VIAJE A LA ALCARRIA - EL PASADO CON MIRADA AL FUTURO 4b81e

Bienvenidos a un nuevo programa de Ruta con María.
Poco a poco vamos recorriendo rincones de nuestra geografía.
En el programa anterior hice mención a la Ruta del Quijote,
visitando algunas de las poblaciones que posiblemente
inspiraron a Cervantes cuando escribió su novela.
Pero existen otras rutas vinculadas a nuestra literatura o a nuestra historia,
como puede ser el viaje a la Alcarria de Camilo José Cela
o el Camino del Cid, relacionado con el Cantar del Mio Cid,
escrito alrededor del año 1200.
También está la Vía de la Plata, calzada utilizada en época romana
para llegar desde Sevilla a Gijón.
Hoy nos centramos en el viaje a la Alcarria y recorremos la provincia de Guadaljara.
Para aquellos que no conocen esta provincia,
sólo decir que les sorprenderá por su historia, cultura, monumentos,
por su geografía y su naturaleza.
Existen parajes protegidos y parques naturales destacables
en esta desconocida provincia.
Comenzamos nuestra ruta en Guadalajara capital.
Nos acercamos a la oficina de turismo en el Parque de la Huerta de San Antonio,
en la avenida del Ejército.
Aquí podemos contratar una visita guiada por la ciudad
o pedir información para hacer nuestra visita por nuestra cuenta.
En el parque existe un pequeño parking exterior donde dejar el vehículo.
Eso sí, tiene parquímetro.
Si optamos por desplazarnos en el servicio público de transporte,
tenemos líneas de autobuses de la compañía Alsa
o la línea C2 de cercanía a Renfe.
En el parque donde se sitúa la oficina nos encontramos con un torreón
y parte de las murallas.
Se trata del Torreón de Alfalfáñez, que se puede visitar.
Da la casualidad que esta ciudad está incluida en la ruta del Camino del Cid,
por lo que os aconsejo solicitar en la oficina de turismo el pasaporte de esta ruta,
que os lo sellen y os le entreguen la chapita identificativa de la localidad.
De esta forma, visitando Guadalajara tendréis realizado un punto de esta ruta.
Alfalfáñez de Minaya era el segundo al mando del Cid
y realizó correrías por esta zona en el tramo denominado la Algarada de Alfalfáñez.
Decidimos subir la Avenida del Ejército
y nos encontramos el Palacio del Infantado con su magnífica fachada frontal,
su galería superior o la lateral con sus arcos
y, por supuesto, el llamativo Patio de los Leones.
Se trata de un bien de interés cultural desde abril de 1914.
En el capítulo 2 del libro, Camilo José Cela indica
Después se va a dar una vueltecita por la ciudad.
Tiene que cambiar algún dinero en el banco.
El Palacio del Duque del Infantado está en el suelo.
Es una pena. Debía ser un edificio hermoso.
Es grande como un convento o como un cuartel.
Este palacio cayó en ruina por un incendio en 1936,
por lo que cuando Cela comienza su viaje se encontraba en esa situación de ruina.
No fue hasta los años 60 del siglo pasado cuando se comenzó su restauración,
pudiendo disfrutar ahora de un edificio digno de recordar.
En la plaza, en un lateral de la puerta de al palacio,
hay un monumento al cardenal Mendoza.
En esta plaza se realizaban las reuniones y eventos más importantes de la época,
donde los duques y sus invitados podían disfrutar de ellos desde la galería superior.
Muy cerca se encuentra el Alcazar Real, sobre el barranco del Alamín.
Posiblemente hubiera en esta ubicación una fortaleza árabe anterior.
El edificio se encuentra actualmente en ruinas, siendo estas del siglo XIII.
El edificio disfrutó de su mayor esplendor en el siglo XIV.
Sus salones estaban ricamente ornamentados con motivos mudéjares.
Tenía un gran patio con alberca y jardines.
En este edificio se celebraron cortes del reino en 1390 y en 1408.
El Alcazar sufrió ampliaciones a lo largo del tiempo
y su muralla también se modificó, ampliándola e instalando una torre con una puerta de entrada,
que posteriormente se utilizaría para ubicar el peso de la harina.
A partir del siglo XV comienza su abandono.