Viviendo en la era pop 21-02-2025. María Saavedra 5j2x12

Muy buenos días a todos y aquí estamos como todos los viernes los tres mosqueteros de la música de Salamanca, de nuestra ciudad.

Está con nosotros Víctor González Villarroel.

¿Qué tal? ¿Cómo andáis? Muy bien, señor. Aquí estamos. Y está también Fernando, Fernando Cibor.

Sí, sí. Tengo un nombre muy macarra, pero luego soy buena gente.

Hoy tenemos con nosotros a una invitada que además es profesora de interpretación de la Facultad de Traducción y Documentación de mi facultad, de la Universidad de Salamanca.

Ella es María Saavedra, aunque su nombre es María Espinofa Saavedra, pero su nombre artístico es María Saavedra.

Y según dice ella misma, es cantante autodidacta, pero veréis que canta muy bien, que hace una especie de música entre latina, bosanova, preciosa.

Y bueno, está aquí con nosotros y la vamos a entrevistar, le vamos a preguntar cosas porque tiene un disco, una maqueta grabada, que se llama Alma Felina.

Bueno, Alma Felina, ¿qué contiene María José? Pues buenos días, primero, pues muchísimas gracias por traerme, compañero.

Además diré que aparte de compañeros suyos, yo te conozco desde que empecé a estudiar.

O sea, yo te conozco desde que soy pequeña, digamos, y te veía siempre como un bibliotecario.

No, no, y además el bibliotecario de nuestra facultad, ni más ni menos.

He estado siempre.

¿Verdad? ¿Todavía? O sea, que eres como mi Juan Mari Montes en mi vida profesional, o sea, siempre estás ahí.

Estudié allí en la facultad misma y luego un año sí estuve fuera, estuve trabajando en Ávila y luego estuve en Económicas un tiempo, hasta que me dieron la plaza definitiva que cogí ya.

Pues fíjate, lo que te quiero decir es que yo os agradezco muchísimo a todos que me hayáis invitado, pero el hecho de que yo esté aquí, más que por la maqueta, esto viene gracias a tu bonomía personal y a una conversación absolutamente casual e inocente durante un aperitivo en la facultad para celebrar la Navidad.

Y nos pusimos a hablar de música y te recuerdo que empezamos hablando de Azucena, de la cantante de los años 80, de rock, heavy, en fin, un poco, y a partir de ahí empezamos a tirar del hilo y te comenté algo que, claro, casualmente a ti no te había comentado y es eso, que yo hace pues casi, bueno, si es 20 años, hice esta maqueta en Barcelona.

Yo me marché a Barcelona porque soy una persona que, no sé, debo tener ahí algo no diagnosticado, soy una persona muy tímida, muy cerrada y yo creo que es lo que nos pasa a todos cuando tenemos determinada edad.

Siempre he soñado con la música, siempre me ha apasionado y el hecho también de venir tiene que ver con una conversación que tuve con una de mis sobrinas hace mucho.

Ella me comentaba, la niña me decía, bueno, la música es un hobby muy bonito y yo le dije, no, mi vida, la música no es un hobby.

O estás herido por el amor a la música o no lo estás. O sea, la música forma parte de la vida de mucha gente mientras cocinas, mientras conduces o lo que sea y, por desgracia, luego hay otras personas que no nos tomamos a la música como simplemente algo que es para pasar el rato, sino que quieras o no quieras y, en este caso, por cuestiones profesionales, pues yo, digamos que la he tenido que aparcar, pero es una quemazón que tiene siempre.

Entonces, Alma de Felina está compuesta en un momento en el que yo me había marchado de mi casa, me había marchado a Barcelona yo sola, tenemos el 11M, por ejemplo, y todo un cúmulo de cosas y de vivencias y de situaciones personales que para mí eran novedosas, pues hacen que, realmente ya desesperada, digo, bueno, venga, en Barcelona hay 80.500 músicos, a ver si soy capaz de expresar y acercarme a alguien y entonces tuve la maravilla de ir a un concierto en la FNAC y ver a unos músicos brasileños espectaculares, que yo creo que no hay ningún músico brasileño que no lo sea, o sea, espectacular y aún más espectacular, pero creo que no hay más que esas dos categorías.

Y tuve la suerte de que hablé, para irar o decir qué maravilla, qué bonito lo que habéis hecho, hablé con uno de estos músicos, que luego fue Emiliano de Castro Cachababa, que fue el arreglista y la parte fundamental para dar basamento a lo que yo tenía en la cabeza y que yo se lo podía cantar, o sea, yo se lo podía decir, mira,