércoles en el Metropolitano con su eliminación a manos del Palancas Esteladas en semifinales de la Copa del Rey, tres semanas horribles que han acabado con sus opciones en la competición del KO en la Champions y que tienen pendiendo de un hilo las posibilidades de conquistar el título liguero tras el batacazo del pasado fin de semana en Cornella. En el partido de vuelta de copa se cumplieron los peores pronósticos, el Atleti dimitió de pelear por el pase a la final con una primera parte infame en la que Simeone repitió uno de esos ataques de entrenador que le dan de vez en cuando y que suelen tener un efecto devastador. Sucedió algo parecido a lo acontecido en el encuentro ante el Bayer Leverkusen del pasado mes de enero, regreso a la defensa de cinco que salvo contadas excepciones esta campaña sólo ha carreado disgustos y Giuliano a banda cambiada, es decir, en la izquierda en lugar de la derecha. Así los 45 minutos iniciales fueron un espanto, con los rojiblancos a merced de un Barça que tocaba y se acercaba a la meta de Musso con suma facilidad, mientras el Cholo realizaba múltiples cambios de posición sin éxito, recordando a ese técnico absolutamente perdido que vimos en los primeros meses de competición.

Lo mejor al descanso fue el resultado, tan sólo un gol de desventaja en el marcador. En la reanudación Simeone reaccionó, movió el banquillo y pareció hacer efecto, aunque fue un efecto tan volátil como la espuma de una cerveza recién servida. La presencia de Zorlot cambió el panorama y fue el único futbolista capaz de crear peligro sobre la meta blaugrana, aunque la realidad es que el Atleti no realizó ningún disparo a puerta en todo el encuentro, a excepción del gol anulado al tanque noruego por fuera de juego. El equipo colchonero queda apeado por tanto de la Copa del Rey, tras un partido decepcionante, en el que también influyó un arbitraje deleznable del ínclito Munuera-Montero, que frió a tarjetas a los de Simeone en la primera mitad en busca de esa final que organización y panfletos desean, y que a mí lo único que me genera son ganas de vomitar. Al margen de lo ocurrido sobre el césped, de los errores del entrenador y del bajísimo estado de forma de jugadores como Griezmann o Depol, hay que incidir en la sensación de crispación que existe en la grada del Metropolitano, con una división preocupante entre los que defienden a Simeone y los que le critican hasta la extenuación.

El miércoles planteó muy mal el encuentro, y hay que decirlo, pero de ahí a pasar al insulto, el menosprecio, la falta de respeto, o decir que con él, el Atleti, es un equipo perdedor, va un mundo. Al Choló le exigen ambición, algo que me parecería estupendo si también se exigiera al palco, pero esa breva no caerá nunca. A riesgo de ser repetitivo, hay que recordar que el Cholo es simplemente el entrenador del equipo, que no toma las decisiones relativas al proyecto deportivo, y que tampoco establece los objetivos del club. Esas metas son fijadas por Miguel Ángel Gilmarín, quien curiosamente mantiene los mismos objetivos ahora que cuando Simeone llegó al conjunto colchonero a finales de 2011. Quedar entre los cuatro primeros en liga y por tanto, lograr la clasificación para disputar la Champions. Y ese objetivo no sólo se ha alcanzado, sino que se ha superado con creces en la presente temporada, a falta de casi dos meses para su conclusión y antes de encarar el Mundial de Clubes. Les guste o no, a quienes atizan a Simeone un día sí, y otro también, y juegan a los dardos con una foto suya.

Y no me refiero a los que odian al Atleti, sino a los que dicen que supuestamente le aman. Por eso voy a insistir en una idea que ya planteé en este podcast la campaña pasada. El xolo se tiene que marchar, pero no por cuestiones deportivas o no alcanzar los objetivos, sino para que otro técnico se coma el marrón de estar al frente de un equipo que es una agencia de compraventa de jugadores, y los dos personajes del palco dejen de estar tan cómodos viendo cómo es Simeone, quien se lleva todos los palos y asume una responsabilidad que en parte no le corresponde. Y con este panorama y la plantilla en estado depresivo después de tres semanas para olvidar, llega un nuevo envite al Higuero, este domingo a domicilio ante el Sevilla, después de que en la jornada anterior el Atleti dejara escapar ante el español una victoria que tenía en sus manos, en otra segunda mitad de auténtico espanto. De todo ello hablaremos en la tertulia, además en nuestro rincón atlético contaremos con la visita de excepción de Diego Grifa, hijo de un mito rojiblanco como don Jorge Bernardo Grifa Monferroni. Así que arranca ya el capítulo 125 de La Voz Colchonera.